Luis Abinader se encamina a su reelecci¨®n en los comicios de Rep¨²blica Dominicana
Las encuestas dan una victoria arrolladora al actual presidente en las elecciones de este domingo. El mandatario se ha volcado en la gesti¨®n econ¨®mica y la contenci¨®n de la migraci¨®n haitiana
En las marquesinas, las vallas publicitarias, anuncios de Youtube y canciones en la radio. Hace semanas que la cara y el nombre de Luis Abinader son omnipresentes en Rep¨²blica Dominicana. El actual presidente y candidato a la reelecci¨®n por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) ¨Dque se autodefine de orientaci¨®n ¡°democr¨¢tica, liberal y progresista¡±, pero cuyos cr¨ªticos aseguran que sigue una l¨ªnea conservadora¨D conf¨ªa en arrasar en las elecciones de este domingo. M¨¢s de 8,1 millones de dominicanos (800.000 en el extranjero) est¨¢n convocados a las urnas en estos comicios presidenciales y legislativos, tras cuatro a?os de un mandato centrado en levantar la econom¨ªa, combatir la corrupci¨®n y controlar a toda costa la migraci¨®n del pa¨ªs vecino, Hait¨ª. Aunque nadie en la isla habla de otra cosa, parece que estas elecciones dejan poco espacio para la sorpresa, ya que las principales encuestas del pa¨ªs le dan a Abinader entre el 57% y 64% de los votos; m¨¢s que suficiente para ganar en primera vuelta. Con un 62% de estos, se convertir¨ªa en el presidente con mayor porcentaje de votos de la historia de la Rep¨²blica. El dirigente, que ya se da por reelegido, quiere pasar a la historia como ¡°el gran reformador¡± del pa¨ªs y ya ha convocado a la que cree que ser¨¢ la oposici¨®n a un pacto nacional.
De entre los nueve candidatos que se presentan, las tres fuerzas principales en estos comicios, adem¨¢s del PRM, son la Fuerza del Pueblo, liderado por el expresidente en tres ocasiones Leonel Fern¨¢ndez y el Partido Liberal Democr¨¢tico (PLD), con Abel Mart¨ªnez, exalcalde de Santiago, la segunda ciudad del pa¨ªs, a la cabeza. Entre los tres a¨²nan cerca del 90% de los votos ¡ªseg¨²n las encuestas¡ª con discursos similares en materia de control de la migraci¨®n, seguridad ciudadana y modelo econ¨®mico. Pese al gran apoyo que tiene despu¨¦s del actual mandato, para Rosario Espinal, soci¨®loga y analista pol¨ªtica, el presidente ¡°no est¨¢ haciendo nada nuevo¡±. ¡°Este es un Estado gigante clientelar. Un partido que se mantenga m¨¢s o menos bien, se quedar¨¢ en el poder hasta que se fracture o le destapen alg¨²n esc¨¢ndalo. Abinader ganar¨¢ porque esto no pas¨®, pero no es ning¨²n milagro. Los gobernantes suelen continuar en el poder dos mandatos¡±.
La sorpresa que m¨¢s temen los expertos es la subida del candidato de la ultraderecha, Roque Espaillat. El Partido Esperanza Democr¨¢tica, herencia de los sectores m¨¢s afines de la dictadura de Rafael Le¨®nidas Trujillo, mantiene un discurso ultranacionalista que podr¨ªa descolocar tambi¨¦n el tablero pol¨ªtico actual. Algunos analistas creen que podr¨ªa colocarse como cuarta fuerza pol¨ªtica.
Las urnas abrir¨¢n a las 7.00 y se cerrar¨¢n a las 17.00 (hora local), para elegir presidente, 32 senadores y 190 diputados. Se espera un primer resultado sobre las 20.00; las 18.00 en M¨¦xico y las 21.00 en Argentina. Esta ser¨¢ la segunda cita electoral de los dominicanos este a?o. En febrero, renovaron las alcald¨ªas del pa¨ªs, ti?endo del azul del oficialista PRM. Esta podr¨ªa ser la antesala de lo que los analistas apuestan a que pase el domingo. Las ¨²ltimas semanas de campa?a, Abinader se ha empe?ado en convencer a la poblaci¨®n desencantada que puede no salir a votar. Los expertos creen, sin embargo, que la abstenci¨®n ser¨¢ inferior a la de las municipales (47,82%) y las presidenciales de 2020 (44,71%).
