Microviviendas temporales para personas sin hogar en S?o Paulo
Las villas p¨²blicas de apartamentos acogen temporalmente a familias que viven en la calle tras la covid. Los cr¨ªticos temen que la medida aumente la estigmatizaci¨®n
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S?o Paulo sufre la mayor crisis habitacional de su historia, con un sostenido aumento de personas sin hogar desde 2015, llegando a 53.400 en junio de este a?o, seg¨²n el Observat¨®rio Polos de Cidadania de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), una instituci¨®n referente que investiga derechos humanos de poblaciones vulnerabilizadas desde 1995. Los datos son extra¨ªdos directamente del sistema Cadastro ?nico (Cad?nico), un registro creado por el Gobierno federal que permite obtener informaci¨®n de c¨®mo viven las familias de baja renta en Brasil. Los n¨²meros del Ayuntamiento de S?o Paulo son algo m¨¢s moderados. Seg¨²n el ¨²ltimo censo municipal de poblaci¨®n de calle, a finales de 2021 hab¨ªa 31.884 personas sin hogar, 7.540 m¨¢s que justo antes de la pandemia, lo que supone un aumento de 31% en dos a?os. Llama la atenci¨®n un aumento de 111% en el n¨²mero de familias.
Por las calles de la metr¨®poli de 12 millones de habitantes se ven cada vez m¨¢s tiendas de campa?a y personas tumbadas envueltas en mantas grises, especialmente en la regi¨®n central. Quienes no tienen hogar aprovechan cualquier rinc¨®n del espacio p¨²blico para descansar; hacen interminables filas para recibir comida o vagan con sus pocas pertenencias. Algunos utilizan drogas como crack o alcohol para sobrellevar la crudeza de la calle, y no pasar fr¨ªo o hambre. ¡°Hay mucha hipocres¨ªa. Queremos igualdad, respeto, salir de esta situaci¨®n¡± se queja Anelle, que tiene una botella de pl¨¢stico de cacha?a en la mano. Supera los cuarenta a?os y dice llevar unos cuatro viviendo en la calle con los tres hijos que est¨¢n a su lado. Prefiere dormir en la tienda de campa?a que ha plantado frente al Ayuntamiento que en uno de los albergues que le ofrecen. ¡°Aqu¨ª conseguimos m¨¢s dinero y comida, queremos empleo y una casa digna¡±, afirma.
La estrategia Housing First -vivienda primero-
La soluci¨®n que propone el Ayuntamiento, bajo el mandato actual de Ricardo Nunes (MDB), para atajar el grave aumento de las familias sin hogar en S?o Paulo es la creaci¨®n de conjuntos de microapartamentos de 18 metros cuadrados para estancias temporales. Pueden acceder quienes vivan en la calle hace menos de dos a?os -tiempo en que las autoridades consideran que la situaci¨®n a¨²n no se ha hecho cr¨®nica- y pasar¨¢n un m¨¢ximo de 24 meses, con posibilidad de alargar la estancia tras una evaluaci¨®n del equipo t¨¦cnico. ¡°Nuestro objetivo es la autonom¨ªa, que en 18 meses esas personas consigan una vivienda definitiva¡±, explica el responsable del proyecto Reencontro, Carlos Bezerra J¨²nior (PSDB), secretario municipal de Asistencia y Desarrollo Social de S?o Paulo, adem¨¢s de m¨¦dico y pastor evang¨¦lico. ¡°Es un proyecto piloto, si funciona bien, lo ampliaremos. Utilizamos la estrategia conocida como housing first -vivienda primero-, para sacar a la persona de la calle de inmediato y que recupere la dignidad. Recibir¨¢ cursos de capacitaci¨®n y un subsidio mensual. La prioridad son las familias con ni?os¡±, dice, entre las dos hileras de casetas prefabricadas de la Vila Reencontro Anhangaba¨², en el centro de la ciudad. Es la segunda villa que construyen dentro del programa Reencontro que comanda. Fue inaugurada en febrero de este a?o y actualmente 38 de sus 40 viviendas est¨¢n ocupadas por familias de hasta cuatro miembros, acogiendo a un total de 106 personas.
En la villa de Anhangaba¨² hay parque infantil, huerta comunitaria, ludoteca y 40 estudios amueblados de un solo ambiente, con paredes aisladas, ventilador, cocina equipada, ba?o privado. ¡°Un detalle importante es que cada casa tiene un n¨²mero¡±, se?ala Bezerra frente a una de las viviendas temporales. Algo tan sencillo como tener direcci¨®n facilita la b¨²squeda de empleo y permite recibir correspondencia y pedidos. ¡°Viendo el panorama, adelantamos dos a?os el censo de personas en situaci¨®n de calle y estratificamos los perfiles y las soluciones. Tradicionalmente, las pol¨ªticas consideran que son un bloque homog¨¦neo: hombre, adulto, desempleado, drogadicto o con problemas de salud mental, pero hay mucha diversidad. Tenemos que dar respuestas espec¨ªficas a demandas espec¨ªficas¡±, explica.
