Una nueva ola de escasez de gasolina golpea a Venezuela
El retraso en la llegada del combustible importado deja varadas a muchas personas en las calles y pueblos de las zonas andinas y llaneras del pa¨ªs
Venezuela, la otrora potencia energ¨¦tica que abastec¨ªa de combustible a casi todo occidente, se queda de nuevo sin gasolina. Los inconvenientes no se sienten en Caracas, pero est¨¢n muy extendidos en varias entidades federales del interior del pa¨ªs, particularmente en los pueblos del occidente. Las estaciones de servicio que no est¨¢n cerradas organizan a los usuarios de acuerdo a los d¨ªgitos de la placa del auto. As¨ª ocurre en los pueblos andinos de M¨¦rida, en el Zulia, en las regiones llane...
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Venezuela, la otrora potencia energ¨¦tica que abastec¨ªa de combustible a casi todo occidente, se queda de nuevo sin gasolina. Los inconvenientes no se sienten en Caracas, pero est¨¢n muy extendidos en varias entidades federales del interior del pa¨ªs, particularmente en los pueblos del occidente. Las estaciones de servicio que no est¨¢n cerradas organizan a los usuarios de acuerdo a los d¨ªgitos de la placa del auto. As¨ª ocurre en los pueblos andinos de M¨¦rida, en el Zulia, en las regiones llaneras de Barinas, Cojedes y Portuguesa, en Barquisimeto, en Puerto Ordaz y Ciudad Bol¨ªvar. La producci¨®n agr¨ªcola tiene en esta falla cr¨®nica uno de sus cl¨¢sicos dolores de cabeza.
Las causas parecen circunstanciales, aunque desnudan las graves deficiencias de la estatal Petr¨®leos de Venezuela (PDVSA) en el mantenimiento de sus refiner¨ªas y el manejo en sus estructuras de personal poco calificado, circunstancia agravada por las sanciones internacionales. Un carguero de bandera griega proveniente de Ir¨¢n se retras¨® con el combustible que esperaba Venezuela. Este, si bien ha recuperado parte de su producci¨®n de crudo y derivados, a¨²n no logra abastecer por s¨ª sola su mercado interno.
Cualquier retardo en la llegada del combustible importado produce graves sobresaltos. En esa inestabilidad, arreglando fallas que se vuelven a averiar, lleva el Estado unos cuantos a?os. Tambi¨¦n sucede con la luz. Tras el derrumbe productivo de entre 2014 y 2019, en la presidencia de Nicol¨¢s Maduro, Venezuela lucha desde 2021 por recuperar su producci¨®n petrolera. Esta promedia actualmente algo m¨¢s de 800.000 barriles diarios, lejos de su promedio hist¨®rico, cercano a los tres millones.
Hace muy poco, apoyada en las licencias individuales que provee la Oficina del Tesoro de Estados Unidos, la energ¨¦tica espa?ola Repsol anunci¨® inversiones en nuevos campos petroleros y de gas, que podr¨ªan aumentar la producci¨®n unos 200.000 barriles adicionales para fines de a?o. Algunos economistas consideran factible que el pa¨ªs llegue al mill¨®n de barriles diarios al cierre de 2024.
Adem¨¢s de Repsol, la estadounidense Chevron, la francesa Murel & Prom y la italiana Eni mantienen, junto a otras 20 compa?¨ªas y contratistas, inversiones y proyectos en el pa¨ªs. La mayor¨ªa es de mediano espectro, dedicadas al mantenimiento de pozos y cobros atrasados.
La producci¨®n local ha registrado algunas mejoras con el esfuerzo propio de PDVSA, presidida por Pedro Tellechea. Antes del chavismo, la empresa era capaz de encargarse sola de la cadena productiva: exploraci¨®n, producci¨®n, refinaci¨®n y exportaci¨®n del crudo nacional y sus derivados.
Rafael Quir¨®s, economista enfocado en la industria y acad¨¦mico de la Universidad Central de Venezuela, explica: ¡°La mayor¨ªa de las petroleras internacionales que est¨¢n en el pa¨ªs se quieren quedar, aunque todas saben que no se ir¨¢ muy lejos ni se podr¨¢ hacer mucho mientras Nicol¨¢s Maduro siga en el poder¡±. Y agrega: ¡°Se quedan esperando que las cosas alg¨²n d¨ªa cambien, que se pueda invertir en otros t¨¦rminos. Mientras tanto, har¨¢n inversiones de mantenimiento¡±.
La vecina Guyana atrae de momento las millonarias inversiones de petroleras multinacionales que la dirigencia revolucionaria venezolana lleva a?os invitando a invertir. Pero al mismo tiempo, la ahuyenta con procedimientos hostiles contra el capital privado.
En la crisis de la producci¨®n concurren varios factores: la sobrepolitizaci¨®n de sus objetivos, el abultamiento de su n¨®mina, la corrupci¨®n desbordada y la incorporaci¨®n de negocios distintos al petrolero. Adem¨¢s de las dificultades que actualmente imponen las sanciones internacionales, hay un problema fundamental en la falta de mantenimiento. El pasivo se acumul¨® durante la d¨¦cada pasada.
El parque de refiner¨ªas, uno de los m¨¢s grandes del mundo, ha estado averiado a pesar de que el Gobierno ha hecho enormes esfuerzos por recomponerlo parcialmente con ayuda de Ir¨¢n. Es com¨²n que sean reparadas, se anuncie su reapertura, comiencen a trabajar y sobrevenga una nueva aver¨ªa.
Los accidentes, incendios y derrames con da?os ecol¨®gicos han sido comunes en esta d¨¦cada. Uno de los m¨¢s c¨¦lebres fue la explosi¨®n de la refiner¨ªa de Amuay, en 2010, que desat¨® un enorme esc¨¢ndalo y caus¨® numerosos muertos y enormes destrozos en pueblos aleda?os.
Una comisi¨®n legislativa ¨Dencabezada por la entonces diputada opositora Mar¨ªa Corina Machado¨D estaba decidida a asistir a Amuay, a seis horas de Caracas, con el objeto de investigar las causas del accidente, acusando al Gobierno de negligencia y falta de mantenimiento. Fue Diosdado Cabello, entonces presidente del Poder Legislativo, quien se neg¨® a que la investigaci¨®n tuviera lugar, aferrado a la tesis del sabotaje. Algo que logr¨® aprobar con la mayor¨ªa parlamentaria de entonces.
El propio Cabello se dedic¨® recientemente a comentar someramente el grave problema de los servicios p¨²blicos, cosa que ha hecho ocasionalmente en algunos m¨ªtines. ¡°No nos cerramos los ojos, tenemos fallas. Las estamos atacando. Lo que tiene que pensar la gente es que estar¨ªamos mucho peor si gobernara la derecha, los apellidos. Lo primero que har¨ªan ser¨ªa privatizarlo todo¡±.
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