Celeste S¨¢nchez, la primera senadora afromexicana: ¡°La mayor¨ªa de las v¨ªctimas de feminicidio son mujeres racializadas¡±
La nueva presidenta de la Comisi¨®n Especial del Senado sobre los asesinatos de ni?as y adolescentes advierte de la violencia que acecha a las mujeres afrodescendientes en M¨¦xico
Hace menos de diez a?os, Mar¨ªa Celeste S¨¢nchez (Ciudad de M¨¦xico, 32 a?os), la primera senadora en la historia del pa¨ªs que se reconoce abiertamente como afrodescendiente, no sab¨ªa que lo era. ¡°Me reconoc¨ª en el camino del activismo¡±, cuenta por videollamada. ¡°Antes de tomar protesta ten¨ªa ocho a?os de carrera como activista¡±. ¡°El tener conocimiento del tema me ayud¨® a decir: s¨ª, soy afromexicana, a pesar de que no tengo varias de las costumbres o tradiciones que siempre relacionamos con las personas afrodescendientes, que son solo estereotipos¡±, describe. Al igual que ella, 2,5 millones de habitantes del pa¨ªs, es decir, un 2% del total, se consideran afromexicanos, seg¨²n arroj¨® el m¨¢s reciente censo del Inegi que en 2020 contabiliz¨® por primera vez a este grupo poblacional.
A la mitad de su encomienda en la C¨¢mara Alta, la legisladora por Morena a¨²n porta el estandarte que la llev¨® a hacer historia en la pol¨ªtica mexicana. ¡°Es una gran responsabilidad poder poner en el centro de mi agenda la lucha de la poblaci¨®n afromexicana¡±, asegura. ¡°Si bien ya nos cuentan (en el censo poblacional) y ya estamos en el Art¨ªculo 2 (constitucional), en este momento hay m¨¢s de 30 leyes que est¨¢n pendiente en C¨¢mara de Diputados para que seamos nombrados. Por esa falta de armonizaci¨®n a¨²n estamos en vulnerabilidad¡±.
Unas semanas despu¨¦s de haber asumido la presidencia de la Comisi¨®n Especial del Senado para dar seguimiento a los casos de feminicidio de ni?as y adolescentes, S¨¢nchez destaca que la falta de cifras dificulta la tarea de dimensionar la doble violencia que atraviesan las mujeres afromexicanas. ¡°Justo hablaba con Karla Quintana [Comisionada Nacional de B¨²squeda de Personas Desaparecidas] de que las mujeres y ni?as que m¨¢s son asesinadas son racializadas¡±, advierte. ¡°No hay un conteo, pero sabemos que la mayor¨ªa de los feminicidios en M¨¦xico son mujeres en situaci¨®n de vulnerabilidad, pobres, racializadas, con bajos niveles de estudio¡±, expone. En M¨¦xico, cada d¨ªa once mujeres son asesinadas y al menos nueve ni?as menores de 12 a?os son reportadas como desaparecidas, seg¨²n los datos del Gobierno.
¡°Hace falta un conteo diferenciado y estudios para que no solamente se digan cu¨¢ntos feminicidios hay al d¨ªa sino qui¨¦nes son las mujeres que est¨¢n matando y cu¨¢les son sus caracter¨ªsticas porque sabemos que no todas las mujeres est¨¢n en el mismo nivel de vulnerabilidad¡±, sostiene la senadora por la Ciudad de M¨¦xico. Este es solo uno ¡°de todos los retos pendientes¡± en la lucha por el reconocimiento de los derechos de todo un pueblo que hist¨®ricamente ha sido invisibilizado, donde las mujeres son doblemente violentadas, advierte. ¡°Algo con lo que se enfrenta la mujer afrodescendiente es la exotizaci¨®n de su cuerpo, de sus fenotipos: caderas anchas, pechos y labios grandes¡±, explica la senadora, que es psic¨®loga y aspirante a doctora en Ciencias Biom¨¦dicas. ¡°Muchas mujeres sufren acoso en la calle por sus fenotipos y tambi¨¦n en muchas ni?as vemos abuso sexual¡±, lamenta.
