Jeremy Rifkin: ¡°La empat¨ªa est¨¢ incrustada en nuestros circuitos neuronales¡±
El soci¨®logo estadounidense defiende modelos econ¨®micos descentralizados e insta a los cient¨ªficos a aprender de las comunidades ind¨ªgenas y su manejo del agua
![Jeremy Rifkin](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/PPM2JCPI4ZBCDP3MEVYTKWLIXI.jpg?auth=62c2d3061fe91cd6585430d8aa89b0d4831099827c369eba4c850e0e57e27345&width=414)
![Noor Mahtani](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F9ca5ba61-9edf-4821-a9ae-3cc236805d93.png?auth=5a1de7eaad46d2fbfb2002eeb5c3f5c94cd6a54b9363ffdc5afafbe25a800b3b&width=100&height=100&smart=true)
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Jeremy Rifkin (Denver, Colorado, 80 a?os) habla de la crisis clim¨¢tica, la tercera revoluci¨®n industrial y la empat¨ªa con la misma rotundidad. Despu¨¦s de su charla magistral en el Foro Econ¨®mico Internacional Am¨¦rica Latina y el Caribe, que organiz¨® CAF-banco de desarrollo de Am¨¦rica Latina y el Caribe en alianza con el Grupo PRISA y World in Progress (WIP), se sienta tras una mascarilla FFP2 a ahondar sobre las ideas que ha rumiado durante m¨¢s de 50 a?os de activismo y que ha dejado plasmadas en una veintena de libros y ensayos cient¨ªficos que llegan a los despachos de la Uni¨®n Europea y Latinoam¨¦rica. ¡°La gobernanza biorregional ser¨¢ la pr¨®xima etapa de la gobernanza¡±, espeta durante los 20 minutos de conversaci¨®n con Am¨¦rica Futura. El calentamiento global, explica, diluir¨¢ las fronteras pol¨ªticas porque ni los huracanes, ni las sequ¨ªas, ni las inundaciones las est¨¢n respetando. ¡°Hay que prepararse para rescatar y restaurar¡±.
Rifkin reconoce que la esperanza entre tanto desasosiego la encuentra en la generaci¨®n Z y en los miles de j¨®venes que han salido a manifestarse ¡°en nombre de toda una especie¡±. ¡°Esto no se parece a ninguna protesta de la historia¡±, insiste. Para este reconocido soci¨®logo y economista, la diferencia entre sus contempor¨¢neos y los de Greta Thunberg es que estos ¨²ltimos est¨¢n creciendo en un momento en el que el calentamiento es m¨¢s tangible que nunca y cuando la ciencia ha corroborado algo gigante: que cada ser humano es un ecosistema. ¡°Que la gente sepa esto har¨¢ que las reglas del juego cambien¡±, dice emocionado.
Pregunta. ?Cu¨¢les son las consecuencias de habernos enamorado de la eficiencia?
Respuesta. Francis Bacon dijo: ¡®Estoy cansado de los pensadores griegos que s¨®lo hablan del porqu¨¦ de las cosas. Eso no nos lleva a ning¨²n lugar¡¯. ?l quiso centrarse en el c¨®mo. As¨ª que tild¨® al planeta como ¡°una prostituta¡± y dijo que ten¨ªamos que lograr que el planeta hiciera lo que nosotros quer¨ªamos y no al rev¨¦s. Ah¨ª empez¨® a introducir el t¨¦rmino de eficiencia, que es un concepto artificial. Es por la eficiencia que se est¨¢ perjudicando la hidrosfera, la litosfera, la atm¨®sfera y la biosfera. Se est¨¢ mercantilizando la naturaleza en beneficio exclusivo de una especie, los seres humanos. Y se hace a costa del resto del planeta, del agua¡
P. Usted defiende que el problema m¨¢s urgente que enfrentamos es el del agua.
R. S¨ª, porque es el agua lo que moja las monta?as, y hace que se degraden los elementos del suelo y luego esos elementos se convierten en elementos en nuestro cuerpo para que podamos vivir. Bacon dijo que pod¨ªamos ser observadores de la naturaleza o utilitaristas y modificarla, privatizarla y usarla. Hemos hecho esto ¨²ltimo por 6.000 a?os y todas las civilizaciones hidr¨¢ulicas han colapsado, perdiendo sus ecosistemas. El agua se est¨¢ evaporando cada vez m¨¢s r¨¢pido debido al calor. Vemos nieve donde nunca hab¨ªa habido, como en el sur de California. Luego de las inundaciones, tenemos sequ¨ªas mes tras mes. Y la gente no tiene agua para la industria, el consumo, la agricultura, nada. Todo el mundo se est¨¢ enfrentando a esta nueva realidad. Y tenemos que aprender a adaptarnos a la hidrosfera en lugar de intentar adaptar la hidrosfera a nosotros, porque no funcionar¨¢. La hidrosfera determinar¨¢ a d¨®nde van a migrar los animales y los seres humanos.
