David contra Goliat en la m¨²sica: un sambista brasile?o acusa a Adele de plagio y la justicia le da la raz¨®n

De un lado, un compositor de sambas curtido en las noches de bohemia de R¨ªo de Janeiro. Del otro, una de las mayores divas de la industria de la m¨²sica global. A priori, el viento no soplaba muy a favor de Toninho Geraes, pero la justicia le acaba de dar la raz¨®n en su lucha para que se reconozca que Adele le rob¨® una canci¨®n. Se trata de Million years ago, una balada que la cantante inglesa incluy¨® en su disco 25. Su melod¨ªa es sospechosamente parecida a la de Mulheres, un cl¨¢sico de la samba que escribi¨® Geraes y que se hizo famoso en la voz del cantante Martinho da Vila a mediados de los noventa. A¨²n hoy, es uno de los ¨¦xitos m¨¢s coreados en las concurridas rodas de samba de R¨ªo.

La canci¨®n de Adele, escrita junto al compositor y productor estadounidense Greg Kurstin, sali¨® a la luz en 2015, en su tercer ¨¢lbum de estudio. Geraes no la descubri¨® hasta a?os m¨¢s tarde, cuando un colega la escuch¨® en una fiesta y pens¨® que la cantante brit¨¢nica hab¨ªa grabado una versi¨®n de la obra de su amigo. En 2021, el sambista contrat¨® a un abogado especialista en derecho de autor, que notific¨® a Adele y a Kurstin buscando un acuerdo. Como no hubo respuesta, empez¨® a reunir pruebas, informes de peritos especializados y llev¨® la disputa a los tribunales.

Ahora, la justicia da la raz¨®n al compositor brasile?o. El Tribunal de Justicia de de R¨ªo de Janeiro prohibi¨® a las discogr¨¢ficas de la artista brit¨¢nica, Sony y Universal, que comercialicen la canci¨®n y orden¨® su retirada de todas las plataformas digitales de streaming, como Spotify o YouTube, bajo amenaza de una multa de 50.000 reales (unos 8.000 d¨®lares) por cada reproducci¨®n no autorizada. La decisi¨®n del juez, que considera que las dos obras tienen ¡°una simetr¨ªa imposible de disfrazar¡± no afecta s¨®lo a Brasil, sino a los 179 pa¨ªses signatarios de la Convenci¨®n de Berna. No obstante, no es definitiva, y de hecho, Universal ya ha recurrido. Considera que no hay plagio y que la decisi¨®n es desproporcionada.

De momento, la canci¨®n de Adele sigue disponible en Internet y ella no se ha pronunciado sobre la pol¨¦mica. Quien s¨ª ha hablado es Geraes, que asumi¨® la batalla por su canci¨®n como una cruzada en favor de los derechos de autor, de los artistas brasile?os y pr¨¢cticamente de la soberan¨ªa nacional. ¡°Parece que nuestro pa¨ªs, nuestros m¨²sicos, nuestras obras, est¨¢n a merced de cualquiera para que llegue y haga lo que le d¨¦ la gana, usar y abusar¡±, criticaba estos d¨ªas.

El sambista pide aparecer en los cr¨¦ditos de la canci¨®n, recibir parte de los royalties que el tema ha generado para Adele y las discogr¨¢ficas en todo este tiempo y una indemnizaci¨®n de un mill¨®n de reales por da?os morales, aunque dice estar abierto al di¨¢logo y no descarta llegar a un acuerdo si Adele, por fin, se da por aludida. En realidad, el m¨²sico brasile?o intuye que la culpa no la tiene del todo la cantante y sospecha m¨¢s bien de Kurstin, productor multipremiado y gran conocedor de la m¨²sica brasile?a, que incluso aprendi¨® a tocar el berimbau, el instrumento que se usa en la capoeira.

El supuesto plagio de Adele toc¨® una de las fibras m¨¢s sensibles en el sentimiento patrio en Brasil: el celo sobre la incontestable calidad de su m¨²sica. Entre las numerosas muestras de apoyo que ha recibido Geraes estos d¨ªas muchos recordaron una contienda similar que tuvo final feliz para Brasil a finales de los a?os setenta. Rod Stewart lanz¨® la canci¨®n Do Ya Think I¡¯m Sexy?, con un estribillo pr¨¢cticamente id¨¦ntico a una canci¨®n que es todo un himno del carnaval en Brasil, presente en cualquier fiesta que se precie: Taj Mahal, de Jorge Ben. En este caso, los dos llegaron a un acuerdo: el brasile?o aparece en los cr¨¦ditos y Stewart don¨® todos los beneficios de la canci¨®n a Unicef. A?os m¨¢s tarde, confesar¨ªa en su autobiograf¨ªa que cometi¨® un plagio ¡°inconsciente¡±, porque pas¨® un carnaval en Brasil y escuch¨® la canci¨®n a todas horas.