Nuevas leyes, mismo olvido: el C¨®digo Penal de Rep¨²blica Dominicana ignora el derecho al aborto
El anteproyecto, que ya tuvo luz verde en el Senado, borra la despenalizaci¨®n bajo tres causales
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Todos los intentos de reformar el desfasado C¨®digo Penal de Rep¨²blica Dominicana han fallado. El punto sobre el que se ponen los contadores a cero es siempre el mismo: el derecho al aborto. El pa¨ªs caribe?o, uno de los cinco pa¨ªses del continente en el que la interrupci¨®n del embarazo est¨¢ prohibida bajo cualquier circunstancia, sigue sin abrir la mano a los derechos sexuales y reproductivos de la mitad de la poblaci¨®n. En el ¨²ltimo anteproyecto, presentado por el senador del Partido Reformista Social Cristiano, Rogelio Genao Dur¨¢n, no hay ni rastro de las tres excepciones por las que llevan peleando d¨¦cadas las feministas: cuando la vida de la madre corre peligro, cuando el feto tiene una condici¨®n incompatible con la vida o cuando el embarazo sea fruto de una violaci¨®n o incesto. El texto, que ya obtuvo luz verde en la primera lectura en el Senado, es, dicen las activistas, ¡°un enorme paso hacia atr¨¢s¡±.
Otro paso hacia atr¨¢s es el que parece estar dando el presidente, Luis Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), quien a pesar de haber mostrado en varias ocasiones su apoyo a las tres causales, no ha vuelto a hacer declaraciones desde que se empez¨® a debatir este proyecto. ¡°Desde hace mucho tiempo, yo he pensado que aunque estoy en desacuerdo, como est¨¢ la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, no solamente de Rep¨²blica Dominicana, sino del mundo, contra el aborto, s¨ª pienso que tiene que haber causales que permitan la interrupci¨®n del embarazo¡±, dijo hace unos meses. Este martes, 22 de los 27 senadores que votaron, apoyaron un proyecto de reforma que sigue considerando criminales a quienes interrumpen el embarazo y a los sanitarios que ¡°causen o ayuden a causar¡± el aborto. 20 de estos senadores son hombres. Desde esta decisi¨®n, Abinader no se ha pronunciado oficialmente. Y su silencio tiene en vilo a todo el ala progresista del pa¨ªs.
¡°Es una enorme decepci¨®n¡±, explica Sergia Galv¨¢n, una de las activistas que lleva m¨¢s de 20 a?os al frente de las demandas feministas. ¡°Estamos avanzando hacia la ultraderecha. Aprobando este proyecto, le est¨¢n diciendo a la sociedad que los derechos de la mitad de la poblaci¨®n se pueden aplazar; que ya lo hablaremos m¨¢s adelante¡±. El texto pasar¨¢ este martes a una segunda lectura en el Senado, donde prev¨¦ ser aprobado de nuevo. Luego ir¨¢ a la C¨¢mara de Diputados y, por ¨²ltimo, pasar¨¢ a manos de Abinader, quien tendr¨¢ la ¨²ltima decisi¨®n. ¡°Si lo promulga, le va a costar muy caro¡±, dice Galv¨¢n en relaci¨®n al presidente, quien lleg¨® al poder por su compromiso con los derechos humanos.
En el propio programa de gobierno durante la campa?a electoral de 2020, darle un vuelco a la desigualdad del pa¨ªs era central en su ¡°pol¨ªtica del cambio¡±. Se propon¨ªan leyes contra la violencia machista y medidas para facilitar el acceso al empleo digno, herramientas para la propiedad de las campesinas y hasta la inclusi¨®n en el mundo del deporte y la tecnolog¨ªa. Y, aunque no se hablaba expl¨ªcitamente de las tres causales o el derecho al aborto, estudiaban ¡°enfrentar la alta tasa de mortalidad materna del pa¨ªs¡± y ¡°promover la educaci¨®n sexual¡±. Rep¨²blica Dominicana tiene la tasa de embarazos adolescentes m¨¢s alta de la regi¨®n y una de las cifras de muertes maternas m¨¢s elevadas del mundo. Es por ello que la sociedad tambi¨¦n pide este cambio. Seg¨²n el Bar¨®metro de las Am¨¦ricas de 2019, un 61% de los dominicanos est¨¢ de acuerdo con el aborto cuando la salud de la madre est¨¢ en riesgo o cuando se establece que el feto es inviable debido a malformaciones.