P. ?Es usted es optimista?
R. No, no soy optimista. He sido activista por 50 a?os y no estoy sentado esperando a que lleguen las buenas noticias. Siempre tengo esperanzas, pero nunca soy ingenuo. Estamos en un punto de extinci¨®n y puede que dentro de un siglo ya no estemos aqu¨ª. Por tanto, soy cauteloso. Estamos viendo el cambio hacia una tercera revoluci¨®n industrial, que es totalmente diferente a la primera y la segunda. Ahora lo tenemos todo, la tecnolog¨ªa, el mercado, las nuevas generaciones¡ pero tenemos que crear un nuevo paradigma. La hoja de ruta que hemos utilizado en los dos ¨²ltimos siglos fue lo que nos condujo a esta crisis. No podemos seguir us¨¢ndola. Estamos en la c¨²spide de una tercera revoluci¨®n industrial, que es distribuida y descentralizada. Esto tiene que favorecer los Gobiernos bioregionales y nos lleva de la globalizaci¨®n a la mundializaci¨®n y a modelos econ¨®micos nuevos.
P. Esta tercera revoluci¨®n industrial tiene muchos paralelismos con la cosmovisi¨®n de muchos pueblos ind¨ªgenas de Am¨¦rica Latina.
R. S¨ª, absolutamente. Podemos aprender mucho de esta regi¨®n. Es interesante. Las comunidades ind¨ªgenas entendieron hace mucho que este es un planeta vivo. Ahora, nuestros cient¨ªficos nos dicen literalmente que cada ser humano es un ecosistema. Y es que nuestro esqueleto es reemplazado cada 10 a?os, nuestro h¨ªgado cada a?o, las c¨¦lulas de nuestro est¨®mago cada mes. El f¨®sforo de mi diente vino de una monta?a... No estamos solos. Hay millones de otras criaturas que viven en nuestros cuerpos, s¨®lo el 44% de nuestras c¨¦lulas son humanas. El otro 56% pertenecen a las arqueas, los hongos, las bacterias, los virus...
![El soci¨®logo, economista y autor durante su participaci¨®n en el Foro Econ¨®mico Internacional Am¨¦rica Latina y el Caribe 2025.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4WKOP7OZURDHDIKYPHQQREGQ44.jpg?auth=56c8368f0fb764fb25cb70241e10fd53c4be9052439e3451b5688962a5c212b6&width=414)
P. Eso lo cambia todo...
R. Cambia las reglas del juego. ?Qu¨¦ pasar¨ªa si en el colegio el profesor dijera: ¡°Todos en esta sala somos un ecosistema¡±. Cada uno de ustedes es individualmente ¨²nico, pero son un ecosistema y est¨¢n absorbiendo elementos del agua, de las monta?as, de la atm¨®sfera¡ Puede que esto sea algo ¨²nico en este universo. Y lo estamos desechando porque tenemos un concepto equivocado de lo que es la naturaleza. Este es un planeta de agua din¨¢mica y, durante el 95% del tiempo que nuestra especie ha estado aqu¨ª, lo vimos como un planeta inanimado. As¨ª que s¨ª, tenemos que aprender de las culturas ind¨ªgenas, no para volver a estas tradiciones, sino para aprender c¨®mo se han adaptado a la hidrosfera. Hoy existen formas m¨¢s sofisticadas de repensar ese conocimiento, pero es el mismo concepto: ?C¨®mo vivir en un planeta animado y no tratar de controlarlo?
P. Conf¨ªa en la generaci¨®n de j¨®venes y en c¨®mo est¨¢n pasando de un mundo de la exclusividad a la inclusividad. ?Por qu¨¦?
R. Porque no hab¨ªa pasado antes. Millones de j¨®venes han salido en todos los rincones del mundo denunciando la emergencia clim¨¢tica. Esto no se parece a ninguna protesta de la historia. A los humanos nos gusta protestar, s¨ª. Lo hemos hecho siempre. Pero ellos han salido a hablar de una especie, de todos nosotros. Y es incre¨ªble, porque hemos ido a manifestarnos por todo lo que nos divide: la religi¨®n, la pol¨ªtica, las guerras¡ Pero ellos son los primeros que se han percibido como especie.
P. Usted hace bandera de la empat¨ªa. Habla de ella como un instinto b¨¢sico. ?De qu¨¦ manera se est¨¢ adue?ando de este t¨¦rmino la pol¨ªtica?
R. La empat¨ªa est¨¢ incrustada en nuestros circuitos neuronales. Tenemos neuronas espejo que hacen que podamos experimentar el dolor de otro o incluso la alegr¨ªa o el miedo como si estuvi¨¦ramos experimentando nosotros mismos. Creemos que los elefantes lo tienen, no estamos seguros de las ballenas, los delfines o los perros, pero puede que tambi¨¦n. La empat¨ªa ha ido cambiando con la historia. Pero ahora los ni?os dicen: ¡°Somos una especie¡±. Est¨¢ produci¨¦ndose un movimiento hacia la biofilia; un compromiso con todas nuestras criaturas. No s¨¦ si tendr¨¢ ¨¦xito, pero es el siguiente paso. Con todas las inundaciones, sequ¨ªas y olas de calor, los ecosistemas comunes entre varios pa¨ªses se est¨¢n viendo afectados m¨¢s all¨¢ de las fronteras pol¨ªticas. Hay que prepararse para rescatar y restaurar. As¨ª que la gobernanza biorregional ser¨¢ la pr¨®xima etapa de la gobernanza. Desaparecer¨¢n algunas naciones, muchas no, y se limitar¨¢n a extender la gobernanza biorregional. Ya lo est¨¢n haciendo.
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