Rafael Correa: ¡°El equipo de Daniel Noboa es de muy bajo nivel¡±
El expresidente, que ha fracasado en su intento de poner a alguien de su confianza en las dos ¨²ltimas elecciones presidenciales, exige una depuraci¨®n inmediata de las fuerzas de seguridad, infiltradas por el crimen organizado
La pol¨ªtica ecuatoriana sigue todav¨ªa girando alrededor de Rafael Correa, un presidente que gobern¨® entre 2007 y 2017. En el camino cambi¨® por completo al pa¨ªs y dej¨® un sucesor que, como suele ocurrir, rompi¨® con ¨¦l y no continu¨® con su legado. Una historia tan vieja como la vida misma. En las siguientes elecciones, Correa, a trav¨¦s de su movimiento, Movimiento Ciudadano, lanz¨® un candidato que no triunf¨®. El pa¨ªs eligi¨® entonces a un banquero llamado Guillermo Lasso buscando estabilidad y la pericia econ¨®mica de un empresario, pero sus dos a?os y medio de mandato han resultado un aut¨¦ntico fracaso. La antesala del abismo.
Ecuador se ha sumido en los ¨²ltimos tres a?os en una espiral de violencia que lo ha convertido en una de las naciones m¨¢s peligrosas del mundo. Todo ha ocurrido en un abrir y cerrar de ojos. Hace tres meses, Correa, exiliado en B¨¦lgica por una condena que ¨¦l considera una persecuci¨®n judicial, volvi¨® a intentar colocar a alguien de su cuerda en las elecciones pasadas, en concreto a una mujer fiel y comprometida a su causa, seguro de que esta vez no lo iban a traicionar. Estuvo cerca del triunfo, pero al final el Gobierno qued¨® en manos de Daniel Noboa, el hijo del hombre m¨¢s rico del pa¨ªs. Noboa lidia estas ¨²ltimas semanas con una crisis de seguridad sin precedentes dentro de sus fronteras.
En medio de este periodo de confusi¨®n, la gente quiere saber qu¨¦ tiene que decir Correa. Su nombre provoca una gran polarizaci¨®n. Los hay que no quieren que vuelva a ejercer de presidente bajo ning¨²n concepto, aunque para ello tendr¨ªa que recibir un indulto. Y los hay que lo ven como el pol¨ªtico que consigui¨® una gran mejora del pa¨ªs gracias al boom del petr¨®leo y las materias primas. En cualquier caso, siempre est¨¢ en medio de cualquier discusi¨®n. La de ahora es urgente. Ecuador se ha convertido en el principal exportador mundial de coca¨ªna. El dinero le llueve a las pandillas, asociadas con los grandes carteles mexicanos.
¡°Los carteles de la droga miraron al sur porque perdieron mercado en Estados Unidos y quisieron meter m¨¢s coca¨ªna por aqu¨ª. Con el debilitamiento del Estado, entraron como Pedro por su casa. Y se aliaron con Los Choneros y los Lobos. Crecieron, se fortalecieron, se armaron con bazucas, y ocurri¨® algo que no hab¨ªa sucedido nunca: infiltraron el Estado. Amenazan fiscales, infiltraron las fuerzas armadas, la polic¨ªa sobre todo, y hasta el Gobierno de Guillermo Lasso. Llevamos siete a?os de destrucci¨®n sistem¨¢tica (desde que ¨¦l abandon¨® la presidencia). Pasamos de 700 asesinatos al a?o a 7.800¡±, cuenta por videoconferencia.
Correa, un hombre pasional y seguro de s¨ª mismo, con un toque quijotesco, muestra gr¨¢ficas con datos a trav¨¦s de la pantalla. Len¨ªn Moreno, su sucesor, le culpa de todo lo que ha ocurrido a posteriori. Moreno cree que Correa sembr¨® las bases de la destrucci¨®n que ha ocurrido a continuaci¨®n. Correa, sin embargo, dej¨® su Gobierno con unos niveles de seguridad radicalmente distintos a los de la actualidad. ?l cree que fue Len¨ªn el que desbarat¨® la estructura del Estado para tratar de borrar su herencia. ¡°Desmantelaron todo lo que hab¨ªamos construido. Nosotros ten¨ªamos seis sectores del poder ejecutivo. Uno era el de seguridad, que coordinaba todas las instancias involucradas, como la polic¨ªa, la inteligencia. Eliminaron el ministerio de Justicia. En 2018, para hacernos da?o, dieron un golpe de Estado (en sentido metaf¨®rico), se tomaron tres de las cinco instancias del Estado. Destrozaron toda la institucionalidad, solo para perseguirnos¡±, carga Correa contra Len¨ªn.
