As¨ª impactan las lideresas en la pol¨ªtica de Am¨¦rica Latina
La representaci¨®n de las mujeres s¨ª tiene efectos concretos en la igualdad de la regi¨®n: m¨¢s legislaci¨®n sobre violencia de g¨¦nero, salud reproductiva y atenci¨®n a cuidado y seguridad alimentaria. Estas son sus historias
Todos los d¨ªas, en distintas latitudes, las mujeres ¡°tenemos que presentar pruebas de que la representaci¨®n pol¨ªtica importa¡±, dijo Silvana Koch-Mehrin, presidenta y fundadora de Women Political Leaders (WPL, por sus siglas en ingl¨¦s). Esta organizaci¨®n, junto al Instituto Global para el Liderazgo de las Mujeres y la Fundaci¨®n Westminster para la Democracia y el profesor Nam Kyu Kim, se dedic¨® a documentar c¨®mo las lideresas remodelan la naturaleza de la pol¨ªtica, incorporan cuestiones y problemas que antes se percib¨ªan como ¡°no prioritarios¡±, como la violencia de g¨¦nero y la salud reproductiva, entre otros temas.
El informe concluy¨®, en primer lugar, que cuanto mayor es la representaci¨®n de las mujeres en los gabinetes y las legislaturas, m¨¢s mujeres se encuentran en igualdad de condiciones jur¨ªdicas y econ¨®micas; tambi¨¦n que hay un v¨ªnculo entre el liderazgo pol¨ªtico de las mujeres y legislaci¨®n contra la violencia de g¨¦nero, ¡°lo que demuestra que la implementaci¨®n de la legislaci¨®n sobre violencia de g¨¦nero est¨¢ influenciada positivamente por el liderazgo pol¨ªtico femenino¡±; y, por ¨²ltimo, que como formuladoras de pol¨ªticas p¨²blicas las mujeres dan prioridad a ¨¢reas tem¨¢ticas que benefician a los m¨¢s vulnerables de la sociedad a trav¨¦s de la atenci¨®n m¨¦dica, el bienestar, la seguridad alimentaria y la educaci¨®n.
Cada 8-M decimos que falta mucho, pues como afirma la investigaci¨®n, solo si la representaci¨®n es significativa (idealmente paritaria), ¡°lograremos la igualdad legal de oportunidades econ¨®micas y desbloquearemos los beneficios y mejoras econ¨®micas asociados con esta diversidad(verificar)¡±. En esta oportunidad, en Lideresas de Latinoam¨¦rica, algunos ejemplos concretos en la regi¨®n que evidencian que la representaci¨®n s¨ª importa
Janja Lula da Silva y la igualdad salarial
¡°Cada dos minutos, cinco mujeres son agredidas en Brasil¡±, recuerda un cartel a los miles de transe¨²ntes que pasan cada d¨ªa por la estaci¨®n central de autobuses en Brasilia. ¡°La violencia contra la mujer no tiene disculpa, tiene una ley¡±, dice otro afiche. Se refiere a la principal norma legal para combatir el feminicidio en este pa¨ªs. Aprobada por unanimidad en 2006, se llama la ley Maria da Penha, bautizada as¨ª en homenaje a una brasile?a que sobrevivi¨® a un caso de violencia de g¨¦nero cruel como pocos. Incluy¨® un tiro por la espalda que la dej¨® en silla de ruedas y un intento de electrocutarla en la ducha.
Pero la mujer con m¨¢s poder para impulsar ahora mismo la agenda feminista no es una ministra o parlamentaria sino la esposa del presidente, Janja Lula da Silva. Ella recuerda a menudo la flagrante ausencia de mujeres en ¨¢mbitos p¨²blicos ¡ªfruto tambi¨¦n de decisiones de su marido¡ª e impuls¨® la ley de igualdad salarial entre hombres y mujeres, aprobada en 2023 y que ahora toca implementar. Brasil est¨¢ a la cola de la regi¨®n en cuanto a parlamentarias. Son solo el 17%, pero a veces funcionan como lobby. Entre las prioridades para este a?o, la regulaci¨®n del trabajo de las mujeres con c¨¢ncer de mama, los derechos de las mujeres que sufren abortos espont¨¢neos o un permiso de maternidad para atletas. Ni los tribunales ni el Congreso tienen planes avanzados para despenalizar el aborto a corto plazo.
Y hay otros casos como el de la concejal Erika Hilton, en la legislatura de S?o Paulo, que promovi¨® el Fondo de Lucha contra el Hambre para dar acceso a niveles dignos de subsistencia, nutrici¨®n y seguridad alimentaria en esta ciudad. En 2022 se cre¨® el fondo y ahora est¨¢ en proceso de estructuraci¨®n.
