A la tercera va la vencida: la oposici¨®n encuentra un candidato que no ha despertado el miedo del chavismo
Inhabilitada Mar¨ªa Corina Machado y expulsada de la carrera presidencial Corina Yoris, los antichavistas se han puesto en manos de Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia de 74 a?os, que el oficialismo no ha frenado
La dirigente opositora Mar¨ªa Corina Machado recorre hace meses Venezuela en campa?a, aunque el chavismo le ha impedido competir al imponerle una inhabilitaci¨®n sobre la que no hay ni siquiera un juicio. Es la favorita en las encuestas, en las que gana al presidente Nicol¨¢s Maduro de manera holgada, y fue electa candidata en primarias en octubre pasado con m¨¢s de 2.000.000 de votos. Sin embargo, como ella no puede concurrir, en un viaje al llano venezolano para encontrarse esta semana con sus seguidores mostr¨® un cartel de Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia, el diplom¨¢tico de 74 a?os, hombre de medidas palabras que, en cuesti¨®n de horas, acumula decenas de memes porque, sin quererlo, ha terminado siendo el candidato por el que la mayor¨ªa de los opositores al Gobierno de Nicol¨¢s Maduro podr¨ªa votar el pr¨®ximo 28 de julio.
Venezuela se encamina a una campa?a electoral in¨¦dita, luego de semanas de forcejeos, trabas, negociaciones y varias jugadas en el tiempo de descuento vividas durante la inscripci¨®n de candidaturas. En la fotograf¨ªa de hoy, la oposici¨®n ha logrado asegurarse un lugar para enfrentar a Maduro en las pr¨®ximas elecciones. Machado sigue siendo la l¨ªder de su movimiento ¡ªcon el que cuadruplica el apoyo que tiene el l¨ªder del chavismo, seg¨²n la mayor¨ªa de las encuestas¡ª y ha logrado aglutinar a los factores de la Plataforma Unitaria en una misma direcci¨®n. Un camino que ha estado lleno de zancadillas y con un escenario bastante distinto al que intentaron construirse con el Acuerdo de Barbados ¨Ddonde el Gobierno y la oposici¨®n eligieron celebrar las elecciones en el segundo semestre del a?o y el chavismo se comprometi¨® a permitir una candidatura opositora¨D, con el apoyo de la comunidad internacional, en particular de Estados Unidos, y los negociadores de Noruega.
El compromiso del chavismo para asegurar algunas garant¨ªas democr¨¢ticas se ha quedado en el camino. La oposici¨®n, sin embargo, ha decidido continuar la partida, aunque no se parezca tanto a las elecciones libres y competitivas que se acordaron en Barbados y que ha dejado una ola represiva de detenciones de dirigentes pol¨ªticos, periodistas, activistas y ciudadanos. Machado no pudo inscribirse y el chavismo tampoco se lo permiti¨® a quien design¨® ¡ªcon el consenso de la Plataforma Unitaria¡ª como su sustituta, la acad¨¦mica Corina Yoris, que fue candidata por unas semanas. Las postulaciones en Venezuela se hacen de forma electr¨®nica. La plataforma digital, controlada por el Consejo Nacional Electoral, tambi¨¦n es un filtro. En las ¨²ltimas horas del plazo, a finales del mes pasado, tras los intentos fallidos de inscribir a Yoris, la Plataforma Unitaria logr¨® registrar el nombre de Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia de forma provisional para guardar el puesto en la contienda con la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democr¨¢tica (MUD), la que ha representado a la oposici¨®n en los comicios en los que ha participado durante la ¨²ltima d¨¦cada y se ha vuelto la m¨¢s votada.
A la par, otros dos dirigentes opositores de posturas moderadas se registraron por su cuenta con otros partidos. Manuel Rosales, un veterano pol¨ªtico que ha sabido llevar con mano izquierda al chavismo, con aspiraciones presidenciales, pero reducidas opciones frente al caudal de popularidad de Machado, se registr¨® a trav¨¦s de su partido, Un Nuevo Tiempo. Enrique M¨¢rquez, exrector del CNE hizo lo mismo con otra organizaci¨®n. Ambos aseguraron inscribirse como salvavidas ante las trabas que estaba sufriendo la coalici¨®n de partidos para apuntar su candidatura unitaria.
