De las rutas del narco a la tentaci¨®n de Bukele: claves de la crisis de violencia en Ecuador
La emergencia se recrudece tras la fuga de dos criminales que operan para los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generaci¨®n
En Ecuador, la transici¨®n de una chispa a un incendio apenas dura un segundo. Es una constante desde hace a?os y ocurre en el ¨¢mbito pol¨ªtico, en el de las protestas sociales y, con especial virulencia, el de la seguridad. Por eso el estado de excepci¨®n decretado el lunes por el presidente Daniel Noboa para endurecer el combate contra el crimen organizado no representa, de por s¨ª, una situaci¨®n tan extraordinaria. Su antecesor, Guillermo Lasso, aplic¨® la misma medida 20 veces en apenas dos a?os y medio. Precisamente esa frecuencia ilustra la gravedad de la crisis de violencia que asfixia al pa¨ªs sudamericano.
Porque cada chispa provoca un nuevo incendio y cada fuego se suma al anterior. Hasta desbordar a las autoridades, como ha sucedido. Las principales bandas criminales, en guerra por el control de las rutas del narco y a su vez en guerra con el Estado, siembran el terror en una escalada que ha llevado al mandatario, que asumi¨® el cargo a finales de noviembre, a dar un paso m¨¢s: reconocer la existencia de un ¡°conflicto armado interno¡± y disponer la intervenci¨®n de las fuerzas militares. Estas son algunas claves de una de las mayores emergencias de Latinoam¨¦rica.
Las fugas que activaron la cadena de ataques
La jornada de caos, abusos y violencia que empez¨® con la irrupci¨®n de un comando armado de encapuchados en un plat¨® de TC Televisi¨®n se origin¨® tras la fuga de los cabecillas de dos bandas rivales. El domingo, las autoridades informaron de la huida de Jos¨¦ Adolfo Mac¨ªas Villamar, alias Fito, considerado el criminal m¨¢s peligroso de Ecuador, que se esfum¨® de la c¨¢rcel de Guayaquil.
El mundo escuch¨® por primera vez el nombre del l¨ªder de Los Choneros, un grupo al servicio del cartel mexicano de Sinaloa, despu¨¦s del asesinato en agosto del candidato presidencial Fernando Villavicencio. El pol¨ªtico hab¨ªa puesto en la lupa el avance del crimen organizado y hab¨ªa denunciado amenazas del delincuente. ¡°Si yo sigo mencionando a Fito y mencionando a Los Choneros me van a quebrar¡±, advirti¨® Villavicencio.
Tras la fuga de Fito se produjo otra, la de Fabricio Col¨®n Pico, miembro de Los Lobos, una organizaci¨®n vinculada al Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG). Las dos evasiones activaron fuertes despliegues policiales. La cadena de ataques y atentados que dej¨® al menos 10 diez muertos en un d¨ªa, entre ellos dos polic¨ªas, ten¨ªa como prop¨®sito la retirada de las fuerzas de seguridad. Un mensaje mafioso de abierto desaf¨ªo al Estado que ahora da paso a una guerra incipiente.
?Cu¨¢ndo y por qu¨¦ empez¨® el colapso de la seguridad?
La crisis se agrav¨® durante la pandemia de covid-19, cuando las bandas criminales ecuatorianas ganaron terreno mientras aumentaba la penetraci¨®n de los dos principales carteles mexicanos. Su objetivo es hacerse con el control del ¨¢rea metropolitana de Guayaquil, la ciudad m¨¢s poblada del pa¨ªs y un puerto clave para las rutas internacionales del narcotr¨¢fico que arrancan en las selvas de Colombia y de la regi¨®n andina y llegan a Estados Unidos y Europa.
Las c¨¢rceles son una base de operaciones crucial para este negocio, que no subsistir¨ªa sin un c¨®ctel de miseria, corrupci¨®n estructural y rivalidad entre grupos competidores. Los motines se han multiplicado en Ecuador desde que en 2021 una masacre dejara a 79 presos decapitados en la Penitenciar¨ªa del Litoral. Ese fue el punto de inflexi¨®n en un pa¨ªs que antes figuraba entre uno de los m¨¢s seguros de Am¨¦rica Latina.