Colombia atiende a sus cuidadoras
Colombia es un pa¨ªs de madres que asumen las responsabilidades del hogar solas. Seg¨²n cifras oficiales, hay 7 millones de personas (6 millones de ellas mujeres) que hacen trabajos de cuidado sin ning¨²n tipo de remuneraci¨®n. Se encargan de los hogares, cuidan ni?os o adultos con discapacidad. En total hay 16 millones de personas que requieren cuidados diarios para su desarrollo vital. Por eso desde hace m¨¢s de una d¨¦cada se viene hablando de la necesidad de un Sistema Nacional de Cuidados.
La participaci¨®n de mujeres en la pol¨ªtica como la excongresista Angela Mar¨ªa Robledo o la alcaldesa de Bogot¨¢, Claudia L¨®pez y ahora la vicepresidenta, Francia M¨¢rquez han impulsado en distintos momentos ese reclamo de muchas otras mujeres en ¨¢mbitos amplios de la sociedad.
En el caso de Bogot¨¢, la capital ha obtenido reconocimiento por las llamadas Manzanas del Cuidado, un programa pionero que desarroll¨® L¨®pez, y que consiste en atender a mujeres que cuidan de otros. Se trata de 20 centros de ayuda a mujeres donde pueden entrenar, educarse o tener terapia sicol¨®gica, entre otras cosas, mientras les lavan la ropa o les cuidan a sus hijos. El plan se mantiene en la actual administraci¨®n y tiene potencial de ser replicable y en ciudades como Montevideo (Uruguay), se ha hablado de instalar lavander¨ªas para mujeres cuidadoras.
Natalia Moreno lider¨® ese plan en Bogot¨¢ y ahora es la gerente del Sistema Nacional de Cuidado, toda una novedad en el pa¨ªs. Con la creaci¨®n del Ministerio de la Igualdad, encabezado por la vicepresidenta Francia M¨¢rquez, que tambi¨¦n ha sido cuidadora -trabaj¨® como empleada dom¨¦stica en una etapa de su vida- se incluy¨® el sistema de cuidados en el Plan Nacional de Desarrollo. Adem¨¢s, en el Congreso apoyaron una Ley que le da un marco jur¨ªdico a ese Sistema Nacional. ¡°Colombia es, despu¨¦s de Uruguay, el segundo pa¨ªs en Latinoam¨¦rica que pone en marcha un sistema as¨ª con una ley que obliga al Gobierno a implementarlo¡±, dice Moreno. La experiencia de Bogot¨¢ es, por supuesto, un punto de partida, pero el plan nacional aborda otras realidades donde no hay tanta infraestructura como en la capital.
Ya con el marco jur¨ªdico, el sistema nacional- que est¨¢ en fase de dise?o- contempla 140 acciones. Entre ellas, que la renta ciudadana (un tipo de subsidio que se da a los m¨¢s vulnerables), se focalice en las personas cuidadoras; mientras otras medidas apuntan a acompa?amiento a trabajadoras dom¨¦sticas para que les cumplan sus derechos laborales, formalizaci¨®n de madres comunitarias, y programas complejos de cuidados comunitarios. Para ello tambi¨¦n tienen como aliada a otra mujer, la ministra de Trabajo, Gloria In¨¦s Ram¨ªrez.
Por ahora se cre¨® la Direcci¨®n de Cuidado, una dependencia espec¨ªfica para estos temas que, hasta ahora eran transversales en distintos ministerios y por lo tanto ¡°de todos y de nadie¡±. Y avanzan en la ruta de cuidado, una serie de veh¨ªculos o buses expandibles que llevan servicios de atenci¨®n sicol¨®gica o servicios de telecomunicaciones para cuidadoras en zonas muy remotas y rurales.
¡®Ley Antonia¡¯: garant¨ªa para v¨ªctimas de delitos sexuales en Chile
Antonia Barra se suicid¨® a los 21 a?os, tres semanas despu¨¦s de que la violara Mart¨ªn Pradenas, de 28. La joven denunci¨® en 2019 al agresor, hoy condenado. El caso es simb¨®lico en la lucha feminista chilena y origin¨® la llamada Ley Antonia. La normativa promulgada en diciembre de 2022 establece garant¨ªas procesales para las v¨ªctimas de delitos sexuales, proteger sus derechos y evitar su revictimizaci¨®n. Tambi¨¦n incluye dos tipos nuevos penales: la inducci¨®n al suicidio y el suicidio feminicida. Para calcular la condena del agresor, por ejemplo, se considera la afectaci¨®n f¨ªsica y mental de la v¨ªctima.
