Daniel Noboa crea en secreto una base de perfiles gen¨¦ticos de delincuentes en Ecuador
Los funcionarios, seg¨²n aseguran tres fuentes oficiales a EL PA?S, obtienen los datos de presos, a quienes dicen que las muestras ayudan a su identificaci¨®n en caso de muerte violenta
El Gobierno de Daniel Noboa est¨¢ creando en secreto y mediante enga?os a los presos de las c¨¢rceles de Ecuador una base de perfiles gen¨¦ticos, seg¨²n tres fuentes oficiales a las que ha tenido acceso EL PA?S. Los funcionarios que llevan a cabo esta tarea les explican a los internos que estas muestras de ADN que ir¨¢n a parar a un banco estatal de informaci¨®n les ayudar¨¢ a ser identificados en el caso de que se produjera una matanza, algo que ocurre habitualmente en las prisiones del pa¨ªs, o que alguien suplantara su identidad. La instrucci¨®n es convencerles de que no consulten con su abogado y que crean que el procedimiento forma parte de la rutina carcelaria. Lo que les ocultan es que tiene derecho por ley a negarse a que le tomen las muestras y que esa informaci¨®n gen¨¦tica sirve para implicarles en cr¨ªmenes que cometieron en el pasado o que vayan a perpetrar en el futuro. Realizar este procedimiento es obligatorio para los toxic¨®logos, antrop¨®logos, qu¨ªmicos forenses y psic¨®logos forenses del pa¨ªs.
Noboa, un empresario de 36 a?os hijo del hombre m¨¢s rico del pa¨ªs, gan¨® por sorpresa las elecciones presidenciales de Ecuador en octubre del a?o pasado. Recibi¨®, tras asumir el cargo en noviembre, un pa¨ªs sumido en la violencia y controlado por las pandillas. Parad¨®jicamente, las bandas ejerc¨ªan su poder desde las prisiones, en cuyos pabellones las autoridades no se atrev¨ªan a entrar. En enero, los pandilleros desafiaron al Estado con el asalto al plat¨® de una cadena de televisi¨®n mientras emit¨ªa en directo y sembraron el p¨¢nico en las calles de Guayaquil con tiroteos y secuestros. Noboa decret¨® el estado de excepci¨®n por ¡°conmoci¨®n interna¡±, lo que le facult¨® para sacar al Ej¨¦rcito a las calles y convertir a las pandillas en objetivos militares bajo la etiqueta de terrorismo. En apenas dos meses los homicidios se han reducido a la mitad y el presidente ha anunciado la creaci¨®n de dos c¨¢rceles similares a las de Nayib Bukele en El Salvador.
Los militares tambi¨¦n han entrado en las prisiones a tratar de recuperar el control. Todav¨ªa no tienen el de todas, pero se han hecho con el dominio de la mayor¨ªa. El Gobierno ha aprovechado esta circunstancia para comenzar a hacer el registro gen¨¦tico. Los forenses han recibido en las ¨²ltimas semanas instructivos de c¨®mo realizar un hisopado bucal. En la c¨¢rcel de Cotopaxi, cerca de Quito, de 4.346 internos solo unos cuantos se han negado a someterse a la prueba. En Riobamba, un presidio en la sierra andina, toda la poblaci¨®n carcelaria acab¨® registrada. ¡°No les deben leer los consentimientos a los PPL [personas privadas de libertad], ellos ni los entienden¡±, son las instrucciones que han recibido los forenses, seg¨²n tres fuentes distintas. El Servicio Nacional de Atenci¨®n Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), el ente encargado de las prisiones ecuatorianas, no ha querido responder a las preguntas que le ha hecho EL PA?S.
