Historiadores uruguayos condenan la eliminaci¨®n del concepto ¡°terrorismo de Estado¡± en secundaria
El nuevo programa educativo habla de ¡°suspensi¨®n y avasallamiento de las garant¨ªas constitucionales¡± al referirse a la dictadura que gobern¨® entre 1973 y 1985
El organismo rector de la ense?anza en Uruguay ha resuelto no llamar terrorismo de Estado al terrorismo de Estado perpetrado por el r¨¦gimen c¨ªvico militar que gobern¨® este pa¨ªs entre 1973 y 1985. Este a?o, el emblem¨¢tico concepto ha sido eliminado de uno de los programas de historia de secundaria y sustituido por la expresi¨®n ¡°suspensi¨®n y avasallamiento de las garant¨ªas constitucionales¡±, sin que mediara explicaci¨®n. La modificaci¨®n fue advertida por los docentes a pocos d¨ªas del comienzo de clases y motiv¨® la reacci¨®n de la Asociaci¨®n de Profesores de Historia del Uruguay. ¡°El cambio no es inocente¡±, sostienen en un comunicado.
Para la agrupaci¨®n de profesores se trata de una ¡°intervenci¨®n pol¨ªtica e ideol¨®gica¡± sobre hechos hist¨®ricos, que tambi¨¦n se intent¨® introducir en 2022. En ese entonces, explican, la direcci¨®n de educaci¨®n, que cuenta con mayor¨ªa oficialista (centroderecha), busc¨® suprimir la noci¨®n terrorismo de Estado en uno de los programas, pero el cambio no prosper¨®. Esta vez se concret¨®, sin la anuencia del profesorado, a finales de 2023. Los profesores aseguran que el concepto figuraba en la versi¨®n preliminar aprobada en noviembre por t¨¦cnicos y docentes, pero fue eliminado del programa definitivo, ahora publicado en el portal de ANEP (Administraci¨®n Nacional de Educaci¨®n P¨²blica).
En el comunicado difundido d¨ªas atr¨¢s, la asociaci¨®n de profesores de Historia condena este tipo de decisiones ¡°que afectan el abordaje del pasado reciente¡±, porque alejan los contenidos de la producci¨®n historiogr¨¢fica nacional e internacional. En ese sentido, recuerda que el concepto ¡°terrorismo de Estado¡± es el usado por la historiograf¨ªa y las ciencias sociales ¡°para describir y analizar las violaciones a los derechos humanos¡± cometidas por las dictaduras que ocurrieron en la segunda mitad del siglo XX en Am¨¦rica Latina. Este cambio, expresa la nota, lesiona la condici¨®n laica y cient¨ªfica de la ense?anza de la Historia.
Los profesores tambi¨¦n criticaron la introducci¨®n en el programa de un ¨ªtem denominado ¡°los movimientos guerrilleros y las violaciones a los derechos humanos¡±. ¡°Esta afirmaci¨®n carece de fundamentos, dado que desconoce innumerable normativa legal y bibliograf¨ªa¡±, dice el comunicado. Al respecto, los historiadores han explicado que los actos violentos ejercidos por los grupos armados constituyen delitos previstos en el C¨®digo Penal, pero legalmente no configuran violaciones a los derechos humanos. Estos solo pueden ser infringidos por el aparato estatal, responsable de protegerlos. ¡°Es el Estado quien puede cometer violaciones a los derechos humanos¡±, afirman.
Este ¨²ltimo aspecto de la denuncia de los docentes qued¨® postergado de la conversaci¨®n p¨²blica en Uruguay, que en estos d¨ªas fue acaparada por la eliminaci¨®n de la expresi¨®n terrorismo de Estado del programa de Historia. ¡°[El terrorismo de Estado] Est¨¢ fuera de discusi¨®n¡±, dijo el precandidato presidencial del Frente Amplio (centroizquierda), Yamand¨² Orsi, cuando la prensa le pregunt¨® por la decisi¨®n del organismo rector de la educaci¨®n. Profesor de Historia, Orsi dijo estar sorprendido de que los hechos se relativicen y prefiere pensar que la medida se tom¨® por desconocimiento. ¡°Creo que se equivocan por desconocimiento, que tambi¨¦n es preocupante. Si fuera otra cosa me dar¨ªa p¨¢nico¡±, agreg¨®.