La pelea por los derechos de las mujeres, para quienes los defienden, ha sido una cacer¨ªa de brujas constante. La creciente fuerza evang¨¦lica en el pa¨ªs se ha unido con la cat¨®lica para hacer lobby, dentro y fuera de las c¨¢maras. Solo en 2015, la utop¨ªa se hizo (casi) real. Entonces, un texto mucho m¨¢s progresista -que admit¨ªa estas tres excepciones- consegu¨ªa por primera vez el ¨²ltimo sello del Ejecutivo. Pero en el pa¨ªs, este tipo de reformas tardan un a?o en entrar en vigencia. Los sectores religiosos y ultraconservadores aprovecharon el a?o de vacancia y presentaron un recurso ante el Tribunal Constitucional argumentando fallas en el procedimiento y el contenido. Finalmente, fue revocado apenas por el procedimiento. Ninguna mujer se benefici¨® de la despenalizaci¨®n.
La diputada por el Partido Liberal Reformista (PLR), Aidee L¨®pez asegura a Americanas que, cuando la norma llegue al Congreso, votar¨¢ ¡°un rotundo ¡®no¡¯¡±. ¡°Y, sin embargo, creo que saldr¨¢ adelante¡±, lamenta. ¡°La presi¨®n de la Iglesia es muy fuerte y es una pena enorme que la religi¨®n afecte a nuestros derechos; los de las mujeres, los de la infancia y los de la comunidad LGBTIQ+¡±. Adem¨¢s de subrayar la penalizaci¨®n absoluta del aborto, el nuevo texto descarta la discriminaci¨®n por orientaci¨®n sexual como delito, as¨ª como despega del delito de violencia intrafamiliar las conductas de padres o tutores de ¡°correcci¨®n y disciplina¡± con sus hijos. ¡°Siento que es una involuci¨®n. Es un momento muy triste¡±, sentencia.
En el nuevo c¨®digo, el art¨ªculo 112 habla de ¡°eximentes¡± para los sanitarios que faciliten el aborto: ¡°La interrupci¨®n voluntaria del embarazo practicado por personal de la salud especializado en establecimientos de salud, p¨²blicos o privados, no ser¨¢ sancionado si, para salvar la vida de la madre y del feto en peligro, se agotan todos los medios cient¨ªficos y t¨¦cnicos disponibles¡±. Sin embargo, para Natalia M¨¢rmol, parte de la coordinaci¨®n de la Coalici¨®n por la Vida y los Derechos de las Mujeres, ya exist¨ªa algo similar en el C¨®digo vigente (del a?o 1884), que no garantiza en absoluto el aborto como opci¨®n.
¡°Esto no le da a la persona gestante la capacidad de tomar la decisi¨®n de si continuar un embarazo o no. Solo le da potestad al personal m¨¦dico en una situaci¨®n extrema, ya cuando la muerte es inminente¡±, narra por tel¨¦fono. Y a?ade que un caso como la terrible y emblem¨¢tica historia de Esperancita, una mujer que muri¨® por no recibir el tratamiento de leucemia, por estar obligada a llevar a t¨¦rmino su embarazo, no podr¨ªa haberse atenido al eximente. ¡°?Se le llama provida a eso? ?Se le llama cuidar la vida a eso?¡±, se preguntaba la madre de la fallecida en una entrevista con EL PA?S.
¡°Las mujeres en este pa¨ªs no importamos nada¡±, cuenta Liliam Fondeur, m¨¦dica ginecoobstetra dominicana. ¡°Est¨¢ claro que la mujer que quiere abortar lo va a seguir haciendo, pero sin garant¨ªas. Estas van a seguir reservadas para las que tienen dinero. Las mujeres que mueran en el intento no le importan a los que toman las decisiones; las pobres no le importan a nadie¡±. La doctora incide en que es clave tambi¨¦n promover la educaci¨®n sexual, inexistente en todos los curr¨ªculos educativos. Ning¨²n ni?o del pa¨ªs escucha hablar de m¨¦todos anticonceptivos, consentimiento o enfermedades de transmisi¨®n sexual a lo largo de su periodo lectivo. Adem¨¢s, en las farmacias p¨²blicas del pa¨ªs -en la que los productos est¨¢n subvencionados por el Estado y son m¨¢s accesibles- no se vende ning¨²n tipo de anticonceptivos.
La decisi¨®n de las Cortes a¨ªsla m¨¢s a¨²n al pa¨ªs en un continente que est¨¢ apostando por el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos. En Colombia, se ampli¨® el periodo de interrupci¨®n del embarazo hasta las 24 semanas. Una decisi¨®n que ven¨ªa poco despu¨¦s de la despenalizaci¨®n en M¨¦xico y Argentina. ¡°La tendencia, como es evidente, es a la despenalizaci¨®n. Rep¨²blica Dominicana se est¨¢ quedando atr¨¢s¡±, narra Marcia Aguiluz, Directora Legal para Am¨¦rica Latina en Women¡¯s Link Worldwide. ¡°Esto es una bofetada para las mujeres y ni?as. Esta deuda con ellas no se puede postergar¡±.
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