Pero la atrocidad de lo que ocurre entre rejas tiene tambi¨¦n su reflejo en las calles del pa¨ªs, donde millones de personas est¨¢n obligadas a convivir con el abismo de la violencia. Las estad¨ªsticas no tienen precedentes: 40 asesinatos cada 100.000 habitantes, unos n¨²meros que sol¨ªan corresponder a los peores a?os de Venezuela. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) indica que en 2017, al final del mandato de Rafael Correa, ¡°la tasa de homicidios de Ecuador estaba en 5,78, una de las m¨¢s bajas de la regi¨®n¡±.
Una de las claves del ¨¦xito de ese modelo fue la gesti¨®n del Ministerio del Interior y de la Polic¨ªa Nacional, que, seg¨²n recuerda el informe, ¡°iniciaron un ambicioso programa de reforma¡±. ¡°El programa comprendi¨® el potenciamiento de sus capacidades en varios aspectos, como el modelo descentralizado de prestaci¨®n de servicios, el perfil del talento humano, inversiones en infraestructura, veh¨ªculos, equipamiento, comunicaciones, entre otros¡±. El desmoronamiento de ese modelo se debi¨® a una mezcla de factores que van del cambio de las pol¨ªticas p¨²blicas al giro de las prioridades que se dio durante la pandemia y gener¨® un abandono en materia de seguridad, pasando por la creciente internacionalizaci¨®n de los carteles mexicanos.
La tentaci¨®n de un modelo autoritario
El martes por la noche, el almirante Jaime Vela Erazo, jefe del comando conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador, difundi¨® un mensaje junto a la ministra de Gobierno y del Interior, el ministro de Defensa y el comandante de la Polic¨ªa Nacional en el que dejaba claro que una veintena de estructuras criminales ¡°se han convertido en un objetivo militar¡±. La poblaci¨®n, que vot¨® conmocionada por el asesinato de Villavicencio, demanda una respuesta contundente de las autoridades. El presidente Noboa, un pol¨ªtico de 36 a?os y filiaci¨®n ideol¨®gica neoliberal, anunci¨® un plan, bautizado como F¨¦nix, del que apenas se conocen detalles.
En cualquier caso, ya resuena el nombre del presidente salvadore?o, Nayib Bukele, que logr¨® debilitar a las maras a cambio de un profundo deterioro de los derechos humanos y de las libertades fundamentales en el pa¨ªs centroamericano. ¡°Ya hemos finalizado las conversaciones con grupos internacionales que hicieron las c¨¢rceles en El Salvador¡±, asegur¨® Noboa hace d¨ªas al prometer que la construcci¨®n comenzar¨ªa en enero. Adem¨¢s, durante la campa?a electoral, el mandatario prometi¨® la compra de barcos-c¨¢rceles para aislar a m¨¢s de 120 kil¨®metros de la costa a los criminales m¨¢s peligrosos. Y mientras se intensifica el debate en los sectores pol¨ªticos m¨¢s radicales sobre la liberalizaci¨®n de la venta de armas, ya flexibilizada por Guillermo Lasso, organismos internacionales en defensa de los derechos humanos recuerdan a Noboa su responsabilidad ante la crisis.
¡°Seguimos con inmensa preocupaci¨®n los graves hechos de violencia cometidos por bandas delincuenciales. Para enfrentar el crimen organizado, Ecuador necesita fortalecer su capacidad de judicializaci¨®n, controlar c¨¢rceles, e investigar lavado de activos y corrupci¨®n¡±, se?al¨® Juanita Goebertus, directora de la divisi¨®n de las Am¨¦ricas de Human Rights Watch (HRW). ¡°La decisi¨®n de caracterizar un contexto como conflicto armado interno debe ser siempre t¨¦cnica y basada en el derecho internacional humanitario. De lo contrario, se ponen en riesgo los derechos de la ciudadan¨ªa¡±, advirti¨®.
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