La victoria moment¨¢nea de la oposici¨®n venezolana se llama Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia
Los antichavistas han logrado sortear por ahora las trabas del oficialismo con la inscripci¨®n de este diplom¨¢tico de 74 a?os que cuenta con el apoyo de Mar¨ªa Corina Machado y Rosales
En una maniobra ejecutada en medio de un manifiesto hermetismo, la oposici¨®n venezolana se ha anotado, al menos, un moment¨¢neo punto a favor con el consenso logrado por todas sus tendencias en torno al diplom¨¢tico Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia. Su nombre hab¨ªa sido colocado como provisional, como candidato tapa -uno que se inscribe, pero que tiene como misi¨®n dejar a otro- , con el objeto de cumplir con el plazo l¨ªmite puesto por el Consejo Nacional Electoral, mientras sus l¨ªderes se pon¨ªan de acuerdo en torno a la disyuntiva entre Corina Yoris y Manuel Rosales.
Los propios voceros del r¨¦gimen chavista -uno de ellos, Diosdado Cabello- advirtieron p¨²blicamente que, de acuerdo al reglamento electoral, los cambios de candidatos solo podr¨ªan hacerse a partir de los nombres admitidos por el Poder Electoral, sin posibilidad de escoger entre terceros. Vetada Mar¨ªa Corina Machado, y vetada irremediablemente despu¨¦s Corina Yoris, arribaron d¨ªas y horas de enorme presi¨®n pol¨ªtica para conciliar el milagro de una alternativa consensuada.
La respuesta al dilema estaba ya admitida por el Consejo Nacional Electoral, se supone como provisional. Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia termin¨® cediendo a los apasionados argumentos del entorno pol¨ªtico opositor para lograr el ansiado punto de equilibrio. Manuel Rosales tuvo que atenerse al compromiso de entregar su candidatura si este improbable escenario se concretaba. El oficialismo, en esta ocasi¨®n v¨ªctima de su propia normativa, no pudo objetarlo, porque ya lo hab¨ªa admitido.
El Consejo Nacional Electoral decret¨® un plazo adicional de dos d¨ªas para admitir y revisar postulaciones. Muchos temieron que este ser¨ªa el plazo para descabezar la candidatura de Gonz¨¢lez Urrutia. No sucedi¨®. La presi¨®n pol¨ªtica de los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de Brasil, Lula Da Silva, ha contribuido a que las circunstancias continuaran fluyendo.
Machado pudo imponer esta mano contando con el respaldo de la Plataforma Unitaria -en particular, de los propios candidatos que participaron en la contienda con ella, como Delsa Sol¨®rzano, Andr¨¦s Vel¨¢squez o Andr¨¦s Caleca.
Las credenciales acad¨¦micas, su bajo perfil, su prudencia y su car¨¢cter, convierten a Gonz¨¢lez Urrutia (La Victoria, 1949) en una figura acorde con las necesidades de una hipot¨¦tica transici¨®n pol¨ªtica. Gonz¨¢lez Urrutia ya ha trabajado cerca de la Mesa de la Unidad Democr¨¢tica (ahora Plataforma Unitaria), como espacio de convergencia de los partidos unitarios, a partir del a?o 2009.
Aunque se trataba de un personaje bastante desconocido, deslastrado de pol¨¦micas y pasados con costos, Gonz¨¢lez Urrutia es un diplom¨¢tico de carrera, con experiencia amplia en el servicio exterior y un org¨¢nico v¨ªnculo con el hecho p¨²blico venezolano.
Por lo dem¨¢s, Gonz¨¢lez Urrutia ha asumido la encomienda de su candidatura con una discreci¨®n particularmente notoria, en un ambiente pol¨ªtico en el cual, de manera clara, el hermetismo se convierte en un paisaje uniforme. El oficialismo controla las reglas, la fuerza y el reloj en este careo. La oposici¨®n solo puede hacer pol¨ªtica administrando con enorme criterio sus silencios.
¡°Acepto la honrosa designaci¨®n que se ha hecho para ser el candidato presidencial de los que quieren un cambio pol¨ªtico en Venezuela¡±, ha declarado Gonz¨¢lez Urrutia. ¡°Es una responsabilidad que asumo con humildad. Es una propuesta que no me esperaba, y por eso me tom¨¦ un tiempo para enviarles este mensaje¡±, afirm¨® en una alocuci¨®n en las redes sociales.
La designaci¨®n de Gonz¨¢lez Urrutia ha producido una nueva ola de optimismo -un poco desproporcionada, quiz¨¢s- en las filas opositoras, muy evidente en las redes sociales. Los meses ¡°Edmundo para todo el mundo¡± o ¡°Todo el mundo con Edmundo¡± se han viralizado muy r¨¢pidamente.
En las filas oficialistas ha imperado en general el silencio. En su encuentro con los medios de comunicaci¨®n de cada lunes, como vocero del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello asumi¨® con cierto desd¨¦n la existencia de Gonz¨¢lez Urrutia, afirmando que es ¡°el candidato de los gringos¡±.
Algunos c¨ªrculos de dirigentes opositores algo alejados del esp¨ªritu del acuerdo se muestran formalmente conformes con el pacto alcanzado, pero muy poco optimistas con lo que se aproxima. ¡°Es un desenlace demasiado rosa, no luce cre¨ªble¡±, afirm¨® uno de ellos, a condici¨®n de anonimato.
Hay un ¨¢nimo renovado y la sensaci¨®n de que se ha abierto un camino antes inexistente para la oposici¨®n venezolana. No todo el mundo se hace ilusiones, sin embargo. ¡°Al Gobierno le quedan muchas alcabalas para tenderle nuevas celadas a los candidatos¡±, afirma otro de ellos.
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