Volviendo a la situaci¨®n actual, Correa cree que este periodo requiere de ¡°grandes soluciones, siempre respetando los derechos humanos¡±. Cree que debe producirse una depuraci¨®n ¡°total¡± de las fuerzas armadas, que han sido infiltradas por el narco. Sobre todo en la marina. ¡°Todo el mundo sabe de donde viene la droga, por el Putumayo, por el r¨ªo. ?Por qu¨¦ no se controla? Todo el mundo por donde sale, por el r¨ªo Guayas en cajas de banano. Lamentablemente, hay una complicidad del Estado. Toca una gran depuraci¨®n, hay que jugarse la vida, hay que hacerlo¡±.
Cuando ¨¦l lleg¨® al poder se comet¨ªan en el pa¨ªs 18 homicidios por cada 100.000 habitantes y los baj¨® hasta los 5,8. Ahora se producen m¨¢s de 40, todo un r¨¦cord nacional. Correa sostiene que es urgente recuperar el control de las c¨¢rceles, donde las pandillas ejercen un poder absoluto. Las fuerzas de seguridad, en teor¨ªa, han recuperado en esta ¨²ltima semana el dominio de las prisiones, pero los expertos en seguridad consideran que en breve todo volver¨¢ a la normalidad, es decir, al gobierno de los criminales en el interior. Desde ah¨ª, como si fuera un call center, los presos se pasan 24 horas haciendo llamadas para extorsionar a ciudadanos. ¡°Pues hay que usar inhibidores, aislarlos, que no dirijan desde ah¨ª el narco¡±, propone Correa. A su entender, tampoco resulta efectivo que 5.000 polic¨ªas se dediquen a tareas burocr¨¢ticas en vez de estar en la calle.
El crimen organizado, contin¨²a el expresidente, se combate con inteligencia, algo que ¡°fue destrozado¡± despu¨¦s de su marcha. Ve El Salvador como un ejemplo de que se pueden controlar a las pandillas, aunque Nayib Bukele, su presidente, ¡°haya pasado algunas l¨ªneas rojas¡±. Noboa, que tambi¨¦n sabe que el ejemplo de Bukele atrae a muchos votantes hartos de la inseguridad, ha anunciado la construcci¨®n en unos seis meses de dos c¨¢rceles de alta seguridad similares a las de El Salvador. ¡°Hay que recuperar la institucionalidad del Estado y rodearse de un equipo de gente capaz. Esa es la tarea del presidente, aunque el equipo de Noboa es de muy bajo nivel¡±, prosigue.
A Correa le reprochan que desmantelara en 2009 una base americana instalada en Manta, que se dedicaba a tareas de inteligencia y vigilancia. O que multiplicara por cuatro el n¨²mero de presos con una modificaci¨®n en el c¨®digo civil, presos que acabaron convirti¨¦ndose en pandilleros para sobrevivir ah¨ª dentro. Incluso que en 2009 negociara con las bandas m¨¢s importantes, las legaliz¨® y apoy¨® a pandilleros para que se reintegrasen a la vida civil. Al expresidente le parece absurdo que en 2024, 15 a?os despu¨¦s se est¨¦ hablando del cierre de la base militar, no cree que tenga ninguna relaci¨®n con la crisis actual; ni que el hecho de aumentar la poblaci¨®n carcelaria tuviese ese efecto, a su modo de ver fue una forma de limpiar las calles; y, por ¨²ltimo, defiende la pacificaci¨®n con las bandas, cree que fue un ¨¦xito porque la mayor¨ªa desaparecieron, salvo los Latin King.
Est¨¢ convencido de que se puede llevar a cabo otra negociaci¨®n con las pandillas siempre y cuando ¡°no se deje en impunidad los cr¨ªmenes y los asesinatos¡±. Se podr¨ªa producir una desmovilizaci¨®n de estas que beneficiasen al pa¨ªs. Correa fue un presidente muy personalista al que muchos achacaban sus dejes autoritarios. ?Hay una falta de liderazgo hoy d¨ªa? ¡°S¨ª, es una deficiencia¡±, dice. ¡°Si Evo Morales es reelecto es un dictador. Si lo es Merkel cuatro veces resulta que es una lideresa. En estos pa¨ªses hace falta un liderazgo que inspire, que organice. Pero si sabes liderar y tomar decisiones, eres un autoritario, un cacique. Un pa¨ªs institucionalizado como Estados Unidos marcha solo, aqu¨ª se requieren esos liderazgos¡±.
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