Pol¨ªticas sobre drogas: fracasos profundos, revisiones urgentes
Pese a los pasos positivos dentro de la ONU, a¨²n estamos lejos de una revisi¨®n global de las pol¨ªticas sobre drogas
Cada vez se reconoce m¨¢s que la llamada guerra contra las drogas ha fracasado por completo para conseguir un mundo libre de drogas y de reducir el tama?o y el alcance de los mercados de drogas ilegales.
Por el contrario, las pol¨ªticas y pr¨¢cticas punitivas en materia de drogas han causado innumerables violaciones a los derechos humanos, han perjudicado la salud de millones de personas y han socavado la seguridad, la econom¨ªa y el tejido social de comunidades ...
Cada vez se reconoce m¨¢s que la llamada guerra contra las drogas ha fracasado por completo para conseguir un mundo libre de drogas y de reducir el tama?o y el alcance de los mercados de drogas ilegales.
Por el contrario, las pol¨ªticas y pr¨¢cticas punitivas en materia de drogas han causado innumerables violaciones a los derechos humanos, han perjudicado la salud de millones de personas y han socavado la seguridad, la econom¨ªa y el tejido social de comunidades en todo el mundo. Este enfoque punitivo tambi¨¦n ha restringido innecesariamente la disponibilidad de medicamentos controlados que son esenciales para aliviar el dolor, al tiempo que ha impedido el acceso a los servicios sanitarios m¨¢s b¨¢sicos a las personas que consumen drogas. En pleno siglo XXI el 80% de la poblaci¨®n mundial no tiene acceso a medicamentos para el dolor.
Ese fue, esencialmente, el enfoque de la Declaraci¨®n Ministerial del 2019 (Viena, Comisi¨®n de Estupefacientes de la ONU) al fijar los objetivos de la comunidad internacional sobre pol¨ªticas globales de drogas para los siguientes 10 a?os. Est¨¢n por cumplirse cinco a?os de esa declaraci¨®n ministerial y los Estados har¨¢n el 2024 una revisi¨®n de ¡°medio t¨¦rmino¡± de la declaraci¨®n.
Los resultados, a casi cinco a?os, son brutalmente desalentadores por lo que esa revisi¨®n es trascendental. Se tendr¨ªa que avanzar en un transparente an¨¢lisis de la realidad y con base en evidencias. Y tomar en consideraci¨®n progresos expresados en tiempos recientes en la propia ONU: Asamblea General, Comisi¨®n de Estupefacientes y el Consejo de Derechos Humanos.
Deber¨ªa ser esa ocasi¨®n, la del 2024, una en la que se defina una pol¨ªtica sobre drogas alineada a los objetivos de desarrollo sostenible del 2030 y consistente con los derechos a la salud, los derechos humanos y el desarrollo.
A lo largo de mi carrera como abogado, juez interamericano, ministro de Estado y experto en derechos humanos, he visto de primera mano c¨®mo en los pa¨ªses latinoamericanos y en todo el mundo los esfuerzos de control de drogas altamente punitivos han sido un motor clave de violencia y encarcelamiento masivo, especialmente para las mujeres, las minor¨ªas raciales y ¨¦tnicas y personas que viven en la pobreza. Tambi¨¦n he sido testigo de c¨®mo la prohibici¨®n de las drogas ha socavado los derechos tradicionales, culturales y ancestrales de pueblos ind¨ªgenas, especialmente en las zonas de cultivo de coca.
En v¨ªsperas de la llamada ¡°revisi¨®n intermedia¡± del 2024, el Consorcio Internacional sobre Pol¨ªticas de Drogas (IDPC) ha elaborado un ¡°informe sombra¡± (alternativo). Este, presentado p¨²blicamente este martes 5 de diciembre, apunta a evaluar los resultados de lo adoptado en la Declaraci¨®n Ministerial de 2019. La Comisi¨®n Global sobre Pol¨ªticas de Drogas, de la que me enorgullece formar parte, es una voz l¨ªder en el tema de pol¨ªticas de drogas y contribuye al trabajo del IDPC
El crudo informe de IDPC es particularmente s¨®lido e impactante. Muestra, con s¨®lidas evidencias, que las pol¨ªticas sobre drogas no han sido efectivas en la prohibici¨®n y erradicaci¨®n de los mercados ilegales de drogas o en impactar sobre su conexi¨®n con la inseguridad ciudadana, la violencia o el crimen organizado.
La revisi¨®n de ¡°medio t¨¦rmino¡± que har¨¢n los Estados el pr¨®ximo a?o es, por ello, trascendental. Para esa ocasi¨®n se tendr¨ªa que avanzar en un an¨¢lisis transparente de la realidad y con base en evidencias. Y tomando en consideraci¨®n progresos expresados en tiempos recientes en la Asamblea General de la ONU, la Comisi¨®n de Estupefacientes y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Deber¨ªa ser esa ocasi¨®n, la del 2024, una en la que se defina una pol¨ªtica sobre drogas alineada a los objetivos de desarrollo sostenible del 2030 y consistente con los derechos a la salud, los derechos humanos y el desarrollo.