El ADN, efectivamente, puede ayudar a identificar a los presos en el caso de que sean asesinados en motines, que en Ecuador son de una violencia ins¨®lita: decapitaciones a cuchillo, desmembramientos, quema de cad¨¢veres. La informaci¨®n que se les hurta a los internos es que esos registros puede servir para involucrarlos en cr¨ªmenes que vayan a cometer en el futuro o que ya hayan perpetrado en el pasado. Por ejemplo, un preso condenado por homicidio que preste su material gen¨¦tico podr¨ªa encontrarse con que esas muestras coinciden con las que se recogieron en un caso de violaci¨®n. Una muestra del perfil gen¨¦tico solo la puede pedir una jueza o una fiscal. El porcentaje de gente que accede a facilitar esta informaci¨®n es muy bajo en casos que se dirimen en los juzgados, seg¨²n un experto, por lo que resulta m¨¢s que sospechoso que el Gobierno haya convencido a pr¨¢cticamente toda la poblaci¨®n carcelaria.
De acuerdo con una fuente que presenci¨® este viernes la toma de muestras en la prisi¨®n regional de Guayaquil, un polic¨ªa recib¨ªa a los presos y les informaba de que deb¨ªan rellenar un formulario, sin explicarles nada m¨¢s. A continuaci¨®n pasaban a una mesa donde les asignaban un c¨®digo y les tomaban una fotograf¨ªa. Despu¨¦s eran conducidos a otro lugar en el que uno polic¨ªas introduc¨ªan sus datos en un computador, a lo que segu¨ªa un hisopado que un perito se encargaba de almacenar para respetar la cadena de custodia. Ninguno de ellos puso ninguna objeci¨®n y al que preguntaba se le dec¨ªa que eran huellas digitales necesarias para identificarles en alg¨²n momento. ¡°?O sea, por si acaso nos desmiembran?¡±, dijo m¨¢s de uno. Les contestaban que s¨ª y continuaba el procedimiento.
El Comit¨¦ Permanente de Derechos Humanos, CDH, que monitorea la situaci¨®n de las c¨¢rceles, no conoc¨ªa esta informaci¨®n. ¡°Se estar¨ªa violando el derecho a la salud, esos datos sensibles deben estar bajo absoluta reserva y ser consentida, y proporcionada de forma voluntaria¡±, dice Billy Navarrete, su director. ¡°La persona deber¨ªa estar acompa?ada o por lo menos asesorada de su representante legal¡±, a?ade. ¡°El Ministerio de Salud P¨²blica es la ¨²nica entidad que deber¨ªa garantizar de forma ¨¦tica el acceso a esa informaci¨®n altamente sensible, aqu¨ª no cabe otra delegaci¨®n¡±, insiste.
El Gobierno quiere evitar tambi¨¦n casos como el del criminal Leandro Norero, alias El Patr¨®n, que revel¨® la incompetencia de las autoridades. En 2020, Norero, uno de los capos m¨¢s importantes del narcotr¨¢fico, aprovech¨® la pandemia de la covid-19 para declarar su muerte a causa del virus y evadir a las autoridades de Per¨², donde ten¨ªa una causa abierta. La pr¨®xima vez que se le localiz¨®, con vida, fue en una mansi¨®n en Samborond¨®n, una ciudad rica anexa a Guayaquil. Se le encarcel¨® de nuevo y el de octubre de 2022, en el pabell¨®n de mediana seguridad de Cotopaxi, muri¨® por segunda vez. El Patr¨®n cay¨® en una emboscada que organiz¨® la banda criminal los Lobos, que eran sus aliados y socios de negocios, y que mantienen el dominio del reclusorio. En teor¨ªa, fue desmembrado y despu¨¦s incineraron parte de su cad¨¢ver. Sin embargo, la polic¨ªa sospecha que se trataba de otra artima?a. La identificaci¨®n se hizo con un estudio antropol¨®gico forense ¨Ddescripciones de los familiares, tatuajes, cicatrices¨D y no uno de perfil gen¨¦tico, porque no se ten¨ªa. Sin ese perfil biol¨®gico no se puede asegurar al cien por cien que el criminal haya muerto. Los cambios de identidad con cirug¨ªas pl¨¢sticas y fingir entierros son artima?as habituales de los capos de la droga.
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