La Corte IDH escucha en Brasil la responsabilidad de los estados para proteger los derechos frente a la emergencia clim¨¢tica
El tribunal har¨¢ una serie de audiencias para responder a la opini¨®n consultiva que le hicieron Chile y Colombia. Se trata del proceso m¨¢s participativo de su historia
El sur de Brasil vive actualmente una de sus peores crisis. El 80% del territorio del Estado de Rio Grande do Sul est¨¢ bajo el agua y hay cerca de 1,5 millones de damnificados. M¨¢s al norte, en las ciudades de Brasilia y Manaos, desde este viernes 24 de mayo y hasta el mi¨¦rcoles 29, estar¨¢ ocurriendo algo que est¨¢ profundamente relacionado: la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), estar¨¢ realizando consultas p¨²blicas sobre las obligaciones que tienen los estados frente a los derechos humanos relacionados a la emergencia clim¨¢tica.
Durante estos d¨ªas, la Corte aterrizar¨¢ en Brasil para escuchar lo que tienen que decir 116 delegaciones, unos testimonios que servir¨¢n como insumo para la respuesta que dar¨¢ el tribunal a Chile y Colombia, pa¨ªses que, a principios de enero de 2023, le pidieron una in¨¦dita opini¨®n consultiva a la Corte sobre este tema. ¡°Una opini¨®n consultiva es un manual, una hoja de ruta muy comprensiva que les dir¨¢ a los estados de la regi¨®n [no solo a Chile y a Colombia] qu¨¦ tener en cuenta a la hora de proteger el conjunto de los derechos humanos en el contexto de la crisis clim¨¢tica¡±, explica a Am¨¦rica Futura Viviana Krsticevic, directora ejecutiva del Centro para la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), y una de las expertas que expondr¨¢ sus ideas ante la Corte esta semana.
El documento que, se espera que sea presentado a final de este a?o, no solo orientar¨¢ a los estados sobre c¨®mo actuar frente a la emergencia clim¨¢tica, sino que guiar¨¢ a la sociedad civil, a la academia y generar¨¢ una suerte de precedente para litigios clim¨¢ticos que se den a nivel nacional y local. ¡°La opini¨®n consultiva que salga de este proceso tambi¨¦n orientar¨¢ al poder judicial, porque tendr¨¢n una herramienta esencial para los litigios que se planteen en los pa¨ªses¡±, agrega Soledad Garc¨ªa Mu?oz, quien ejerci¨® hasta hace poco como la primera Relatora Especial sobre Derechos Econ¨®micos, Sociales, Culturales y Ambientales (Redesca) de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Garc¨ªa fue invitada a dar sus aportes por la misma Corte IDH en unas primeras audiencias sobre cambio clim¨¢tico y derechos humanos que se hicieron en Barbados en abril de este a?o y en la que participaron 63 delegaciones.
Aunque la expectativa est¨¢ puesta sobre la opini¨®n consultiva final, ambas expertas creen que lo que sucedi¨® en Barbados y est¨¢ por repetirse ahora en Brasil, las mismas audiencias p¨²blicas, son enriquecedoras de por s¨ª. ¡°Se est¨¢ dando un debate plural, airado y profundo no solo sobre el impacto que la crisis clim¨¢tica tiene en los derechos humanos, sino c¨®mo estos pueden apalancar la acci¨®n clim¨¢tica¡±, cuenta Krsticevic, recordando que l¨ªderes ind¨ªgenas, cient¨ªficos, campesinos, los mismos estados y ONGs est¨¢n siendo escuchados por la Corte. De hecho, seg¨²n el alto tribunal, este ha sido el proceso m¨¢s participativo de la Corte Interamericana, ya que, adem¨¢s de las 179 delegaciones que ser¨¢n escuchadas, se han recibido 262 observaciones escritas que provienen de m¨¢s de 600 personas.
Una revoluci¨®n jur¨ªdica clim¨¢tica
La crisis clim¨¢tica es tambi¨¦n una de derechos humanos. La emergencia afecta el derecho a la vida digna, a un medio ambiente sano, a la salud, al agua, al trabajo y, con un enorme ¨¦nfasis, vulnera los derechos de ni?os, ni?as y adolescentes. Por esto, las recomendaciones que se le est¨¢n dando a la Corte tienen varios frentes. Krsticevic, por ejemplo, cuenta que Cejil hace parte de varios grupos que presentar¨¢n durante estos d¨ªas cuatro informes: uno sobre ni?as, ni?os y nuevas generaciones, otro sobre defensores de derechos humanos, uno m¨¢s sobre acceso a la justicia y, finalmente, un ¨²ltimo sobre acceso a la informaci¨®n y producci¨®n clim¨¢tica.
