El dilema de Costa Rica: ?c¨®mo hacer que su ¡®econom¨ªa jaguar¡¯ no devore a la poblaci¨®n vulnerable?
Los brillantes indicadores macroecon¨®micos no se traducen en reducci¨®n de la desigualdad ni fortalecen el golpeado sistema de bienestar. Blindar lo b¨¢sico y reducir tensiones son rutas posibles, seg¨²n los expertos
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El reporte de una divisi¨®n del Bank of America calific¨® en febrero a Costa Rica como una ¡®econom¨ªa jaguar¡¯ por su ritmo de crecimiento de la producci¨®n, el dinamismo de las exportaciones ligadas a la tecnolog¨ªa, la baj¨ªsima inflaci¨®n con que cerr¨® el 2023 y la notoria mejor¨ªa de las cifras fiscales. Lo anunci¨® exultante el presidente Rodrigo Chaves en una de sus conferencias de prensa semanales televisadas al comparar el momento de su pa¨ªs con los a?os de impulso de los ¡°tigres asi¨¢ticos¡± en la segunda mitad del siglo XX. Pero, para muchos costarricenses, ese felino pasa de lejos o los est¨¢ amenazando.
Las cifras macroecon¨®micas utilizadas en ese informe de promoci¨®n de inversi¨®n sobre los bonos costarricenses son ciertas. La naci¨®n centroamericana registr¨® en 2023 un crecimiento del PIB de 5,1%, el mayor entre todos los miembros de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE). Fue el pa¨ªs con m¨¢s baja inflaci¨®n (-1,8%) de Am¨¦rica Latina. Mostr¨® el descenso del desempleo a menos de 8% y mejor¨® el promedio del salario real. La relaci¨®n deuda/PIB baj¨® dos puntos hasta 61% y las agencias calificadoras mejoraron la nota crediticia, tras la aprobaci¨®n del FMI al cumplimiento de las metas fiscales por medidas de austeridad aprobadas durante el Gobierno anterior.
¡°?Vean qu¨¦ belleza! Esto no lo van a decir los noticieros aqu¨ª ni los analistas criollos¡±, dec¨ªa Chaves en su habitual estilo mordaz, anticip¨¢ndose a numerosas objeciones que ha se?alado la prensa local, la academia, especialistas independientes, gremios, partidos opositores y hasta la Iglesia Cat¨®lica. Los buenos n¨²meros macroecon¨®micos encubren las condiciones en que viven amplios grupos de la poblaci¨®n y el crecimiento de la brecha frente a los sectores m¨¢s aventajados.
Costa Rica es el pa¨ªs de la OCDE con peor desigualdad de ingresos, seg¨²n los datos del a?o 2022, sin que en 2023 hubiera de se?ales de mejor¨ªa, pues m¨¢s bien continu¨® la ca¨ªda en la inversi¨®n social registrada en la ¨²ltima d¨¦cada. Entre 2014 y 2024, la inversi¨®n social pas¨® de ser 50% del presupuesto del Gobierno Central en 2014 a un 38%, seg¨²n informes de la Contralor¨ªa de la Rep¨²blica. En 2022, se recortaron el 28% de las becas para estudiantes pobres. Costa Rica es la naci¨®n con mayor porcentaje de pobreza entre naciones de la OCDE, estancada en m¨¢s de 20% durante este siglo independientemente de cu¨¢nto crezca el PIB o qui¨¦n gobierne. Es el terreno f¨¦rtil para las organizaciones narcotraficantes, cuyas peleas empujaron al pa¨ªs a su peor registro de homicidios en la historia, aunque sin afectar hasta ahora la recuperaci¨®n de la industria del turismo despu¨¦s de la pandemia ni la llegada de inversiones, que m¨¢s bien inundan de d¨®lares la econom¨ªa y han llevado al tipo de cambio m¨¢s bajo en 10 a?os.