Resulta alentador ver que estos llamamientos est¨¢n creciendo entre los Estados miembros y en el seno de ¨®rganos de la propia ONU. Entre ellos importantes pasos recientes del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y de un amplio abanico de mecanismos de derechos humanos dentro de la organizaci¨®n.
En octubre del 2022 el Comit¨¦ de Derechos Econ¨®micos, Sociales y Culturales de la ONU produjo un comentario general sobre el ¡°impacto de las pol¨ªticas de drogas en los derechos econ¨®micos, sociales y culturales¡±. El comit¨¦ analiz¨® c¨®mo las pol¨ªticas de drogas prevalecientes permean m¨²ltiples aspectos de la vida y plantean retos que tienen que ser abordados.
En diciembre de 2022 una llamada ¡°resoluci¨®n ¨®mnibus¡± fue adoptada en la Asamblea General. Contiene importantes avances en materia de derechos humanos, particularmente en los derechos ind¨ªgenas y en la justicia racial. Viene a ser el primer documento oficial de la ONU que abandona la obsoleta ilusi¨®n de un ¡°mundo libre de drogas¡±.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, por su lado, ha adoptado tres resoluciones sobre el tema. La m¨¢s reciente -2023- sobre las repercusiones de las pol¨ªticas de drogas en los derechos humanos (A/HRC/52/L.61). Fue el paso m¨¢s ambicioso y progresista adoptado hasta la fecha dentro de la ONU sobre pol¨ªticas de drogas. Utiliza expl¨ªcitamente los t¨¦rminos ¡°control de da?os¡±.
Pese a los pasos positivos dentro de la ONU, a¨²n estamos lejos de una revisi¨®n global de las pol¨ªticas sobre drogas. El primer reto es garantizar que la revisi¨®n intermedia en la Comisi¨®n de Estupefacientes en marzo de 2024, permita un debate honesto sobre el enfoque internacional de las drogas en el que se reconozcan los fallos y se destaquen los recientes avances que se est¨¢n produciendo en todo el mundo y dentro del propio sistema de la ONU.
La ¡°revisi¨®n intermedia¡± del 2024 deber¨ªa sentar las bases para un proceso de reforma profunda y sistem¨¢tica que se deshaga del paradigma mundial punitivo y proteja la salud, el bienestar y los derechos humanos de las personas en todo el mundo, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Comisi¨®n Global sobre Pol¨ªticas de Drogas
La Comisión Global sobre Políticas de Drogas fue creada el 2011 por un grupo de personalidades de diferentes regiones del mundo para analizar y formular propuestas sobre las políticas sobre drogas. Está actualmente integrada y conducida por una diversidad de ex jefes de Estado y Gobierno, premios Nobel y personalidades destacadas en asuntos públicos. Su misión es “cambiar el rumbo”, pasar de la prohibición de drogas a la regulación por el Estado, respectando – efectivamente - las obligaciones de derechos humanos. En su último informe sobre “HIV, Hepatitis y Reforma de las Políticas de Drogas” muestra, por ejemplo, cómo la detención no ayuda ante las epidémicas sanitarias y, más bien, afecta el derecho a la salud de las personas que usan drogas.
Presidida actualmente por Helen Clark, ex primera ministra de Nueva Zelanda, tiene entre sus integrantes una variedad de ex presidentes/as y ex jefes de gobierno. Entre ellos/as destacan Ruth Dreifuss (Suiza), Fernando Henrique Cardoso (Brasil); Geoff Gallop (Australia); Cesar Gaviria (Colombia); Aleksander Kwa?niewski (Polonia); Ricardo Lagos (Chile); Kgalema Motlanthe (Sudáfrica); Olusegun Obasanjo (Nigeria); George Papandreou (Grecia); Michèle Pierre-Louis (Haití); José Ramos-Horta (Timor-Leste) y premio Nóbel; Juan Manuel Santos, (Colombia) y premio Nóbel); Ernesto Zedillo (México) y Javier Solana ex Alto Representante de la Unión Europea para una Política Común y de Seguridad.
Además de exjefes de Estado o de gobierno, se encuentran, también, personalidades destacadas como Mario Vargas Llosa, escritor y premio Nóbel; Louise Arbour, ex Alta Comisionada de la ONU sobre Derechos Humanos; Mohamed El Baradei, premio Nobel y ex Director General de la Agencia Internacional de Energía Atómica; y Jane Philpott, ex ministra de Salud de Canadá