?Est¨¢n los uruguayos en v¨ªas de extinci¨®n?

El n¨²mero de habitantes de Uruguay se estanca, los nacimientos caen en picada y se acelera el envejecimiento de la poblaci¨®n. De acuerdo con los datos preliminares del Censo 2023, en el pa¨ªs sudamericano hay 3.444.263 personas, tan solo el 1% m¨¢s de lo registrado en 2011. El magro aumento de la poblaci¨®n se explica, seg¨²n las cifras presentadas la semana pasada, por la llegada de casi 62.000 inmigrantes. Esta tendencia, que es hist¨®rica, se dispar¨® en los ¨²ltimos a?os y dio pie a presagios apocal¨ªpticos. ¡°Somos un pueblo de viejos, con peligrosos signos de extinci¨®n¡±, hab¨ªa dicho en 2011 el expresidente uruguayo Jos¨¦ Mujica, en ocasi¨®n del censo anterior.

En 2011 en Uruguay hab¨ªan nacido 46.000 personas. Aquel a?o el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) proyectaba el nacimiento de unas 44.000 para 2022, pero los nuevos uruguayos fueron apenas 32.000. ¡°Cada ni?o va a ser muy precioso¡±, afirm¨® Diego Aboal, director del INE, en el acto de presentaci¨®n del Censo 2023. All¨ª se explic¨® que la desaceleraci¨®n del crecimiento poblacional es un fen¨®meno global, que en Uruguay comenz¨® a registrarse desde 1985 y se agudiz¨® con la ca¨ªda de los nacimientos a partir de 2016. En estos siete a?os la tasa global de fecundidad, que mide la cantidad promedio de hijos por mujer, cay¨® de 2,0 a 1,2.

¡°El descenso de la fecundidad se da en la direcci¨®n esperada, pero con un ritmo inesperadamente veloz¡±, dice a EL PA?S Ignacio Pardo, doctor en Sociolog¨ªa e investigador del Programa de Poblaci¨®n de la Facultad de Ciencias Sociales (Universidad de la Rep¨²blica). M¨¢s de la mitad de ese descenso se dio entre mujeres menores de 25 a?os, contin¨²a Pardo, lo que incluye la ca¨ªda de los embarazos adolescentes no intencionales. ?Qu¨¦ ha ocurrido? Ha habido una mayor capacidad para planificar, explica, pol¨ªticas p¨²blicas espec¨ªficas y la masificaci¨®n de m¨¦todos como el implante anticonceptivo subd¨¦rmico, entregado y colocado sin costo en la sanidad p¨²blica.

En el resto de las edades, la ca¨ªda de la fecundidad es multicausal. Pardo menciona, entre otros, los problemas para conciliar el trabajo remunerado con la crianza de los hijos o la ¡°puesta en cuesti¨®n¡± de la maternidad como un plan superior a todos los dem¨¢s. Tambi¨¦n la incertidumbre laboral o conyugal pudo haber influido en muchas mujeres, que en total conforman el 52% de la poblaci¨®n. ¡°Quiz¨¢s algunas de estas dimensiones se modifiquen y la fecundidad no sea siempre tan baja, pero es altamente probable que no vuelva a estar arriba de los dos hijos por mujer en promedio¡±, a?ade el investigador.

¡°Es un escenario al que hay que adaptarse m¨¢s que combatir, para concentrar los esfuerzos en el bienestar de la poblaci¨®n en este contexto demogr¨¢fico¡±, sostiene. Pardo se distancia de las posturas alarmistas que pronostican una eventual extinci¨®n de los uruguayos, como ocurre entre algunos pol¨ªticos o acad¨¦micos. Lo vaticin¨® Mujica en 2011 y m¨¢s adelante Benjam¨ªn Nahum, connotado historiador: ¡°Los nacimientos no cubren la tasa de mortalidad de la poblaci¨®n uruguaya. ?Eso qu¨¦ quiere decir? Que se puede hacer la cuenta matem¨¢tica para saber cu¨¢ndo los uruguayos vamos a desaparecer¡±, dec¨ªa Nahum al peri¨®dico local El Pa¨ªs, en 2017.