El Gobierno ha informado de que ahora hay solvencia fiscal y que la revaluaci¨®n del col¨®n es una ¡°se?al de ¨¦xito¡±, pero a la hora de destinar dinero a la educaci¨®n, becas, salud o a vivienda social, la realidad es otra. No alcanza, ha dicho el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, premiado como el mejor ministro de finanzas en 2023 por la revista The Banker. ¡°El Ministerio de Hacienda har¨¢ todos los esfuerzos necesarios para realizar esta transferencia de recursos, siempre y cuando las condiciones macroecon¨®micas, fiscales y presupuestarias as¨ª lo permitan¡±, respondi¨® cuando diputados lo interrogaban por la manera de revertir la reducci¨®n de 110.000 becas para estudiantes pobres registrada en 2022. Reconoc¨ªa as¨ª que la prioridad del momento son los indicadores financieros y no la recuperaci¨®n del sistema de bienestar que durante d¨¦cadas coloc¨® a Costa Rica en un sitio de admiraci¨®n internacional.
¡°?De d¨®nde los vamos a tomar (los recursos)?¡±, se cuestion¨® Acosta para responder preguntas de la prensa, despu¨¦s de escuchar a una mayor¨ªa de diputados reprochar las prioridades del Gobierno. ¡°Hay dos Costa Ricas, una de la macroeconom¨ªa, y otra de los que tratan de sobrevivir¡±, le dijo un legislador liberal. ¡°Se anteponen las cifras fiscales sobre la calidad de vida de las personas¡±, critic¨® un parlamentario de la derecha. ¡°Estamos viviendo un ahorro muy caro, porque perpet¨²a la pobreza¡±, lament¨® una legisladora del ala socialdem¨®crata. ¡°La ¡®econom¨ªa jaguar¡¯ es la que se come las becas y la inversi¨®n social¡±, a?adi¨® un legislador de izquierda.
Vestir santos sin desvestir otros
El dilema consiste en vestir santos sin desvestir otros, la figura que utiliz¨® para explicar la disyuntiva el economista y consultor Alberto Franco, exdirectivo del Banco Central de Costa Rica, exdirector por Costa Rica ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y representante del Gobierno actual en sus primeros seis meses ante el Banco Centroamericano de Integraci¨®n Econ¨®mica (BCIE). ¡°Hay que abrirnos a la posibilidad de revisar cada gasto o descobijar alguno de los indicadores, pero no podemos dejar de cubrir lo prioritario en ¨¢reas claves, como educaci¨®n, salud y seguridad o pobreza¡±. Franco explica que no s¨®lo se debe atender por justicia social o porque tradicionalmente ha sido un sello del sistema costarricense, sino tambi¨¦n porque a mediano plazo, esa inversi¨®n dar¨¢ una rentabilidad medible tambi¨¦n en t¨¦rminos macroecon¨®micos. ¡°Dejar a miles de ni?os sin acceso a la educaci¨®n hoy nos har¨¢ pagar una factura muy cara en poco tiempo¡±, dice Franco, advirtiendo que tambi¨¦n los organismos internacionales esperan de Costa Rica un equilibrio entre la estabilidad financiera y la paz social.
Por eso, a Franco le parece comprensible el mensaje de Nogui Acosta sobre la necesidad de priorizar ahora la estabilidad fiscal y los indicadores macroecon¨®micos para ¡°crear espacios¡± para aumentar la inversi¨®n social, pero admite que puede haber riesgos. ¡°Aplaudo los esfuerzos del pa¨ªs para ordenar las finanzas desde el 2018, pero el manejo en este momento debe ser fino para no afectar esas ¨¢reas esenciales que nos dan rentabilidad social¡±. Otros analistas y diputados opositores sospechan que la contenci¨®n de gasto en 2024 puede obedecer a una intenci¨®n de aumentarlo en 2025 para mejorar la imagen antes de las elecciones de febrero de 2026, aunque la ley impide a Chaves la reelecci¨®n inmediata.
