Eddi Marcel¨ªn: ¡°La gente afro e ind¨ªgena no espera que el Gobierno haga todo, sino que haga su parte¡±
Pese a los desaf¨ªos para la inclusi¨®n en Am¨¦rica Latina y el Caribe, el director de diversidad de CAF cree que la regi¨®n se est¨¢ reencontrando con su identidad negra
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No importa el lugar del mundo en el que est¨¦. Conversar con Eddi Marcel¨ªn (Quibd¨®, 40 a?os), implica siempre un viaje a sus or¨ªgenes en el Choc¨®, el lugar que da sentido a qui¨¦n es y a todo lo que hace. Para entender la trayectoria y la visi¨®n del nuevo director de diversidad de CAF-banco de desarrollo de Am¨¦rica Latina y el Caribe, hay que trasladarse al departamento del Pac¨ªfico colombiano mayoritariamente afro donde creci¨® siendo consciente de las limitaciones estructurales de vivir en una de esas regiones hist¨®ricamente olvidadas por los Gobiernos centrales, pero tambi¨¦n del superpoder de la educaci¨®n que le heredaron sus ancestros, y que le ha llevado donde est¨¢ hoy.
¡°Uno se da cuenta de que es producto no solamente del esfuerzo de los padres y de la disciplina, sino tambi¨¦n del legado de generaciones que ten¨ªan un prop¨®sito much¨ªsimo antes de que uno naciera¡±, asegura en entrevista por videollamada con Am¨¦rica Futura desde su oficina en la sede de CAF en Buenos Aires. Lo dice despu¨¦s de citar una frase de Diego Luis C¨®rdoba, un senador que luch¨® por los derechos de las comunidades afrocolombianas y para que se reconociera al Choc¨® como departamento independiente de Antioquia en 1947: ¡°Por la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educaci¨®n se asciende a la libertad¡±.
Esa apuesta por la educaci¨®n tambi¨¦n la hizo su familia cuando muri¨® su madre. ?l ten¨ªa solo 12 a?os y su hermana mayor y sus t¨ªas decidieron destinar la pensi¨®n que le correspond¨ªa como pensionada del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), donde hab¨ªa trabajado como instructora, a la formaci¨®n de su hijo menor. As¨ª, Marcel¨ªn se mud¨® a Bogot¨¢, donde se gradu¨® como polit¨®logo y obtuvo una maestr¨ªa en Gerencia y Pr¨¢ctica del Desarrollo; y a?os despu¨¦s viaj¨® a Estados Unidos para participar como becario de un programa de democracias econ¨®micas del Community Innovation Lab de MIT, y a otro de Innovaci¨®n y liderazgo en Georgetown. Esas experiencias fueron dando forma a la vocaci¨®n de servicio que mostr¨® desde que hac¨ªa trabajo comunitario en su iglesia de Quibd¨® u obras sociales con la Fundaci¨®n Muchedumbre, que cre¨® con su grupo de amigos del Choc¨®.
Ahora que acaba de asumir un nuevo cargo, echa la vista atr¨¢s y entiende que su madre, Trinidad Paulina Marcel¨ªn, que se destac¨® por su gran destreza como modista y que recorri¨® el Choc¨® formando a otras mujeres para que tuvieran un oficio y autonom¨ªa econ¨®mica, fue su primer gran referente de liderazgo en un momento en el que para un ni?o chocoano era dif¨ªcil pensar en el ¨¦xito m¨¢s all¨¢ de la cultura o el deporte. ¡°Era una especie de desarrolladora comunitaria. Hoy lo entiendo much¨ªsimo m¨¢s. Ella fue mi primer referente¡±, confiesa. Con la Constituci¨®n del 91 y la creaci¨®n de las circunscripciones especiales de comunidades negras en el Congreso de Colombia, fueron surgiendo otras figuras afro en la funci¨®n p¨²blica que se convirtieron en otros referentes para Marcel¨ªn, como el actual canciller Luis Gilberto Murillo, que fue gobernador del Choc¨® a finales de los 90, o Paula Moreno, que en 2007 se convirti¨® en la primera ministra afrodescendiente de Colombia.
Trazando el mapa afro de Latinoam¨¦rica y el Caribe
Desde hace casi tres a?os que se uni¨® a la gerencia de g¨¦nero, inclusi¨®n y diversidad de CAF, Marcel¨ªn est¨¢ trazando el mapa de las comunidades afro e ind¨ªgenas de Am¨¦rica Latina y el Caribe para entender c¨®mo les afecta la invisibilizaci¨®n y el racismo, y poder promover la inclusi¨®n de todas las poblaciones. Pese a que, seg¨²n explica, alrededor del 25% de latinoamericanos se autoidentifican como afrodescendientes y entre el 8% y el 10% como ind¨ªgenas, estos grupos siguen registrando las mayores tasas de pobreza, altos ¨ªndices de desempleo, discriminaci¨®n en los mercados laborales y brechas de acceso a los servicios b¨¢sicos.
