Tres d¨¦cadas de avances y desaf¨ªos para la autonom¨ªa de las mujeres
Durante 2025, se conmemorar¨¢n dos momentos clave de la diplomacia y la agenda de g¨¦nero en el mundo. Tres d¨¦cadas de esfuerzos conjuntos han logrado avances importantes, pero el camino hacia una igualdad plena sigue siendo amplio

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Este a?o marca un hito en el avance hacia la igualdad de g¨¦nero, al conmemorar el 30.? aniversario de la Declaraci¨®n y Plataforma de Acci¨®n de Beijing, adoptada por 189 pa¨ªses durante la IV Conferencia Mundial de la Mujer, que marc¨® un antes y un despu¨¦s en los derechos de las mujeres. Tres d¨¦cadas de esfuerzos conjuntos han logrado avances importantes en los derechos, autonom¨ªa y empoderamiento de las mujeres, pero el camino hacia una igualdad plena sigue siendo amplio. En otras palabras, necesitamos redoblar los esfuerzos para cerrar las brechas que a¨²n persisten en diversos ¨¢mbitos de la sociedad.
Una buena oportunidad para hacerlo ser¨¢ la 69 sesi¨®n de la Comisi¨®n de la Condici¨®n Jur¨ªdica y Social de la Mujer (CSW69), que se celebrar¨¢ en Nueva York del 10 al 15 de marzo. Paralelamente, en 2025 tambi¨¦n conmemoramos el 31.? aniversario de la Convenci¨®n de Bel¨¦m Do Par¨¢, el tratado interamericano que establece por primera vez el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia. Ambos instrumentos fueron visionarios no solo en su momento, sino que contin¨²an hoy siendo la hoja de ruta m¨¢s comprensiva en materia de avance de la mujer, con plena vigencia.
Los ejes estrat¨¦gicos de Beijing y Bel¨¦m Do Par¨¢, y su atenci¨®n a los diferentes problemas que afectan a las mujeres de todas partes del mundo, dieron lugar a un esfuerzo mancomunado entre Estados y diferentes sectores de la sociedad para lograr la adopci¨®n de pol¨ªticas y marcos normativos que han permitido construir un futuro de mayores oportunidades tanto para las mujeres como para las sociedades. Sin embargo, debemos medir estos logros en un contexto en el que el progreso no ha ocurrido con la celeridad necesaria para alcanzar una igualdad real y sustantiva, incluso 30 a?os despu¨¦s. Si bien muchas iniciativas han abierto caminos y generado transformaciones en diversos ¨¢mbitos, no podemos negar que los desaf¨ªos persisten y evidencian la urgencia de redoblar esfuerzos.
Dos de las esferas de mayor relevancia dentro de la Declaraci¨®n y Plataforma de Acci¨®n de Beijing son la mujer y su relaci¨®n con la pobreza y la econom¨ªa. Si bien a nivel mundial la pobreza ha disminuido, debemos reconocer que las mujeres siguen siendo las m¨¢s afectadas. Participan en menor medida que los hombres en la fuerza de trabajo y, cuando lo hacen, trabajan menos horas remuneradas, reciben salarios inferiores y enfrentan mayores tasas de desempleo e informalidad. Tambi¨¦n dedican mucho m¨¢s tiempo a labores de cuidado no remuneradas y la violencia de g¨¦nero sigue siendo un problema que afecta su autonom¨ªa y su acceso a la educaci¨®n y al trabajo. Las mujeres afrodescendientes, ind¨ªgenas, migrantes o con discapacidad, adem¨¢s, son las que se encuentran en situaci¨®n de mayor vulnerabilidad.
Desde CAF, trabajamos con las directrices de Beijing y Bel¨¦m Do Par¨¢ para mejorar la autonom¨ªa econ¨®mica de las mujeres, un pilar esencial para lograr avances sustantivos. Esto no solo las empodera para tomar decisiones libres en todos los ¨¢mbitos de su vida, sino que es un factor necesario para acabar con la violencia de g¨¦nero al fortalecer el tejido social y contribuir al desarrollo de toda la comunidad. Algunas de las iniciativas en las que estamos avanzando se desarrollan gracias a alianzas estrat¨¦gicas como la Ley Modelo de Inclusi¨®n Financiera de las Mujeres junto a CIM/OEA, el Sello de Igualdad de G¨¦nero para Instituciones Financieras P¨²blicas con PNUD y, otras, que ya han visto la luz, fueron posibles gracias al inter¨¦s y compromiso de los gobiernos de la regi¨®n. Ese es el caso de la Agenda Econ¨®mica de Mujeres Rurales de Panam¨¢. Todo lo anterior apunta a transformar las condiciones estructurales que han perpetuado la desigualdad y a desarrollar oportunidades de crecimiento para las mujeres.
En este sentido, la CSW69 es un espacio clave, pues nos permitir¨¢ continuar construyendo alianzas con el fin de apoyar a los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe en la implementaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas inclusivas y el financiamiento con enfoque de g¨¦nero.
La conmemoraci¨®n de Beijing +30 no es solo un motivo de celebraci¨®n, sino un llamado a la acci¨®n. Debemos redoblar esfuerzos y trabajar en conjunto para que las aspiraciones de igualdad se traduzcan en realidades concretas y duraderas. Solo a trav¨¦s de un compromiso colectivo ¡ªque involucre al Estado, el sector privado, la sociedad civil y la academia¡ª podremos acelerar el avance hacia una igualdad real y sustantiva, en la que la autonom¨ªa econ¨®mica de la mujer se consolide como un motor de desarrollo y progreso para todas y todos.
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