Las autoridades de la ense?anza sostienen que la modificaci¨®n apunta a proteger el acceso a la verdad. ¡°No fue con ¨¢nimo de ocultar el terrorismo de Estado, sino de inscribirlo en una realidad social, pol¨ªtica e hist¨®rica m¨¢s amplia¡±, dijo Juan Gabito, integrante del consejo directivo de la ANEP por el oficialista Partido Nacional. En un programa de debate del canal 12, Gabito se?al¨® que la propuesta de los docentes era ¡°parcial e incompleta¡± porque aterrizaba el concepto ¡°terrorismo de Estado¡± sin tomar en cuenta los antecedentes hist¨®ricos. ¡°Muchos fueron v¨ªctimas del terrorismo de Estado, lo reconozco, pero muchos m¨¢s fuimos los que sufrimos la falta de garant¨ªas de nuestros derechos¡±, expres¨®. Pero no conform¨® a los tertulianos.
En el plat¨® quedaron expuestas las dificultades que a¨²n encuentra Uruguay para abordar su pasado. Especialmente el periodo que transcurre a partir de mediados de 1960, cuando el pa¨ªs atravesaba una crisis econ¨®mica galopante, crec¨ªa la agitaci¨®n social y la deriva autoritaria del Gobierno. Fueron tiempos de violencia pol¨ªtica, con grupos armados de extrema izquierda y tambi¨¦n de la derecha m¨¢s radical como protagonistas. La pol¨ªtica fracas¨®, el golpe de Estado se produjo en junio de 1973 y la dictadura se extendi¨® hasta 1985. El saldo figura en las p¨¢ginas de Presidencia: m¨¢s de 5.000 presos pol¨ªticos, 197 detenidos desaparecidos, 122 asesinatos pol¨ªticos, entre otras violaciones sistem¨¢ticas a los derechos humanos.
?Si reconoce que hubo terrorismo de Estado por qu¨¦ se quit¨® la expresi¨®n?, preguntaron los tertulianos ante la insistencia de Gabito en admitir su existencia. Fueron incluso m¨¢s lejos y le plantearon si la decisi¨®n no tendr¨ªa que ver con eventuales presiones de Cabildo Abierto, el partido derechista que forma parte de la coalici¨®n gobernante. Le recordaron una afirmaci¨®n de Eduardo Radaelli, dirigente de esa formaci¨®n pol¨ªtica: ¡°Terrorismo de Estado es una frase piscopol¨ªtica creada para publicidad y nada m¨¢s¡±. Gabito se limit¨® a responder que el cambio se hizo en cumplimiento de la ley de Educaci¨®n. ¡°La decisi¨®n fue deliberada en aras de proteger el derecho del estudiante a acceder a la verdad¡±, asegur¨®.
Para el historiador Carlos Demasi, investigador especializado en ese periodo, la gravedad de esta supresi¨®n reside en que introduce una mirada sobre la dictadura que parec¨ªa haber desaparecido junto con ese r¨¦gimen. ¡°La dictadura siempre se justific¨® a s¨ª misma como consecuencia del desorden pol¨ªtico y social de los a?os 60¡å, dice a EL PA?S. En 1985, contin¨²a Demasi, nadie pensaba que la dictadura hab¨ªa sido un efecto de la acci¨®n de los tupamaros en los a?os 60. ¡°La inmensa mayor¨ªa de los legisladores consideraba que la causa de la dictadura estaba en los errores de la conducci¨®n pol¨ªtica previa al golpe de Estado¡±, explica.
Demasi se?ala que este relato cambia a partir de los primeros a?os de este siglo XXI, cuando comienzan a abrirse los archivos y a conocerse parte de la verdad del terrorismo de Estado. Aparece entonces la llamada teor¨ªa de los dos demonios: ¡°un demonio terrorista, guerrillero, provoc¨® la reacci¨®n del demonio autoritario, militar¡±, afirma el historiador. Pero esa versi¨®n omite, sigue Demasi, que el movimiento guerrillero tupamaro hab¨ªa sido desmantelado hacia octubre de 1972 (el golpe de Estado fue en junio de 1973), seg¨²n consta en los documentos de la ¨¦poca. Ese mes, los militares publicaron un informe con los nombres de casi 2000 tupamaros detenidos y procesados por la justicia militar.
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