Los asilados en la embajada argentina en Caracas piden ayuda internacional contra el asedio de Maduro

A punto de cumplir nueve meses refugiados en la embajada de Argentina en Caracas, y aislados por la intensa vigilancia policial, los miembros del comando de campa?a de la oposici¨®n hablaron este s¨¢bado por primera vez con la prensa. Lo hicieron por videoconferencia, para repetir que necesitan salvoconductos para salir del pa¨ªs, donde son perseguidos pol¨ªticos. La urgencia, han insistido, es mayor porque el asedio de los servicios de inteligencia del chavismo se ha incrementado y se consideran en riesgo. Por ello pidieron acciones coordinadas de protecci¨®n a Argentina y Brasil, pa¨ªs que custodia la sede tras la ruptura de relaciones entre Caracas y Buenos Aires.

¡°Estamos bajo permanente asedio, vigilados con drones que han ingresado a territorio argentino, rodeados de hombres encapuchados con fusiles de asalto¡±, dijo Omar Gonz¨¢lez. ¡°Estamos viviendo en tiempo real un asedio que no tiene precedentes. Esto obliga a afrontar esto con una enorme urgencia, en coordinaci¨®n con otros actores regionales¡±, agreg¨® Pedro Urruchurtu.

El Gobierno venezolano ha intensificado la presi¨®n contra la sede diplom¨¢tica a la que entraron el 20 de marzo Magalli Meda, Pedro Urruchurtu, Omar Gonz¨¢lez, Humberto Villalobos, Claudia Macero y el pol¨ªtico Fernando Mart¨ªnez Mottola para pedir asilo pol¨ªtico, luego de que se dictaran ¨®rdenes de captura. El Gobierno de Maduro los acusa de estar involucrados en conspiraciones. El grupo coordin¨® desde su refugio la campa?a electoral in¨¦dita con la que Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia desafi¨® a Maduro el 28 de julio pasado.

Hace 20 d¨ªas, les cortaron el servicio el¨¦ctrico y deben usar un generador para las tareas esenciales. Tambi¨¦n les han limitado el suministro adicional de agua potable que requieren, pues en Caracas el agua escasea. La presencia policial es permanente. Pero desde el mi¨¦rcoles, inform¨® Meda, est¨¢n completamente solos en el edificio. El personal local que asist¨ªa en la residencia, que adem¨¢s gestionaba la entrada de los alimentos, fue enviado por seguridad a sus casas. Uno de los ch¨®feres que trabajaba para la sede diplom¨¢tica fue secuestrado el jueves por hombres encapuchados en su residencia y actualmente se desconoce si est¨¢ detenido. ¡°No podemos ni salir a buscar agua, ni una medicina. Ha sido muy desgastante, sobre todo en las madrugadas y cuando se les ocurre presentarse armados, encapuchados, haciendo ruido, simulando que van a entrar. Esto es un acoso psicol¨®gico¡±, relat¨® Meda. ¡°El r¨¦gimen ha decidido usar esta embajada como un mecanismo de coacci¨®n y presi¨®n ante todo lo que ellos sienten que puede vulnerar su posibilidad de mantenerse en el poder¡±.

El 29 de julio, con la ruptura de relaciones con Argentina por el desconocimiento de los resultados electorales que dieron el triunfo a Maduro, la sede qued¨® bajo custodia de Brasil. Los caminos diplom¨¢ticos, sin embargo, se han vuelto estrechos. En septiembre, Venezuela revoc¨® la autorizaci¨®n dada a Brasil para representar los intereses de Argentina. A la espera de un tercer pa¨ªs que asuma esta tarea, la bandera brasile?a sigue izada en la vivienda que colinda con las embajadas de Rusia y Corea del Norte y otros inmuebles residenciales que han sido incautados por la polic¨ªa para incrementar la vigilancia de los opositores.

Muertos en prisi¨®n

A la situaci¨®n de tensi¨®n de la embajada de Argentina en Caracas, se suma la de los detenidos por protestar contra los resultados electorales, m¨¢s de 2.000 personas que fueron encarcelados en poco d¨ªas despu¨¦s de que se anunciaron los resultados. La noche del viernes, muri¨® Jes¨²s Rafael ?lvarez por falta de atenci¨®n m¨¦dica en la c¨¢rcel de Tocuyito, una de las que fue acondicionada por el chavismo para encerrar a los manifestantes. Es el segundo de los detenidos de la oleada represiva poselectoral que fallece bajo custodia del Estado. Hace un mes, muri¨® Jes¨²s Manuel Mart¨ªnez, testigo de la oposici¨®n, en una prisi¨®n en el oriente del pa¨ªs.

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