Las diputadas Maite Orisini y Gael Yeomans, del Frente Amplio, la formaci¨®n del presidente Gabriel Boric, presentaron la iniciativa legislativa que cont¨® con el apoyo transversal de los distintos partidos pol¨ªticos y se aprob¨® por unanimidad en el Senado. La Ley Antonia, establece que la persona que ¡°con ocasi¨®n de hechos previos constitutivos de violencia de g¨¦nero, cometidos por ¨¦ste en contra de la v¨ªctima, cause el suicidio de una mujer, ser¨¢ sancionado con la pena de presidio menor en su grado m¨¢ximo a presidio mayor en su grado m¨ªnimo como autor de suicidio femicida¡±.
Dos d¨¦cadas atr¨¢s, en el Congreso chileno mujeres como Michelle Bachelet que fue la primera presidenta del pa¨ªs, aprob¨® la ley de sala cunas que obliga a las empresas con m¨¢s de 19 trabajadoras a proporcionar sala cuna hasta los dos a?os del ni?o o ni?a.
La ¡®Ley Malena¡¯ y la lucha de todas las mujeres atacadas con ¨¢cido en M¨¦xico
La saxofonista mexicana Mar¨ªa Elena R¨ªos vivi¨® en 2019 un ataque con ¨¢cido por encargo de su anterior pareja, un poderoso pol¨ªtico y empresario gasolinero de Oaxaca. Desde entonces, su lucha por conseguir justicia se ha unido a la de cientos de mujeres que, como ella, fueron atacadas con alguna sustancia corrosiva en el cuerpo y la cara. Sin embargo, hasta hace un a?o, las agresiones con ¨¢cido en M¨¦xico eran consideradas solo un agravante de un delito de lesiones, lo que significaba condenas reducidas para sus perpetradores.
En la ¨²ltima d¨¦cada ha quedado demostrado que los ataques con ¨¢cido u otras sustancias est¨¢n estrechamente relacionados con la violencia machista en el pa¨ªs. El 85% de estas agresiones en M¨¦xico fueron cometidas por un hombre, pareja o expareja de las v¨ªctimas, seg¨²n datos de la Fundaci¨®n Carmen S¨¢nchez. Primero, por lo f¨¢cil y barato que es conseguir estas sustancias en el mercado, y segundo, por el enorme da?o que generan en las v¨ªctimas.
Este a?o, el Congreso local de Ciudad de M¨¦xico aprob¨® un cambio en su legislaci¨®n al que bautizaron como Ley Malena -en honor a la saxofonista- que contempla penas de hasta 12 a?os de prisi¨®n, con posibilidad de que se extiendan hasta los 30 a?os si el ataque provoca graves lesiones y es considerado intento de feminicidio.
El primer Estado en modificar la ley fue Puebla, en marzo de 2023. Despu¨¦s vinieron Baja California, Quintana Roo, Colima y Campeche, que legislaron en el mismo sentido. El resto del pa¨ªs sigue considerando los ataques con ¨¢cido como una agresi¨®n menor, entre ellos, Oaxaca, de donde es Mar¨ªa Elena R¨ªos.
Hasta marzo del a?o pasado, 39 mujeres sufrieron ataques con ¨¢cido en el pa¨ªs. Sin embargo, estos datos solo reflejan una parte del problema porque no existe informaci¨®n oficial ni un conteo formal por parte de las autoridades. Son las ONG las ¨²nicas que hacen esa tarea. En 2022, por ejemplo, la Fundaci¨®n Carmen S¨¢nchez registr¨® otros 105 ataques con otro tipo de sustancias, como alcohol o gasolina, de las que solo hubo una denuncia formal ante la polic¨ªa en 28 ocasiones. Ante estos hechos y el abandono del Estado, v¨ªctimas y activistas como la propia Mar¨ªa Elena R¨ªos, Carmen S¨¢nchez, Esmeralda Mill¨¢n o Elisa Xolalpa, entre muchas otras, han seguido peleando para que cambie la ley.
Gracias a ellas la ¡°violencia ¨¢cida¡±, como se llama ahora, est¨¢ recogida en el C¨®digo Penal y la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. El caso de Mar¨ªa Elena R¨ªos sigue atascado en los tribunales y todav¨ªa no se ha celebrado el juicio en contra de su agresor. De suceder, la Ley Malena no podr¨ªa aplicarse a su caso por ser anterior a su aprobaci¨®n y porque Oaxaca sigue sin reconocer este tipo de violencia en su C¨®digo Penal.
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