La COP28 ser¨¢ un momento decisivo para el futuro de Am¨¦rica Latina y el Caribe

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El cambio clim¨¢tico es, sin duda, el mayor desaf¨ªo de nuestro tiempo. Para Am¨¦rica Latina y el Caribe, la acci¨®n clim¨¢tica ya no es solo una opci¨®n, es un factor determinante que marcar¨¢ el futuro de la regi¨®n en todos sus sectores.

Este a?o, la regi¨®n se ha visto afectada por varios eventos clim¨¢ticos extremos. Desde los incendios en Chile, sequ¨ªas en Uruguay y Argentina, e inundaciones en Per¨², hasta las temperaturas r¨¦cord en el Caribe que han hecho de este verano uno de los m¨¢s calurosos de la historia.

Si la temperatura sigue aumentando, los eventos extremos ser¨¢n m¨¢s frecuentes, m¨¢s devastadores y tendr¨¢n un impacto cada vez m¨¢s profundo en nuestra vida cotidiana, afectando la producci¨®n de alimentos, fuentes de empleo y nuestras perspectivas de desarrollo.

Sabemos que el cambio clim¨¢tico puede agravar a¨²n m¨¢s las desigualdades existentes en la regi¨®n, y los logros econ¨®micos y sociales alcanzados hasta ahora corren el riesgo de revertirse. De hecho, las estimaciones sugieren que, en ausencia de medidas de adaptaci¨®n adecuadas, entre 2,4 y 5,8 millones de personas podr¨ªan caer en la pobreza extrema en 2030.

Am¨¦rica Latina y el Caribe se encuentran en una carrera contrarreloj. La elecci¨®n es clara: actuar con decisi¨®n ahora o enfrentarse a retos a¨²n m¨¢s complejos en los pr¨®ximos a?os.

?C¨®mo proceder?

Es imperativo un cambio de paradigma. Necesitamos m¨¢s ambici¨®n clim¨¢tica, m¨¢s coherencia entre las pol¨ªticas sectoriales y los objetivos clim¨¢ticos y, sobre todo, m¨¢s voluntad pol¨ªtica.

La pr¨®xima COP28, que se celebrar¨¢ en Dub¨¢i a finales del mes que viene, marcar¨¢ un hito, ya que se realizar¨¢ el primer balance mundial del Acuerdo de Par¨ªs, que es un an¨¢lisis exhaustivo de la acci¨®n clim¨¢tica implementada en los cinco primeros a?os de este acuerdo. El balance deja claro que, aunque se est¨¢ avanzando en la aplicaci¨®n de medidas para adaptarse al cambio clim¨¢tico y paliar sus efectos, con los planes actuales estamos muy lejos de poder limitar el aumento de la temperatura global a menos de 1,5 grados.

El balance mundial por s¨ª solo no cambiar¨¢ nuestro futuro, pero ser¨¢ la decisi¨®n que tomen los pa¨ªses en la COP28 y nuestra respuesta mundial a los resultados lo que marque la diferencia.

La ciencia nos dice que tenemos que tomar medidas cruciales esta d¨¦cada. El balance mundial nos da las opciones. Necesitamos una transformaci¨®n de todos los sistemas. A escala nacional, regional y mundial, necesitamos m¨¢s ambici¨®n clim¨¢tica para acelerar la acci¨®n. Necesitamos cooperaci¨®n y solidaridad internacionales para que esta transici¨®n sea r¨¢pida, justa y equitativa, sin dejar a nadie atr¨¢s.

La financiaci¨®n clim¨¢tica desempe?a un papel clave en este escenario. Aumentar el acceso es esencial para impulsar la acci¨®n clim¨¢tica en la regi¨®n. Esto significa duplicar los recursos financieros para la adaptaci¨®n, reponer sustancialmente los fondos clim¨¢ticos y alinear el sistema financiero mundial y regional, tanto p¨²blico como privado, con la acci¨®n clim¨¢tica. Significa hacer operativo el fondo para p¨¦rdidas y da?os acordado en la hist¨®rica decisi¨®n de la COP27 del a?o pasado en Egipto.

Pero no s¨®lo necesitamos m¨¢s recursos, sino tambi¨¦n una mayor coherencia entre las pol¨ªticas de distintos sectores y los objetivos clim¨¢ticos, y una reorientaci¨®n masiva de los flujos financieros existentes. El gasto y las inversiones p¨²blicas y privadas, tanto nacionales como internacionales, deben ser coherentes con los objetivos clim¨¢ticos. Esto significa incorporar los objetivos del cambio clim¨¢tico en los planes de sectores como la agricultura, econom¨ªa y desarrollo social, y apoyar las transiciones justas en el sector energ¨¦tico.

La Semana del Clima de Am¨¦rica Latina y el Caribe, que comienza este lunes y cuyo anfitri¨®n es el Gobierno de Panam¨¢, ser¨¢ una oportunidad para mostrar la innovaci¨®n, los esfuerzos y las soluciones de Gobiernos, empresas y comunidades de toda la regi¨®n.

Una diversa gama de actores, incluyendo representantes de Gobiernos locales y nacionales, Pueblos Ind¨ªgenas, sociedad civil y empresas privadas, entre otros, compartir¨¢n conocimientos y experiencias, mostrando el potencial de la regi¨®n para adaptarse a un mundo bajo en emisiones y resiliente al clima, donde el desarrollo y la prosperidad crezcan en paralelo con la sostenibilidad, y en armon¨ªa con la naturaleza.

Limitar los impactos del cambio clim¨¢tico es una prioridad para la inmensa mayor¨ªa de los habitantes de esta regi¨®n; preservar el superpoder de la regi¨®n -su biodiversidad marina y terrestre- es una preocupaci¨®n para todos, como qued¨® claro en la Cumbre Amaz¨®nica de este a?o; y existen soluciones clim¨¢ticas desarrolladas por los Pueblos Ind¨ªgenas basadas en sus conocimientos ancestrales. Es clave que estas prioridades y soluciones se reflejen en la COP28 con compromisos ambiciosos.

Am¨¦rica Latina y el Caribe no pueden esperar m¨¢s. La emergencia clim¨¢tica ya est¨¢ a la puerta. La regi¨®n puede dar ejemplo en la COP28 con una colaboraci¨®n ambiciosa e impulsando soluciones inclusivas, viables y orientadas a resultados. Demostrando al mundo que est¨¢ haciendo la transici¨®n y que est¨¢ preparada para recibir apoyo en este proceso, asumiendo compromisos que inspiren y motiven a otros pa¨ªses a seguir su ejemplo.

Abordar el cambio clim¨¢tico requiere de toda la sociedad. Las y los ciudadanos y la sociedad civil organizada est¨¢n cada vez m¨¢s vigilantes y abogan por una acci¨®n clim¨¢tica m¨¢s ambiciosa; las grandes y peque?as empresas pueden promover negocios, empleos y productos m¨¢s ecol¨®gicos, reconociendo que la ¨¦tica preocupa cada vez m¨¢s a los consumidores y que las pr¨¢cticas sostenibles de hoy aportar¨¢n mayores beneficios para el ma?ana.

El futuro de la regi¨®n depende de las decisiones que se tomen ahora. Trabajemos juntos por un futuro sostenible.