Y aunque reconoce que hay causas hist¨®ricas que han desencadenado esas carencias, tambi¨¦n est¨¢ identificando las particularidades de cada pa¨ªs en una regi¨®n que cree que se est¨¢ reencontrando cada vez m¨¢s con su identidad negra. ¡°Hay batallas y luchas que se siguen dando en contextos puntuales, e hilar todo eso hoy en d¨ªa no es tan sencillo, pero hay una agenda y una apuesta com¨²n de regi¨®n¡±, dice Marcel¨ªn.
Con los afroargentinos, por ejemplo, ha entendido la importancia de la reivindicaci¨®n de la identidad, el activismo y el antirracismo. ¡°La invisibilidad, el desconocimiento y la no pertenencia tienen consigo que, como no eres parte, no tienes acceso a garant¨ªa de derechos y oportunidad de inversi¨®n¡±, explica. En este sentido, recuerda una conversaci¨®n que tuvo con una afroargentina sobre c¨®mo ambos entend¨ªan la discriminaci¨®n y el racismo estructural cuando eran peque?os. ?l recuerda tener que hacer la tarea a la luz de las velas porque se iba la luz, o achicar el agua de su casa porque en las calles de Quibd¨® no hab¨ªa alcantarillado y se inundaban, algo que la argentina nunca vivi¨®. Ella, por el contrario, sufri¨® bullying y burlas en la escuela. ¡°Yo no tuve eso porque en el Choc¨® todos ¨¦ramos afro. Ah¨ª surge tambi¨¦n la idea de por qu¨¦ en algunos escenarios donde est¨¢ naturalizada la pertenencia ¨¦tnica no hay la necesidad de reivindicar cosas. Ac¨¢ s¨ª es necesario por la negaci¨®n¡±, se?ala.
Marcel¨ªn tambi¨¦n ha aprendido c¨®mo la negritud se expresa en Brasil a trav¨¦s de la corporalidad y la est¨¦tica, o del proceso de reparaciones que han abierto algunos pa¨ªses del Caribe angl¨®fono, como Jamaica o Barbados, entendido ¡°no como una compensaci¨®n econ¨®mica, sino como un ejercicio reivindicatorio para acceder a oportunidades y garant¨ªas de derechos¡±, explica. Mientras que en el caso de M¨¦xico, destaca la batalla por el reconocimiento.
En 2019, la Constituci¨®n de ese pa¨ªs reconoci¨® a los afromexicanos, 2,5 millones de personas, seg¨²n el censo de 2020, que contabiliz¨® por primera vez a este grupo poblacional. ¡°El ejercicio de contar est¨¢ conectado con el reconocimiento, con la pertenencia, con la existencia, que en t¨¦rminos de contranarrativa tiene que ver con la negaci¨®n, con la exclusi¨®n, con la invisibilidad, pero tambi¨¦n tiene que ver con una cosa muy importante: con la inversi¨®n, con los recursos econ¨®micos¡±, se?ala.
¡°Una afroeconom¨ªa viva¡±
Precisamente para poner en pr¨¢ctica el ejercicio de narrar a trav¨¦s de los datos en la regi¨®n, Marcel¨ªn est¨¢ presentando estos meses un estudio que elabor¨® CAF junto con Pretahub sobre afroemprendimientos en Am¨¦rica Latina, un informe por el que entrevistaron a casi 3.000 emprendedores negros de Argentina, Brasil, Colombia, Panam¨¢ y Per¨² para entender qui¨¦nes son y ayudarles a promover su desarrollo t¨¦cnico, creativo y financiero. El informe revel¨® dificultades en el acceso a cr¨¦dito, y una doble discriminaci¨®n en el caso de las mujeres, si bien estas son generalmente la m¨¦dula espinal de la mayor¨ªa de los negocios que participaron y de la econom¨ªa familiar.
¡°Hay una afroeconom¨ªa viva de gente que quiere entender su identidad cultural puesta al servicio de la econom¨ªa, y emprender y hacer de eso un ejercicio econ¨®mico y de movilidad social. Coger su acervo cultural y sus conocimientos tradicionales y volverlos una iniciativa de negocio y de mercado¡±, explica. La idea, explica el director de diversidad de CAF, surgi¨® tras conocer los resultados del informe de desigualdades heredadas del banco de desarrollo que mostraba c¨®mo el inmovilismo social en Am¨¦rica Latina y el Caribe afectaba especialmente a la poblaci¨®n ind¨ªgena y afrodescendiente. Frente a eso, en sus viajes por el continente, ¨¦l ve¨ªa muchos emprendimientos de gente negra, una realidad de la que apenas hab¨ªa datos.
¡°Quer¨ªamos entender el emprendimiento de las poblaciones afro tambi¨¦n como un ejercicio de afroeconom¨ªa, de oportunidad de mercado, de iniciativa de negocio, pero sobre todo entender esto en t¨¦rminos de oportunidades para el dise?o de pol¨ªticas p¨²blicas¡±, se?ala. ¡°Porque hay un imaginario en muchas ocasiones de que las personas afro e ind¨ªgenas son dependientes del Estado, que esperan que el Gobierno haga todo por ellos, y no hay una cosa que sea m¨¢s distante que eso. La gente afro e ind¨ªgena no espera que el Gobierno haga todo por ellos, sino que el Gobierno haga su parte. Porque la gente est¨¢ lista para hacer su parte tambi¨¦n¡±.