Hospitales bajo fuego: la violencia de las pandillas pone en jaque al sistema de salud en Hait¨ª

El Hospital Bernard Mevs de Puerto Pr¨ªncipe, el ¨²nico centro especializado en trauma neurol¨®gico de Hait¨ª, fue incendiado la semana pasada con c¨®cteles molotov por la coalici¨®n de pandillas conocida como Viv ansanm. Con 87 camas, atend¨ªa a casi 12 millones de personas y hab¨ªa sobrevivido a eventos traum¨¢ticos previos, como el terremoto de 2010 y la epidemia de coronavirus. ¡°Estamos desorientados. M¨¢s de 30 a?os de trabajo y dedicaci¨®n al sector m¨¦dico se perdieron en una noche¡±, lamentaba una fuente cercana al hospital que pidi¨® no dar su nombre por temor a represalias.

Una semana despu¨¦s, el d¨ªa de Nochebuena, un ataque armado sacudi¨® el Hospital Universitario Estatal de Hait¨ª. Pandilleros de Viv Ansanm asaltaron las instalaciones a plena luz del d¨ªa, desatando el caos entre pacientes y personal. Parad¨®jicamente, ese deb¨ªa haber sido un d¨ªa de celebraci¨®n. Era la fecha en la que el mayor centro hospitalario ten¨ªa previsto reabrir tras verse obligado a cerrar por otro ataque de las pandillas en febrero de 2024. Pero al menos cuatro personas fueron asesinadas, entre ellos dos agentes de la Polic¨ªa Nacional de Hait¨ª. Adem¨¢s, m¨¢s de 15 personas resultaron heridas de bala, varios de ello periodistas.

Tras este ¨²ltimo ataque, el ministro de Salud, Duckenson Lorth¨¦ Blaima, fue destituido de su cargo al plantearse serias dudas sobre la gesti¨®n y preparaci¨®n de reapertura del hospital. Se cuestiona la decisi¨®n del funcionario de organizar el acto sin consultar a la Polic¨ªa Nacional, lo que se cree que deriv¨® en la ausencia de un dispositivo de seguridad que facilit¨® el ataque de las pandillas. Sin embargo, el entorno de Blaima rechaza estas acusaciones y sostiene que ¨¦l tom¨® todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad.

Estos episodios evidencian nuevamente la incapacidad de las autoridades para frenar la creciente violencia y tienen un impacto profundo en una ciudad que ya ten¨ªa la atenci¨®n m¨¦dica limitada. La mayor¨ªa de los hospitales en Puerto Pr¨ªncipe est¨¢n bajo control de pandillas, y los pocos que permanecen operativos son de dif¨ªcil acceso debido a la inseguridad. El experto en salud Harold Marzouka Jr explic¨® que el Bernard Mevs era el centro de referencia para casos cr¨ªticos en el pa¨ªs. ¡°Otros hospitales solo pod¨ªan recibir pacientes despu¨¦s de ser estabilizados aqu¨ª¡±, dice.

La atenci¨®n m¨¦dica, al l¨ªmite

¡°Era el ¨²nico lugar en Hait¨ª capaz de mantener a un paciente intubado durante semanas o incluso un mes, algo que otros hospitales no pueden garantizar¡±, afirm¨® Pierre Louis Antoine, un m¨¦dico vinculado al hospital. Este tambi¨¦n se distingu¨ªa por su capacidad de atenci¨®n de emergencias, como heridas de bala, accidentes de tr¨¢nsito y traumas graves, y proporcionaba un seguimiento a largo plazo a los pacientes. En el ¨¢mbito de la neurocirug¨ªa, Bernard Mevs se destac¨® por realizar procedimientos avanzados como la ventriculostom¨ªa endosc¨®pica para tratar la hidrocefalia en ni?os, as¨ª como por el tratamiento de tumores craneales y lesiones en la columna vertebral.

En el ataque armado, los pandilleros destruyeron importantes instalaciones de este hospital financiado por fondos privados y que ofrec¨ªa servicios accesibles al p¨²blico en general. Lo hicieron despu¨¦s de que, entre el domingo y el lunes previos, el centro sufriera varios asaltos. Entre lo que se perdi¨® est¨¢n cuatro salas de operaci¨®n, el laboratorio, dos esc¨¢neres y las oficinas administrativas.

