Velia Vidal, la escritora que construye nuevos escenarios de vida en Choc¨® por medio de la lectura y la cultura

En 2016, Velia Vidal (Bah¨ªa Solano, 43 a?os) tom¨® dos decisiones ligadas a su sentido de vida: convertirse en escritora y crear una corporaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que promoviera ¡°el derecho a la cultura, la imaginaci¨®n y la lectura¡± en Choc¨®. Esa organizaci¨®n, a la que llam¨® Motete, ha beneficiado hasta el momento a m¨¢s de 2.000 ni?os. ¡°Encontr¨¦ que hab¨ªa venido a servir a trav¨¦s del arte, la literatura y la cultura, y a decir cosas que, de pronto, otros no se atreven a decir¡±.

Un a?o antes hab¨ªa dejado Medell¨ªn ¨Cdonde viv¨ªa en medio de todas las comodidades posibles¨C para regresar a su tierra y buscar su ¡°Madre de Dios¡±, como le dicen los chocoanos al sustento diario, porque sent¨ªa que a¨²n no hab¨ªa hallado su prop¨®sito de vida.

Hoy, Motete est¨¢ presente en cuatro municipios del Choc¨® biogeogr¨¢fico: Bah¨ªa Solano, Quibd¨®, Istmina y Turbo. ¡°No somos una organizaci¨®n fuera del Choc¨®, que se posa como una nave espacial y luego se va. No nos interesa reproducir las l¨®gicas extractivistas, de las que estamos llenos. Donde estamos, estamos a largo plazo¡±, afirma.

En sus inicios, Motete eran Velia Vidal y un canasto con libros, que ella le¨ªa en casas de familia en distintos municipios chocoanos. M¨¢s tarde, cre¨® los primeros tres clubes de lectura: uno de maestros, otro para ni?os y uno m¨¢s para mujeres. Y un d¨ªa abri¨® Casa Motete, la sede f¨ªsica de su corporaci¨®n. Pero los retos no cesaron. ¡°Hubo d¨ªas en los que no ten¨ªamos c¨®mo pagar los servicios, nos cortaban la energ¨ªa, o compr¨¢bamos las mandarinas para los clubes de lectura o pag¨¢bamos los taxis para irnos a la casa; d¨ªas en que mi familia, mi suegra y mis amigos nos ten¨ªan que echar la mano para cubrir las cosas b¨¢sicas¡±.

Los libros, dice, le han permitido construir nuevos escenarios de vida en Choc¨®. Recuerda lo que alg¨²n d¨ªa le dijo una amiga: ¡°Cuando viv¨ªamos aqu¨ª en Quibd¨®, en la escuela nunca nos hubi¨¦ramos imaginado ver a un escritor¡±. La historia ha cambiado: los ni?os de Motete conocen a los autores de las obras que han le¨ªdo. ¡°La visita de escritores permite la construcci¨®n de una relaci¨®n m¨¢s horizontal. Los chocoanos somos iguales que todo el mundo y merecemos lo mismo que todos. Aqu¨ª estuvo Irene Vallejo, una de las escritoras m¨¢s le¨ªdas en el mundo. Probablemente, si Motete no existiera, Irene nunca hubiera pasado por aqu¨ª¡±, recalca.

Durante la visita, Irene Vallejo no pronunci¨® un discurso, sino que convers¨® con una profesora y escritora chocoana; un escenario similar al que acontece cada a?o en Flecho, la Fiesta de la Lectura y Escritura de Choc¨®, que anualmente organiza Vidal y en el que personas relevantes de la literatura se sientan a conversar con voces locales. ¡°No es gente de afuera habl¨¢ndole a la gente de aqu¨ª, sino conversando con la gente de aqu¨ª, que es muy diferente¡±.

El poder de la conversaci¨®n, de la palabra, fue algo de lo que se dio cuenta desde temprana edad. ¡°Nunca tuve una familia en la que tuviera que callarme las cosas¡±. A los cinco a?os declamaba f¨¢bulas de Rafael Pombo. A los 12, cuando se fue a vivir a Cali con su mam¨¢, ley¨® su primera obra literaria por decisi¨®n propia: El principito.

De la literatura pas¨® a la escritura: comenz¨® a escribir poemas, tarjetas y cartas. Muchos a?os despu¨¦s, un intercambio de correspondencia con David, uno de sus amigos, ser¨ªa la semilla que dar¨ªa vida a su libro Aguas de estuario, que narra su vida desde que regres¨® al Choc¨® y su b¨²squeda vital, con el que obtuvo la beca ¡°Creaci¨®n de autoras afrocolombianas, negras, raizales y palenqueras¡±.

En 2016, tom¨® la decisi¨®n consciente de que quer¨ªa ser escritora mientras cursaba, becada, el Diplomado Pac¨ªfico en Escritura Creativa del Fondo Acci¨®n y el Instituto Caro y Cuervo. ¡°No s¨¦ qu¨¦ vaya a publicar primero ni despu¨¦s, pero esto es lo que quiero¡±, pens¨®.

Hoy, no se encasilla en un g¨¦nero literario: escribe cuentos infantiles, poemas, columnas y textos de no ficci¨®n. ¡°Alguien me dijo que solo me iban a tomar en serio cuando escribiera una novela. Pero despu¨¦s entend¨ª que nada de esto es cierto, que ser escritor no se trata del g¨¦nero que escribas, sino de poner en letra lo que te dicta el deseo, que, si no lo cuentas, se estalla¡±.

Alg¨²n d¨ªa, Velia Vidal dijo que la felicidad era, entre otras cosas, librarse de los pendientes de la vida y los sue?os aplazados. Y lo han conseguido: ¡°Si me tuviera que morir ma?ana, ya no tengo pendientes vitales, ya encontr¨¦ a mi Madre de Dios. He escrito libros y publicado. Escribo y leo todos los d¨ªas, y estoy al servicio de mi comunidad, que era mi mayor deseo¡±.

*Apoyan Ecopetrol, Movistar, Fundaci¨®n Corona, Indra, Bavaria y Colsubsidio.