En este contexto el alarmismo es habitual, comenta Pardo, atribuible a cierta nostalgia por el ¡°aparente poder¨ªo¡± de las poblaciones crecientes, distintas al caso uruguayo. Uruguay lleg¨® a los 3 millones en 1986 y actualmente, con menos de 3,5 millones, ¡°asiste al fin de su crecimiento poblacional¡±, se?ala. La tendencia ha sido permanente ¡°en distintas velocidades¡±, marcada por la tasa de fecundidad hist¨®ricamente baja en una poblaci¨®n mayoritariamente urbana. Sobre esto ¨²ltimo, la tendencia tambi¨¦n es categ¨®rica: el 96% de los uruguayos vive en ciudades, concentr¨¢ndose en las principales capitales de la costa sur del pa¨ªs.

Los responsables del censo coincidieron en que la baja tasa de natalidad fue el factor que m¨¢s ha influido en el estancamiento de la poblaci¨®n. Desde 2021, adem¨¢s, murieron m¨¢s personas de las que nacieron: 39.000 frente a 32.000. Por otro lado, la emigraci¨®n no fue mencionada como un causal de peso en este detenimiento, como pudo serlo en otros tiempos. De hecho, casi 600.000 uruguayos residen actualmente en el exterior. Los expertos en demograf¨ªa estiman que en este periodo intercensal 2011-2023, el n¨²mero de personas que emigr¨® ser¨ªa similar al que retorn¨®. De modo que esa corriente no habr¨ªa movido la aguja en t¨¦rminos demogr¨¢ficos, algo que s¨ª ocurri¨® levemente con la llegada de nuevos extranjeros.

¡°Si no fuera por la inmigraci¨®n ser¨ªamos menos¡±, dijo Isaac Alfie, presidente de la Comisi¨®n Nacional de Censo, en la presentaci¨®n de los resultados preliminares. En los ¨²ltimos 12 a?os, casi 62.000 personas nacidas en el exterior se instalaron en Uruguay, provenientes sobre todo de Venezuela (27%), Argentina (22%) y Cuba (20%). Este movimiento migratorio permiti¨® que la poblaci¨®n uruguaya creciera un ajustado 1% y evit¨® que se redujera. ¡°Ojal¨¢ hayamos entrado en una nueva ola de inmigraci¨®n que le permita al pa¨ªs sostener su poblaci¨®n e incrementarla¡±, remarc¨® Alfie. En total, el 3% de la poblaci¨®n que vive en suelo uruguayo naci¨® en el exterior.

Cap¨ªtulo aparte mereci¨® el acelerado envejecimiento de la poblaci¨®n de Uruguay. En ese sentido, los datos presentados muestran que en 2004 la edad media de los uruguayos era de 29 a?os, mientras que en 2023 es de 38 a?os. Asimismo, reflejan que el 16% tiene m¨¢s de 65 a?os; que son m¨¢s de 26.000 los mayores de 90 a?os y 822 los mayores de 100, el doble que en 2004. ¡°Tenemos desaf¨ªos en pol¨ªticas p¨²blicas de salud y educaci¨®n, cuidados y seguridad social¡±, remarc¨® Aboal, director del Instituto Nacional de Estad¨ªstica. Y especific¨®: ¡°Vamos a tener que tomar medidas si queremos mantener el Estado de bienestar que tenemos, con menos gente trabajando¡±.

Una poblaci¨®n que no crece, insiste el soci¨®logo Pardo, no necesariamente est¨¢ en problemas. ¡°Los eventuales problemas, en mi opini¨®n, deben buscarse en los niveles de bienestar y desigualdad de las sociedades, que se vinculan con lo demogr¨¢fico, pero no en un sentido lineal¡±, apunta. En el caso de Uruguay, Pardo ejemplifica esa desigualdad con la pobreza infantil que afecta a aproximadamente a 157.000 menores. ¡°Tiene sentido concentrar esfuerzos en los ni?os ya nacidos, m¨¢s que incentivar posibles nacimientos futuros, dado que tampoco es muy claro en qu¨¦ medida esas pol¨ªticas pueden funcionar¡±, concluye.