Brasil pone los ¨²ltimos clavos para enterrar del todo el ¡®caso Lava Jato¡¯
Un juez del Supremo anula las decisiones contra el empresario Marcelo Odebrecht, s¨ªmbolo de trama de pago de sobornos a cambio de contratos p¨²blicos
Los procesos judiciales m¨¢s sonados de Brasil se mueven entre sorprendentes acelerones y periodos de par¨®n. El m¨¢s famoso de todos y el que probablemente m¨¢s consecuencias pol¨ªticas, jur¨ªdicas y econ¨®micas ha generado en las ¨²ltimas d¨¦cadas ¡ªla operaci¨®n Lava Jato contra la corrupci¨®n¡ª volvi¨® este martes por la noche s¨²bitamente a la actualidad con nada menos que cuatro decisiones dictadas por distintos jueces directa o indirectamente vinculadas al que fue conocido como uno de los mayores esc¨¢ndalos de desv¨ªo de dinero del mundo. Estos fallos suponen en cierta forma los ¨²ltimos clavos para enterrar definitivamente el caso que llev¨® a prisi¨®n al actual presidente, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, y a decenas de poderosos pol¨ªticos y empresarios, que poco a poco han visto sus condenas anuladas o las denuncias archivadas.
Los fallos anunciados en el lapso de pocas horas ata?en a distintos protagonistas y son de diferente tenor. Uno de los jueces del Tribunal Supremo anul¨® las decisiones contra uno de los empresarios s¨ªmbolo de la trama, Marcelo Odebrecht, principal ejecutivo de la constructora hom¨®nima, que pas¨® dos a?os y medio en prisi¨®n tras ser condenado a 10 a?os por corrupci¨®n. La multinacional que fund¨® su familia ten¨ªa un departamento dedicado exclusivamente a pagar sobornos a cambio de contratos p¨²blicos en Brasil y el resto de Am¨¦rica Latina, de ah¨ª surgen muchas de las derivadas regionales del caso. El plenario del Supremo deber¨¢ ratificar la decisi¨®n del juez Jose Antonio Dias Toffoli, que hace unos meses afirm¨® en un fallo del caso que ¡°fue un montaje fruto de un proyecto de poder de ciertos agentes p¨²blicos en su objetivo de conquistar el Estado por medios aparentemente legales¡±.
Otra de las decisiones judiciales de este martes tiene como protagonista al gran cruzado de la trama, el antiguo juez S¨¦rgio Moro. El Tribunal Superior Electoral rechaz¨® por unanimidad (siete votos a cero) una denuncia de los partidos de Lula y de su predecesor, Jair Bolsonaro, que ped¨ªa que Moro perdiera su esca?o de senador por irregularidades en la campa?a electoral. Moro puede seguir, por tanto, en pol¨ªtica y con inmunidad parlamentaria. Fue despojado de la toga hace unos a?os por su falta de imparcialidad al juzgar al actual presidente Lula, su n¨¦mesis.
Otro que est¨¢ a las puertas de librarse de la inhabilitaci¨®n pol¨ªtica aparejada a su pena es Jose Dirceu, que cuando estall¨® el esc¨¢ndalo era uno de los hombres m¨¢s importantes del Gobierno del Partido de los Trabajadores, la formaci¨®n de Lula y de Dilma Rousseff. La sala segunda de Supremo declar¨® prescrito uno de los casos en los que fue condenado, ya solo le resta uno m¨¢s. Si ese tambi¨¦n fuera anulado, podr¨ªa volver a la pol¨ªtica activa.
La cuarta decisi¨®n afecta al pirata inform¨¢tico que hacke¨® el grupo en Telegram en el que el juez instructor del caso y los fiscales mantuvieron unas conversaciones que demostraban la connivencia para perseguir a los acusados. Aquel intercambio de mensajes fue revelado 2019 por The Intercept y EL PA?S Brasil entre otros medios, cuando Moro era ministro de Justicia de Bolsonaro. Y con el tiempo se convirti¨® en la base jur¨ªdica con la que Lula y otros muchos acusados recurrieron sus condenas. Paulatinamente, los casos impulsados por el juzgado de Moro en Curitiba fueron deshaci¨¦ndose como un azucarillo. Y los acusados limpiaron sus expedientes y quedaron libres. Es por eso que el ahora presidente Lula recuper¨® sus derechos pol¨ªticos y pudo presentarse a las elecciones de 2022 en las que venci¨® a Jair Bolsonaro.
Resulta que el hacker en cuesti¨®n, que se llama Walter Degatti Neto y cumpli¨® pena de c¨¢rcel por piratear al juez y a los fiscales, ofreci¨® luego sus servicios a a una destacada diputada bolsonarista, Carla Zambelli. Este martes ambos fueron procesados por la primera sala del Supremo por invadir los servidores inform¨¢ticos de la Administraci¨®n de justicia. Los acusados dicen que pretend¨ªan demostrar su fragilidad.
La investigaci¨®n Lava Jato se desdobl¨® en infinidad de casos y sacudi¨® la pol¨ªtica brasile?a como un terremoto de m¨¢xima intensidad. Muchos de los hombres considerados hasta entonces intocables por el poder que atesoraban fueron detenidos a la luz del d¨ªa, interrogados, condenado a largas penas y enviados a prisi¨®n. La joya entre las compa?¨ªas brasile?as, la petrolera Petrobras, y las principales constructoras estaban en el epicentro de la trama. La primera sufri¨® un golpe demoledor del que tard¨® a?os en recuperarse; las segundas, quebraron.
Siga toda la informaci¨®n de El PA?S Am¨¦rica en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.