A cuatro kil¨®metros est¨¢ la Vila Reencontro Cruzeiro do Sul, en Canind¨¦, inaugurada en diciembre de 2022 y que tambi¨¦n acoge a un m¨¢ximo de 160 habitantes. Seg¨²n la Secretaria Municipal de Assist¨ºncia e Desenvolvimento Social (SMADS) ahora viven 39 familias y la villa se ampliar¨¢ a 270 casas donde podr¨¢n vivir hasta 1.080 personas. En septiembre est¨¢ prevista la entrega de la Vila Reencontro Pari, en la zona este, con 100 viviendas modulares.
¡°Creo que el proyecto Vila Reencontro puede ser una alternativa en Housing First, la pol¨ªtica p¨²blica de proporcionar vivienda primero que se ha utilizado en varios pa¨ªses, pero tambi¨¦n podr¨ªa ser una mera estrategia de m¨¢rketing¡±, piensa Alexandre Benoit, arquitecto y profesor de la facultad de arquitectura y urbanismo Escola da Cidade, de S?o Paulo. ¡°Tenemos que ser cr¨ªticos, porque de momento es una acci¨®n muy peque?a, pero es ampliamente divulgada. Se hacen muchas fotos y recogen declaraciones de personas fragilizadas¡±, a?ade.
Como otros especialistas en urbanismo piensa que aumentar el tama?o de las villas de acogida no ser¨ªa la soluci¨®n adecuada porque se podr¨ªan generar guetos, que refuerzan la estigmatizaci¨®n que sufren las personas sin hogar. Sostiene que la clave para solucionar el problema de falta de acceso a vivienda en S?o Paulo es habilitar parte de los inmuebles en desuso y que los compartan diversas clases socioecon¨®micas. ¡°Tenemos la mayor reserva de edificios ociosos de Brasil, quiz¨¢ de Latinoam¨¦rica, que se est¨¢n deteriorando y eso es grav¨ªsimo. Me parece un contrasentido crear espacios segregados en la ciudad y dejar que esa estructura existente no ejerza la funci¨®n social de la propiedad. El Ayuntamiento deber¨ªa acelerar la rehabilitaci¨®n de esos edificios, igual que tuvo un empe?o enorme en aprobar a toda prisa un nuevo Plan Director de la ciudad que refrenda una acci¨®n depredatoria del mercado inmobiliario¡±. Para lograrlo propone hacer un convenio con universidades y escuelas de arquitectura y urbanismo para hacer aperturas provisionales de edificios cerrados garantizando la infraestructura m¨ªnima. ¡°Se podr¨ªan pensar f¨®rmulas innovadoras con reformas graduales de los edificios existentes, eso ser¨ªa m¨¢s revolucionario¡±, concluye.
Salud mental de las personas sin hogar y de quienes los atienden
Jorge Broide lleva 47 a?os trabajando con personas sin hogar. Es doctor en psicolog¨ªa social y profesor de la Pontif¨ªcia Universidade Cat¨®lica de S?o Paulo (PUC-SP) desde hace 15 a?os. Nunca hab¨ªa visto tanta gente viviendo en la calle y cree que actualmente es el problema m¨¢s grave de S?o Paulo. ¡°Es la llaga de la ciudad y no veo una discusi¨®n seria, ordenada y sin demagogia. Faltan pol¨ªticas p¨²blicas consistentes¡±. Hace un a?o y medio que ha creado un proyecto desde la universidad PUC-SP junto al Centro de Estudios Especiales (CEDEP) para trabajar en la calle con personas sin hogar. ¡°Debemos articular Estado, universidad e iniciativa privada¡±, afirma.
Broide piensa que la idea de las Vilas Reencontro puede ser buena, si se hace un seguimiento personalizado pero que, en general, en S?o Paulo faltan profesionales formados, valorados y bien remunerados que ayuden a que las personas que salen de la calle se reinserten en la sociedad. ¡°Los trabajadores sociales est¨¢n destruidos, intoxicados por la miseria y violencia. En el modelo Housing First el seguimiento es fundamental. Cuando una persona vive en la calle suceden procesos ps¨ªquicos muy importantes. Es un proceso tan fuerte que llega a alterar la noci¨®n del espacio y del tiempo. Las personas sin hogar han sufrido una secuencia de p¨¦rdidas y necesitan apoyo para restablecer lazos sociales, afectivos y econ¨®micos¡±. Y apunta la situaci¨®n del sistema penitenciario brasile?o como una de las causas del sinhogarismo. ¡°La mitad de la poblaci¨®n en situaci¨®n de calle proviene del sistema penal. Desde 2019, al salir de la c¨¢rcel hay que pagar una multa para extinguir la pena y volver a tener derechos pol¨ªticos. Esa multa penal es un crimen de Estado, como si fuera una prisi¨®n perpetua¡±, concluye. Con el endurecimiento de las leyes penales brasile?as promovido en 2019 por el ex ministro de Justicia S¨¦rgio Moro, al salir de prisi¨®n la persona contin¨²a en deuda con el Estado y con algunos derechos pol¨ªticos y ciudadanos suspendidos, lo que hace m¨¢s dif¨ªcil su reinserci¨®n en la sociedad.
Una de las cuestiones que preocupan a especialistas como Broide o Benoit es la falta de continuidad de los programas oficiales. Cuando cambia el Gobierno se alteran y creen que es muy importante que haya programas s¨®lidos que enfrenten el problema habitacional de la ciudad con el PIB m¨¢s alto de Latinoam¨¦rica, en la que miles de personas se ven obligadas a vivir en la calle por no poder acceder a una vivienda digna y permanente.
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