Este centro era reconocido por contar con algunas de las tecnolog¨ªas de imagen m¨¦dica m¨¢s avanzadas del pa¨ªs. Tambi¨¦n era clave en la formaci¨®n de estudiantes de medicina, ya que albergaba el ¨²nico programa de residencia en neurocirug¨ªa. ¡°Estamos en cero. Incluso para casos simples como una apendicitis, ya no hay d¨®nde operar¡±, afirm¨® Marzouka Jr. El empresario, que apoy¨® al hospital durante una d¨¦cada, critic¨® duramente la inacci¨®n de la comunidad internacional frente al drama del pa¨ªs. ¡°Es como observar un barco hundirse con personas a bordo mientras tienes chalecos salvavidas y no haces nada¡±, lament¨®.

A pesar de los esfuerzos de cl¨ªnicas privadas y hospitales gestionados por ONGs para suplir el vac¨ªo dejado por Bernard Mevs, los recursos son insuficientes frente a la creciente demanda. La situaci¨®n sanitaria en Hait¨ª ha empeorado considerablemente en los ¨²ltimos meses. Seg¨²n el Ministerio de Salud P¨²blica y Poblaci¨®n (MSPP), ¡°la inseguridad ha empeorado la situaci¨®n, obligando a cerrar m¨¢s de 31 hospitales en todo el departamento¡±, dijo el director de salud del Oeste en declaraciones a EL PA?S, lo que deja a la poblaci¨®n sin acceso adecuado a servicios m¨¦dicos. Seg¨²n la ONU, a partir de mayo de 2024, s¨®lo seis de cada diez hospitales en Hait¨ª est¨¢n parcialmente operativos debido a la violencia de las pandillas en la capital, Puerto Pr¨ªncipe.

El panorama se complica a¨²n m¨¢s con el ¨¦xodo de profesionales m¨¦dicos, que ha dejado a los hospitales sin personal capacitado. Un estudio previo report¨® que el 40% de los doctores formados en Hait¨ª han abandonado el pa¨ªs debido a la inseguridad, y de ellos, el 13% ha emigrado a Estados Unidos. Seg¨²n los datos del MSPP, Hait¨ª solo cuenta con 5,9 m¨¦dicos por cada 10.000 habitantes, muy por debajo del est¨¢ndar m¨ªnimo recomendado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), que es de 25 m¨¦dicos.

Mientras tanto, el Hospital Universitario La Paz, el ¨²nico p¨²blico funcional en la zona metropolitana de Puerto Pr¨ªncipe, sigue sobrepasado. En noviembre de 2024, el centro registr¨® 49 personas heridas por armas de fuego en solo una semana. La violencia sigue siendo el principal desaf¨ªo para el sistema de salud, y el hospital est¨¢ al l¨ªmite de su capacidad para atender a la creciente cantidad de v¨ªctimas de los enfrentamientos entre pandillas. A pesar de algunos intentos por restaurar la seguridad en la zona, como la llegada de fuerzas multinacionales dirigidas por Kenia en junio de 2024, los resultados han sido limitados.

El cierre prolongado del Hospital General tambi¨¦n ha afectado la formaci¨®n de nuevos m¨¦dicos. Los residentes de diversas especialidades, como anestesiolog¨ªa y urolog¨ªa, no pudieron completar su a?o acad¨¦mico debido a la falta de espacio y las condiciones de inseguridad. ¡°Estamos en una situaci¨®n cr¨ªtica, es un a?o perdido para todos los residentes¡±, coment¨® Rodolphe Malebranche, director de la residencia del hospital universitario. Las medidas provisionales, como la reubicaci¨®n de los residentes en otros centros de salud, no han resuelto el problema de fondo. Seg¨²n Malebranche, si el Hospital General reabre, ¡°los residentes no tendr¨¢n lugar donde hospedarse y realizar las guardias nocturnas¡±, lo que podr¨ªa empeorar la situaci¨®n.

A medida que m¨¢s m¨¦dicos salen del pa¨ªs y los residentes abandonan la carrera, la capacidad de Hait¨ª para enfrentar emergencias de salud se ve seriamente comprometida. ¡°Los m¨¦dicos y residentes que quedamos enfrentamos una situaci¨®n insostenible¡±, lament¨® la doctora Yveline Michel, residente en anestesiolog¨ªa. Y sin soluci¨®n a la vista a la crisis de seguridad, la salud en Hait¨ª sigue en un estado cr¨ªtico, dejando a millones de personas sin acceso adecuado a atenci¨®n m¨¦dica.