Por el momento, Chaves lo celebra y en cada semana insiste en su conferencia de prensa: ¡°Costarricenses, vamos bien¡±, pero no siempre entra en el detalle de los datos, y en algunas ocasiones diluye la verdad. Por ejemplo, exalta la tasa de desempleo m¨¢s baja en 14 a?os, pero evita decir que ello no obedece a la creaci¨®n masiva de empleos, sino que se relaciona a la salida de m¨¢s de 100.000 personas del mercado laboral en el ¨²ltimo a?o, sobre todo mujeres, j¨®venes y personas con menor nivel educativo, por razones diversas que conforman una ¡°alerta amarilla¡±, seg¨²n un an¨¢lisis del Banco Central en enero.
S¨®lo una parte de la poblaci¨®n se beneficia con el dinamismo de las exportaciones de bienes como dispositivos m¨¦dicos y otros productos fabricados bajo un r¨¦gimen especial que creci¨® en 2023 por encima de 10%, tres veces m¨¢s que las empresas tradicionales, aunque aporta una s¨¦ptima parte del PIB y menos de un octavo de los puestos laborales. Es la continuidad de las ¡°dos caras de Costa Rica¡± que han se?alado distintos informes durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, un per¨ªodo en que el pa¨ªs ha aumentado la desigualdad, en direcci¨®n contraria a la tendencia promedio de Am¨¦rica Latina. La recuperaci¨®n econ¨®mica posterior a la pandemia tambi¨¦n ha ensanchado la brecha.
Tambi¨¦n hay condiciones adversas ocultas en la cifra de inflaci¨®n. Es cierto que cerr¨® en 2023 con cifra negativa, pero no alcanza para compensar los aumentos de los a?os 2021 y 2022, lo cual hace que las familias ahora siguen pagando precios m¨¢s altos que hace tres a?os, se?al¨® Alberto Franco, quien reitera la necesidad de fortalecer los programas asistencia b¨¢sica a hogares en pobreza o cerca de caer en ella.
Es lo que pidieron tambi¨¦n los obispos de la Iglesia Cat¨®lica en un duro mensaje al acabar febrero: ¡°Nuestro modelo de organizaci¨®n socioecon¨®mica ha demostrado ser estructuralmente incapaz de reducir la pobreza de modo significativo. No se perciben medidas para paliar la pobreza. La inversi¨®n social del pa¨ªs se ha ido desplomando aceleradamente¡±, criticaron los prelados en la declaraci¨®n, antes de lanzar entre sus recomendaciones la necesidad de retomar el di¨¢logo entre sectores y entre poderes. Con ellos coincide el economista Franco y el informe de 2023 del centro de investigaciones Estado de la Naci¨®n: la pertinencia de que el Ejecutivo y el Legislativo bajen la tensi¨®n y tomen decisiones que permitan solucionar las necesidades de la poblaci¨®n mediante m¨¦todos pol¨ªticos que son parte de la ¡°marca pa¨ªs¡±.
Esos acuerdos son los que pide Michael Jim¨¦nez, de 39 a?os, que alimenta a su familia con lo poco que gana como repartidor de comidas mediante plataformas digitales. No tiene seguro social, no cotiza a pensi¨®n y el hijo mayor sali¨® del colegio para buscar empleo, pero no encuentra a¨²n. En su casa nunca hacen m¨¢s de dos comidas. ¡°Yo era mec¨¢nico, pero el patr¨®n cerr¨® el taller en la pandemia y me qued¨¦ en la calle. Pude comprarme una moto a cr¨¦dito para trabajar en esto, pero para muchos est¨¢ muy duro. En la pol¨ªtica uno s¨®lo ve pleitos del Gobierno con los diputados y as¨ª no se logra nada. No s¨¦ qui¨¦nes tienen la raz¨®n, pero s¨ª s¨¦ qui¨¦nes lo sufrimos, los que estamos abajo¡±.
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