Andrea Dom¨ªnguez, limpiadora en uno de los grandes hoteles del malec¨®n de Santo Domingo, tiene clar¨ªsimo que votar¨¢ por ¨¦l. ¡°Si no llega el turismo, a m¨ª me mandan para la casa. Y ¨¦l trajo m¨¢s que nadie. El dinero se est¨¢ moviendo m¨¢s, eso se nota¡±. El argumento econ¨®mico se repite como una cantinela entre sus seguidores.
La popularidad de Abinader est¨¢ centrada en cinco factores: una buena gesti¨®n de la pandemia tras asumir la presidencia en agosto de 2020; el impulso al sector tur¨ªstico, que trajo por primera vez en la historia a m¨¢s de 10 millones de extranjeros a la isla y dej¨® 7.000 millones en 2023; un discurso anticorrupci¨®n que cal¨® en una sociedad harta de la clase pol¨ªtica; un crecimiento econ¨®mico que lo sit¨²a como el noveno pa¨ªs que m¨¢s r¨¢pido crece de la regi¨®n y una pol¨ªtica migratoria de deportaciones masivas, alineada con un fuerte discurso antihaitiano en la isla.
Sin embargo, este crecimiento econ¨®mico no lo ha notado tanto la clase popular dominicana que, como Dom¨ªnguez, reconoce que ¡°la vida sigue estando demasiado cara; casi imposible¡±. Este es uno de los pa¨ªses m¨¢s desiguales de la regi¨®n en el que el 1% de la poblaci¨®n controla el 42% de la riqueza y donde, a pesar de que el Gobierno aumentara en dos ocasiones el salario m¨ªnimo, este sigue siendo inferior a 500 d¨®lares. Para el economista Francisco Tavares, la percepci¨®n de mejora econ¨®mica tiene sentido gracias a que una gran parte de la sociedad recibe remesas de los casi dos millones de dominicanos que viven en el exterior, principalmente Estados Unidos y Espa?a. ¡°Es por ello que no ha habido revueltas sociales, porque las remesas son una especie de sobresueldo que logra que la clase trabajadora llegue a fin de mes¡±, explica.
Las remesas aportan 10.000 millones de d¨®lares y son la segunda tajada m¨¢s grande del PIB, solo despu¨¦s de las exportaciones de zonas francas (principalmente de dispositivos m¨¦dicos y oro), que aportan unos 12.000 millones. El turismo es la tercera. ¡°El modelo econ¨®mico es insostenible porque las tres primeras actividades con m¨¢s peso en el PIB dependen del extranjero¡±, explica el economista. Para Tavares, reducir la desigualdad ser¨¢ uno de los grandes retos del siguiente mandatario en ocupar el Palacio Nacional.
El ¡°enamoramiento¡± de los votantes
¡°En este pa¨ªs, el pueblo se enamora del presidente. Y ahora mismo le est¨¢n dando un chance para que lo haga mejor en este nuevo mandato¡±, apunta Elvin Calca?o, polit¨®logo dominicano. Seg¨²n el analista, Abinader buscar¨¢ pasar medidas menos populares como la reforma laboral y de pensiones ahora que previsiblemente tendr¨¢ el Congreso en mayor¨ªa y que ser¨¢ su ¨²ltimo mandato, como marca la Constituci¨®n. ¡°Querr¨¢ pasar a la posteridad como un presidente reformador porque las tasas de desigualdad son absolutamente inviables para el futuro. Y ¨¦l lo sabe¡±.
