Un accidente dom¨¦stico obliga a Lula a participar en la cumbre de los BRICS desde la distancia

El presidente brasile?o, Luiz Inaci¨® Lula da Silva, de 78 a?os, estaba haciendo la maleta para emprender un largo viaje a Rusia para participar en la cumbre de los BRICS cuando, el s¨¢bado por la noche, sufri¨® un accidente domestico, una ca¨ªda en la que se golpe¨® la parte trasera de la cabeza. Le pusieron cinco puntos y, tras someterse a diversas pruebas en un hospital de Brasilia, los m¨¦dicos le recomendaron anular el viaje ¡ª17 horas de vuelo¡ª, as¨ª que Lula participar¨¢ por v¨ªdeoconferencia en el c¨®nclave con sus pares Vlad¨ªmir Putin (Rusia), Narendra Modi (India), Xi Jinping (China) y Cyril Ramaphosa (Sud¨¢frica), que se encontrar¨¢n del martes al jueves en la ciudad rusa de Kaz¨¢n.

El m¨¦dico personal del presidente Lula, Roberto Kalil, explic¨® la situaci¨®n a O Globo: ¡°Tuvo fue una contusi¨®n en la regi¨®n occipital, en la parte trasera de la cabeza, fue un traumatismo fuerte, lo que deriv¨® en lo que llamamos una contusi¨®n cerebral, un puntito m¨ªnimo de hematoma. Es poco probable que ese hematoma evolucione¡±.

Lula estaba en su residencia oficial, el Palacio de la Alvorada, en el cuarto de ba?o, cuando se sent¨® en un banco, perdi¨® el equilibrio y se cay¨®. Se dio un fuerte golpe en la nuca y se le abri¨® una brecha. Inmediatamente fue trasladado a un hospital donde la herida fue suturada y le hicieron varias pruebas. Los profesionales que le atienden consideran que el mandatario puede seguir con su agenda de trabajo, pero en Brasilia. En los pr¨®ximos d¨ªas, el presidente de Brasil se someter¨¢ a nuevas pruebas para ver c¨®mo evoluciona la lesi¨®n.

El a?o pasado, se someti¨® a una operaci¨®n en la que le fue colocada una pr¨®tesis de cadera, y, en 2023, le extirparon un n¨®dulo en la garganta. Este lunes ha tuiteado una foto en la que se le ve junto a un ministro y un asesor en su residencia.

En ausencia del presidente, el ministro de Exteriores, Mauro Vieira, liderar¨¢ la delegaci¨®n brasile?a en este foro nacido como una alianza de pa¨ªses en desarrollo para impulsar la cooperaci¨®n fuera del eje occidental y construir un sistema internacional multipolar.

Los BRICS son, en este momento, el principal instrumento multilateral de la pol¨ªtica exterior brasile?a, que en los ¨²ltimos meses centra sus esfuerzos en los preparativos de la cumbre del G-20 que celebrar¨¢ en R¨ªo de Janeiro en noviembre. Por ahora, Xi ha confirmado su presencia y Putin ha anunciado que no acudir¨¢, lo que le quita en problema a Lula dado que es ruso es buscado por la justicia internacional.

Putin es el anfitri¨®n de esta reuni¨®n de los BRICS que se celebra cuando la invasi¨®n rusa en Ucrania est¨¢ en su tercer a?o y pesa sobre ¨¦l una orden de detenci¨®n emitida por el Tribunal Penal Internacional. Sus socios, sobre todo China, han sido cruciales para que el impacto de las sanciones occidentales en la econom¨ªa rusa haya sido menor al previsto por sus promotores.

Ser¨¢ tambi¨¦n el primer encuentro de jefes de Estado desde que los cinco miembros del club (Brasil, Rusia, India, China y Sud¨¢frica) admitieron varios nuevos socios en agosto de 2023. Por tanto, al quinteto se unir¨¢n en esta ocasi¨®n los representantes de Egipto, Emiratos ?rabes Unidos, Etiop¨ªa e Ir¨¢n. Arabia Saud¨ª todav¨ªa sopesa si aceptar la invitaci¨®n mientras Argentina, con Javier Milei como presidente, declin¨® el convite. En cualquier caso, con las incorporaciones, que suponen un triunfo para China frente a las reticencias de India y Brasil, las democracias, que eran mayor¨ªa, pasan a ser minor¨ªa en los BRICS.

En el seno del heterog¨¦neo club conviven dos almas, una conciliadora, que quiere estar a buenas con tirios y troyanos; y otra antioccidental. El analista brasile?o Oliver Stuenkel apunta en un art¨ªculo en la publicaci¨®n Americas Quarterly a ese contexto para argumentar que, para Brasil, los beneficios de pertenecer a los BRICS se han reducido mientras aumentan los riesgos. ¡°Es muy poco probable que Brasil y la India (y, en menor medida, Sud¨¢frica), que buscan construir una estrategia de equidistancia entre los principales centros de poder y no desean reducir sus v¨ªnculos con Occidente, puedan evitar por completo la narrativa fuertemente antioccidental de esta cumbre de los BRICS¡±, escribe.