El plazo establecido para las modificaciones de las postulaciones, que venci¨® esta misma semana, abri¨® un nuevo frente de negociaci¨®n. La Plataforma Unitaria, Machado y Rosales finalmente acordaron que el llamado candidato tapa, el nombre provisional que registraron in extremis forcejeando con el sistema automatizado del CNE, ser¨ªa la candidatura unitaria. Rosales renunci¨® a su puesto y cedi¨® la tarjeta de su partido a Gonz¨¢lez Urrutia y lo mismo hizo otra organizaci¨®n que le apoyaba. Esta etapa de tensiones en la compleja crisis pol¨ªtica venezolana fue apalancada por la presi¨®n internacional desde Estados Unidos, con las sanciones sobre las licencias petroleras dadas a cambio de los acuerdos de Barbados, y tambi¨¦n con el trabajo diplom¨¢tico de Brasil y Colombia. En lo interno fue maniobrada por un cuadro medio de dirigentes de la Plataforma Unitaria.
La oposici¨®n ahora cuenta con tres casillas para poner a su candidato en el tarjet¨®n electoral. M¨¢rquez ha decidido quedarse compitiendo en solitario, aunque no re¨²na mayores apoyos. En la pr¨¢ctica, hace las veces de una en¨¦sima opci¨®n para la oposici¨®n en caso de que una nueva zancadilla del chavismo bloquee el paso del Gonz¨¢lez Urrutia, que sali¨® del silencio del retiro diplom¨¢tico para quedarse en casa dando entrevistas a medios nacionales e internacionales como candidato presidencial.
Las fuerzas opositoras no compiten solas con Maduro. En el plazo de postulaciones se inscribieron 13 candidatos, incluidos Maduro y el entonces candidato tapa Gonz¨¢lez Urrutia. A estos nombres se suma Antonio Ecarri, que esta semana logr¨® apoyos de Fuerza Vecinal, que antes estaba con Rosales. Con un arrastre electoral de moderado a bajo, presenta su postulaci¨®n como una opci¨®n para un cambio de Gobierno sin fricciones. El pol¨ªtico dice que ha intentado construir una tercera v¨ªa con partidos con una presencia marginal en el Parlamento controlado por Maduro.
Los alacranes
Adem¨¢s, el chavismo ha dado aliento a una especie de contra-oposici¨®n hecha a su medida, conocida en la jerga pol¨ªtica local como los alacranes. Este grupo formado por deslindes de partidos tradicionales de oposici¨®n, dirigentes cooptados por el Gobierno y partidos intervenidos judicialmente tiene un pu?ado de candidatos y ha intentado coaliciones sin lograr una unidad total. Luis Eduardo Mart¨ªnez, de la fracci¨®n judicializada del hist¨®rico partido Acci¨®n Democr¨¢tica, ha aglutinado apoyos de otros dos candidatos. Jos¨¦ Brito, operador de varias jugadas judiciales contra las primarias opositoras y Machado, sigue aspirando, al igual que Daniel Ceballos, que era parte del partido de Leopoldo L¨®pez, acompa?¨® las protestas antigubernamentales de 2017, fue preso pol¨ªtico y hoy luce mucho m¨¢s cercano al chavismo.
En la boleta tambi¨¦n est¨¢n Benjam¨ªn Rausseo, empresario y comediante que otras veces ha hecho amagos de querer ser presidente, aunque esta vez ni siquiera ha hecho campa?a; el pastor evang¨¦lico Javier Bertucci, contrincante de Maduro en 2018, cuando una maniobra judicial dej¨® a la oposici¨®n sin tarjeta y sin candidatos, pues tambi¨¦n fueron inhabilitados; y Claudio Ferm¨ªn, un reincidente aspirante presidencial que construy¨® su liderazgo en los a?os noventa como alcalde de Caracas y hoy es parte de esa oposici¨®n minoritaria que le hace coros a Maduro.
Los convocados en el tarjet¨®n electoral por Gonz¨¢lez Urrutia y en las calles por Machado, parten con esperanza de salir victoriosos para el trecho de tres meses que quedan hasta el 28 de julio. Pero el tablero actual todav¨ªa puede moverse en Venezuela, donde esta ventana electoral es crucial para quienes buscan una transici¨®n y una salida a la grave crisis pol¨ªtica, social y econ¨®mica en la naci¨®n petrolera que ha expulsado a millones de migrantes. Tambi¨¦n es una hora cr¨ªtica en la regi¨®n, donde han entendido que lo que ocurra en las pr¨®ximas elecciones y los meses siguientes podr¨ªa aumentar o aliviar la presi¨®n por el desplazamiento de m¨¢s venezolanos fuera de su pa¨ªs. Con los candidatos inscritos comienza una carrera presidencial m¨¢s que at¨ªpica.
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