Es tan grande el empe?o de borrar el pasado menos pr¨®spero de la isla, que el presidente aprovecha cualquier ocasi¨®n para recordar que ahora Rep¨²blica Dominicana es un pa¨ªs de renta media. En la ¨²ltima Semanal antes de los comicios, el programa en el que el presidente se re¨²ne con la prensa cada lunes, cuando un periodista le pregunt¨® sobre los esfuerzos en la educaci¨®n ¡°a pesar de ser un pa¨ªs tercermundista¡±, Abinader se retorci¨® en su puesto y olvid¨® responder a la duda sobre la fuga de cerebros. ¡°Tenemos que ir cambiando c¨®mo nos vemos a nosotros mismos y asimilar c¨®mo nos ve el mundo. Somos un pa¨ªs de ingresos medios¡±, le espet¨®. Con el ah¨ªnco de un nuevo rico, el gobernante est¨¢ obcecado en demostrarle al mundo y a sus propios votantes que, durante su mandato, han dejado de ser un pa¨ªs tercermundista.
Para Calca?o, es importante dejar de leer a los partidos dominicanos en claves ideol¨®gicas. Son partidos, dice, conocidos como catch all (atrapa-todo) que no tienen problema en aliarse con sectores m¨¢s conservadores y luego m¨¢s progresistas. ¡°Tanto Abinader como los dem¨¢s han hecho campa?a con lo que m¨¢s les conviene. El conservadurismo y lo reaccionario es transversal en todos, y dentro de estos mismos partidos hay posiciones m¨¢s y menos progresistas¡±, explica.
¡°A los candidatos no les importan las mujeres¡±
A Calca?o no le sorprende que a Abinader no le pasaran factura las promesas incumplidas en campa?a sobre la despenalizaci¨®n del aborto o un inicial discurso m¨¢s solidario con la migraci¨®n haitiana. La pol¨ªtica migratoria, que muchos tildan de ¡°apartheid¡±, ha recibido una cr¨ªtica m¨¢s fuerte en el exterior que en la propia isla. Amnist¨ªa Internacional public¨® de la mano de una decena de organizaciones locales una carta abierta en la que denunciaba ¡°medidas racistas¡±, un perfilamiento racial en las detenciones ¡°masivas¡± y el cierre de cualquier v¨ªa legal para solicitar asilo. Pero es un discurso transversal de los principales candidatos. ¡°La lucha es por ver qui¨¦n es m¨¢s radical¡±, dice Calca?o.
Algo similar sucede con los derechos de las mujeres. Rep¨²blica Dominicana es uno de los cinco pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe en el que la interrupci¨®n del embarazo es un crimen, sea cual sea el motivo de la decisi¨®n. Ni una violaci¨®n, ni incesto, ni el riesgo de la vida de la madre o el feto son una raz¨®n para abortar. ¡°Yo estoy de acuerdo con las tres casuales desde antes de ser candidato. Creo que es un tema de ir avanzado¡±, dijo el presidente en la campa?a de 2020. Cuatro a?os despu¨¦s, sigue constando como un delito en el C¨®digo Penal, e impidiendo la aprobaci¨®n de su renovaci¨®n.
Para Sergia Galv¨¢n, una de las feministas m¨¢s reconocidas de la isla, esto ha sido una ¡°enorme decepci¨®n¡±. ¡°Abinader le ha fallado a las mujeres en su promesa de campa?a. No solo en las causales, sino cuando dej¨® de lado a las mujeres rurales, cuando meti¨® a migraci¨®n en los hospitales a sacar a las haitianas embarazadas, cuando eligi¨® el equipo de Gobierno menos paritario de los ¨²ltimos 20 a?os, cuando no se ocup¨® de la brecha econ¨®mica o cuando dej¨® que la ley de violencia contra la mujer se caducara en el Congreso... Ha sido instrumentalista de las luchas de las mujeres por su alianza evidente con la Iglesia¡±. Rep¨²blica Dominicana es el segundo pa¨ªs de la regi¨®n con mayor tasa de feminicidios ¡ªdespu¨¦s de Honduras¡ª, con 2,9 casos por cada 100.000 mujeres, seg¨²n la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (Cepal). ¡°La violencia contra la mitad de la poblaci¨®n no le importa. Ni nosotras ni los derechos sociales¡±, zanja. ¡°Para ¨¦l, el pa¨ªs es una empresa¡±.
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