Las cifras para visibilizar esta realidad apenas llegan y no alcanzan con el censo m¨¢s reciente del Inegi, que en 2020 contabiliz¨® a alrededor de 2,5 millones de habitantes que se reconocen como afrodescendientes. Cinco a?os antes, en la encuesta intercensal de 2015 el Gobierno cont¨® a 1,2 millones. ¡°No es que seamos el doble sino que no nos estaban contando bien¡±, afirma S¨¢nchez. ¡°Desde entonces nos dimos cuenta que las mujeres afromexicanas tienen un mayor nivel de analfabetismo que las mujeres ind¨ªgenas¡±, a?ade. ¡°El nivel de salud tambi¨¦n es menor, de estudios, de tomas de decisiones¡±, contin¨²a.
¡°Creo que esta lucha debe ser tambi¨¦n dentro del feminismo, pero conociendo nuestras particularidades¡±, a?ade. ¡°Aparte de lo que nos atraviesa como racismo y discriminaci¨®n, que es parte del sistema patriarcal, ese mismo sistema nos cruza de distinta forma que a otras mujeres¡±, indica.
La legisladora conf¨ªa en la educaci¨®n, ¡°ya sea formal o informal¡±, para acabar con estas violencias. ¡°Por ejemplo, en un pueblo de Oaxaca lo que m¨¢s se necesita es educaci¨®n sexual porque muchas mujeres han sido v¨ªctimas de abuso sexual por parte de un familiar o un maestro, y no tienen la confianza de decirle a alguien porque no saben si les iban a creer o no saben que eso era una agresi¨®n sexual¡±, narra.
Aunque S¨¢nchez se reconoci¨® como afromexicana en el mismo camino que la llev¨® a la C¨¢mara alta, tambi¨¦n cree que su papel es ¡°poder abrir espacios para otras mujeres¡±. ¡°El primer paso son las acciones afirmativas para emparejar el piso, porque esto no va a ser una lucha de 6 a?os, de este sexenio o de estos a?os que quedan del decenio internacional para esta poblaci¨®n afrodescendiente que termina en 2024¡å, afirma.
Como el de ella, los or¨ªgenes de las poblaciones afromexicanas son tan diversos como el mismo pa¨ªs que desde hace dos siglos ha sido el destino de miles de migrantes afrodescendientes, apunta. ¡°Lo digo por experiencia: mi mam¨¢ a los 17 a?os migr¨® de Guerrero hacia ac¨¢ porque iba a estudiar y trabajar, como muchas otras mujeres que llegan a la Ciudad de M¨¦xico o a la periferia¡±, cuenta. Seg¨²n expone, estos movimientos migratorios son similares a la ¡°di¨¢spora obligada¡± de hace dos siglos cuando desde la capital los colonizadores distribu¨ªan a las personas que estaban siendo esclavizadas ¡°a varios puertos o zonas donde sabemos que antes se dedicaban al ganado, que ven¨ªan a hacer ese tipo de cosas que no sab¨ªan hacer las poblaciones ind¨ªgenas en ese momento¡±.
Por otro lado, apunta que M¨¦xico tambi¨¦n es un pa¨ªs de tr¨¢nsito hacia el sue?o americano para miles de personas. ¡°No hay que olvidar que ahora han venido otras olas de migraci¨®n, como la haitiana, donde vienen mujeres embarazadas, cuyos hijos aqu¨ª nacen y van a ser reconocidos como personas afromexicanas¡±. Es muy importante tener en cuenta la evoluci¨®n de esta identidad¡±. ¡°Tambi¨¦n tengo varias compa?eras que vienen de Senegal u otro pa¨ªs africano para estudiar quiz¨¢s un posgrado y aqu¨ª se quedaron¡±, cuenta.
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