El papel clave del sector privado para potenciar las soluciones basadas en la naturaleza

EL PA?S ofrece en abierto la secci¨®n Am¨¦rica Futura por su aporte informativo diario y global sobre desarrollo sostenible. Si quieres apoyar nuestro periodismo, suscr¨ªbete aqu¨ª.

El encuentro anual del Foro Econ¨®mico Mundial, que se acaba de celebrar en Davos, Suiza, ¡ªun evento que reuni¨® a m¨¢s de cien Gobiernos, las principales organizaciones internacionales, l¨ªderes de la sociedad civil y cerca de mil empresas¡ª es una buena oportunidad para subrayar los principales riesgos a los que nos enfrentamos como humanidad, tales como el cambio clim¨¢tico, la p¨¦rdida acelerada de biodiversidad y el declive del bienestar humano. Puntualmente, si miramos el Reporte Global de Riesgos presentado por el foro el a?o pasado ¡ªproyectado a 10 a?os¡ª, los primeros cuatro riesgos globales del top cinco est¨¢n relacionados con la naturaleza: la amenaza y la adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico, los desastres naturales, afectaci¨®n a la biodiversidad, y el colapso de los ecosistemas. Una realidad que nos interpela a construir soluciones inmediatas y, al mismo tiempo, enfocadas al largo plazo.

Estos riesgos, que han sido ocasionados o agravados por actividades humanas que se han ido intensificando a lo largo del tiempo, nos piden soluciones que giren alrededor de la naturaleza, y un cambio fundamental que apalanque la econom¨ªa hacia la construcci¨®n de una sociedad m¨¢s sostenible y equitativa. En este escenario aparece la alternativa de las herramientas que responden directamente al imperativo de reducir los riesgos ambientales, como las de las soluciones basadas en la naturaleza.

Estas son un conjunto de acciones enfocadas en la protecci¨®n, gesti¨®n y restauraci¨®n de los ecosistemas ¡ªya sean naturales o modificados¡ª con el fin de abordar, simult¨¢neamente, problemas econ¨®micos, sociales y ambientales. Desde este enfoque, una alternativa a un riesgo como el de las inundaciones en ciudades costeras es la restauraci¨®n y la conservaci¨®n de los arrecifes de coral adem¨¢s de los manglares ¡ªla primera l¨ªnea de defensa para disipar la energ¨ªa de las olas¡ª y no ¨²nicamente la construcci¨®n de obras de ingenier¨ªa o infraestructura gris.

Si lo proyectamos a 2030, las soluciones basadas en la naturaleza tienen el potencial de proporcionar alrededor del 37% de la mitigaci¨®n necesaria para alcanzar el objetivo delineado en el Acuerdo de Par¨ªs de mantener el aumento de las temperaturas globales debajo de los 1,5 grados cent¨ªgrados. Sin embargo, la financiaci¨®n est¨¢ lejos de ser suficiente. Seg¨²n se?alan organizaciones que conforman la coalici¨®n Nature4Climate, actualmente las soluciones basadas en la naturaleza reciben alrededor de 154.000 millones de d¨®lares al a?o, cuando, para cumplir las metas trazadas, deber¨ªan recibir 384.000 millones de d¨®lares. En contraste, las diferentes actividades que est¨¢n llevando a la destrucci¨®n de los ecosistemas naturales y la extinci¨®n de las especies animales y vegetales registran un presupuesto al menos cuatro veces mayor que el gasto que beneficia a la naturaleza.

Necesitamos, con urgencia, encontrar nuevas alternativas para desbloquear y sumar recursos. No basta con la participaci¨®n de Gobiernos, bancos multilaterales de desarrollo, organizaciones ambientales o el aporte de organizaciones filantr¨®picas. Si realmente queremos consolidar las Soluciones Basadas en la Naturaleza y su permanencia en el tiempo, es imprescindible la participaci¨®n del sector privado. Y estamos ante una oportunidad, si tenemos en cuenta que, de los 154.000 millones de d¨®lares destinados actualmente a las soluciones basadas en la naturaleza, apenas el 17% ¡ª26 mil millones de d¨®lares¡ª proviene de dicho sector.

Me gustar¨ªa resaltar dos caminos propuestos por el Banco Interamericano de Desarrollo para atraer m¨¢s recursos financieros. El primero consiste en que las soluciones basadas en la naturaleza sean contempladas en los marcos legales correspondientes a la planificaci¨®n y ejecuci¨®n de diferentes proyectos, como los de infraestructura. El segundo es fortalecer las habilidades de las personas que formulan proyectos alrededor de las soluciones basadas en la naturaleza para que puedan brindar la mayor cantidad de informaci¨®n pr¨¢ctica y aumentar la confianza de los inversionistas: informaci¨®n como los costos, la posible monetizaci¨®n de los beneficios y la identificaci¨®n de los perfiles de riesgo.

Para el mismo prop¨®sito, la Uni¨®n Europea indica que debemos apuntar a un cambio en las estructuras de mercado ¡ªpartiendo desde los marcos legales y los diferentes incentivos fiscales¡ª que motive a las empresas a encontrar oportunidades de negocio en la reducci¨®n del impacto negativo de sus actividades econ¨®micas. Y llama a la creaci¨®n de alternativas de mercados privados para bienes p¨²blicos, como los bonos de carbono. Estos bonos pueden ser f¨¢cilmente comercializados entre empresas que buscan compensar sus emisiones de carbono al mismo tiempo que impulsan soluciones ambientales como la reforestaci¨®n y el posterior secuestro de carbono, si se implementan correctamente.

No podemos perder de vista las oportunidades que tenemos.

Podemos mirar, sin ir muy lejos, el origen de diferentes actividades econ¨®micas. Y, a partir de ah¨ª, considerar las consecuencias de un escenario de devastaci¨®n de los recursos naturales. Y es que, de acuerdo con la consultora PwC, el 55% del Producto Interno Bruto mundial ¡ªequivalente a unos 58 billones de d¨®lares¡ª depende, en un rango moderado y alto, de los recursos naturales.

Tenemos la oportunidad de cambiar nuestra mentalidad y de entender que hoy nuestra mejor inversi¨®n, m¨¢s all¨¢ de un retorno medido en millones o trillones de d¨®lares, es garantizar nuestra permanencia como sociedad, como humanidad. Que nuestro entorno sea viable. Que seamos viables en el tiempo.

Lograr la sostenibilidad depende de lograr un bienestar econ¨®mico y social m¨¢s equitativo para todos. Y el camino para habilitarlo est¨¢ en las soluciones basadas en la naturaleza. Tambi¨¦n est¨¢ en el impulso que se le dan a los avances tecnol¨®gicos y en el compromiso personal de cada uno de nosotros con esta meta. El desaf¨ªo de la sostenibilidad no puede ser abordado aisladamente por cada sector. Necesitamos unir esfuerzos. Y, en ese marco, necesitamos que el sector privado d¨¦ un siguiente paso. Sus recursos financieros y humanos son imprescindibles para hacerlo real. Al mismo tiempo, los Gobiernos y las organizaciones internacionales debemos sumar nuestros esfuerzos para garantizar que sea un paso seguro y represente nuevas oportunidades de crecimiento.