¡°Le estamos remendando a la Corte que genere unas pautas especificas sobre la protecci¨®n de personas que defienden el ambiente y de ind¨ªgenas¡±, comenta. ¡°Buscamos que se desarrolle en cierta medida lo planteado con el Acuerdo de Escaz¨², que se entienda que los estados tienen la obligaci¨®n de defender a los defensores de la naturaleza¡±. Pero hay tambi¨¦n otros temas que, cree, son urgentes y en los que se puede avanzar m¨¢s en la pr¨¢ctica. ¡°Esperamos una opini¨®n consultiva en la que la Corte gu¨ªe a los estados a que generen sistemas de informaci¨®n que permitan una respuesta m¨¢s adecuada a la emergencia clim¨¢tica, informaci¨®n que es clave para la prevenci¨®n y para las medidas de adaptaci¨®n¡±.
Garc¨ªa lanza un aporte en la misma l¨ªnea. ¡°Hay algo que no se ha explorado tanto y es el derecho humano a la ciencia, a beneficiarse del mejor conocimiento cient¨ªfico¡±, explica. En su intervenci¨®n ante la Corte que hizo en Barbados, la experta tambi¨¦n plante¨® que el enfoque que se tome sobre derechos humanos en la emergencia clim¨¢tica debe ser ¡°indivisible, interdependiente y digno¡±. En pocas palabras, lo que propone es que se aplique esa interrelaci¨®n entre los derechos humanos, en la que se entienda que, cuando se vulnera un solo derecho, se est¨¢n vulnerando varios a la vez. ¡°Por ejemplo, cuando fui a La Guajira (Colombia), se hablaba principalmente de la afectaci¨®n al derecho al agua o del hambre, pero en el contexto de la emergencia clim¨¢tica tambi¨¦n se est¨¢n vulnerando derechos civiles y pol¨ªticos¡±, comenta.
Adem¨¢s, dice que espera que la Corte, en su documento final, hable de una perspectiva interseccional de los derechos. ¡°Se debe reconocer que ha existido una discriminaci¨®n hist¨®rica y de situaciones de vulnerabilidad contra ciertos grupos de personas que son, tambi¨¦n, las m¨¢s expuestas ante el cambio clim¨¢tico¡±. Las mujeres, los ind¨ªgenas, los campesinos, y ¡°los ni?os y ni?as, as¨ª como las generaciones futuras, los que no han nacido, pero a los que les hemos dejado esta casa as¨ª¡±.
Desde su punto de vista, lo que est¨¢ pasando con estas consultas y con lo que diga la Corte ser¨¢ una ¡°revoluci¨®n jur¨ªdica donde, por fin, los derechos econ¨®micos, sociales, culturales y ambientales dejan de ser derechos de segunda categor¨ªa¡±. Y no solo por lo que se est¨¢ viviendo en el sistema interamericano, sino a nivel mundial. En 2022, la Rep¨²blica de Vanuatu, un estado insular y altamente afectado por la crisis, tambi¨¦n le pidi¨® una opini¨®n consultiva a la Corte Internacional de Justicia sobre el cambio clim¨¢tico. Hace pocos d¨ªas, tambi¨¦n, el Tribunal Internacional del Derecho del Mar, una corte de Naciones Unidas, dictamin¨® que los gases de efecto invernadero generados por el humano y que causan el cambio clim¨¢tico pueden considerarse un contaminante marino.
El cambio clim¨¢tico lo est¨¢ cambiando todo. Y los sistemas de justicia y de litigio tendr¨¢n tambi¨¦n que adaptarse a esto para tomar decisiones m¨¢s urgentes, quiz¨¢ m¨¢s radicales. No es casualidad que la Corte IDH haya llegado a estos lugares tan clave en la discusi¨®n clim¨¢tica. Barbados es una isla del Caribe amenazada por la erosi¨®n costera y el aumento del nivel del mar, pero muy vocal sobre la reparaci¨®n y las p¨¦rdidas y da?os que trae el cambio clim¨¢tico. ¡°En todos lados ves se?ales de qu¨¦ hacer ante un tsunami¡±, recuerda Garc¨ªa. Brasil, por su parte, es el pa¨ªs que m¨¢s selva Amaz¨®nica tiene, esa sobre la que se habla en casi cualquier discurso clim¨¢tico. Pero como lo vemos hoy, Brasil no solo acaba de salir de una alerta por sequ¨ªas, sino que acaba de sumergirse en una inundaci¨®n hist¨®rica. La crisis clim¨¢tica es palpable.