La novia del atacante de Cristina Kirchner: ¡°Mand¨¦ un tipo para que la mate¡±

Brenda Uliarte es la novia de Fernando Sabag Montiel, el hombre de 35 a?os que el 1 de septiembre pasado gatill¨® dos veces hacia la cabeza de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Aquella noche estaba frente a la casa de la vicepresidenta de Argentina. Escap¨® tras escuchar dos veces el clack del gatillo y ver a su pareja corriendo entre la multitud antes de ser atrapado. El atentado hab¨ªa fallado, culpa de una pistola sin balas en la rec¨¢mara. Uliarte, de 23 a?os, se refugi¨® en la casa de una expareja. D¨ªas despu¨¦s cay¨® presa, acusada de ser c¨®mplice de intento de magnicidio. Pero los mensajes que intercambi¨® antes y despu¨¦s del atentado la ubican cada vez m¨¢s como organizadora.

¡°Mand¨¦ un tipo para que la mate a Cristi¡±, le dice a Agustina D¨ªaz, una amiga que Uliarte ten¨ªa agendada como ¡°amor de mi vida¡±. D¨ªaz fue arrestada el lunes, acusada de conocer todos los detalles del ataque. El mensaje lleg¨® al tel¨¦fono de D¨ªaz despu¨¦s del 27 de agosto, luego de que Sabag Montiel y Uliarte hubiesen abortado un primer intento de asesinato. El intercambio fue publicado ¨ªntegramente por el diario argentino La Naci¨®n. ¡°Mand¨¦ a matar a la vice Cristina. No sali¨® porque se meti¨® para adentro. Una bronca te juro, la ten¨ªa ah¨ª. Mand¨¦ un tipo para que la mate a Cristi¡±, le dice Uliarte a D¨ªaz, quien da por hecho que el atacante era un sicario contratado. ¡°Buena idea igual. ?Cu¨¢nto te cobr¨®?¡±, le pregunta la amiga. ¡°No me cobr¨®. Lo hizo porque tambi¨¦n est¨¢ recaliente con lo que est¨¢ pasando. Te juro que a esa la voy a bajar. Me tiene repodrida [harta] que ande robando y qued¨¦ impune¡±, contesta Uliarte. D¨ªaz celebra el plan, pero advierte a su amiga del peligro. ¡°Te das cuenta del quilombo [l¨ªo] en el que te vas a meter, ?no?¡±, le dice. ¡°Te van a buscar por todos lados si se enteran de que sos c¨®mplice de la muerte de la vicepresidenta¡±. ¡°Por eso mand¨¦ a alguien¡±, le responde Uliarte.

El jueves 1 de septiembre por la noche, finalmente, Sabag Montiel y Uliarte encontraron el momento para disparar contra la expresidenta. Unas 300 personas se agolpaban frente al piso de Kirchner en el barrio de Recoleta. Cumpl¨ªan as¨ª con un rito iniciado el 22 de agosto, horas despu¨¦s de que un fiscal pidiese 12 a?os de c¨¢rcel contra la expresidenta por presunta corrupci¨®n. El kirchnerismo tom¨® la calle en defensa de la l¨ªder del movimiento y Recoleta se convirti¨® en centro de peregrinaci¨®n. La decisi¨®n del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, en manos opositoras, de vallar la esquina donde vive Kirchner termin¨® en choques con la polic¨ªa. En la noche del ataque, la multitud estaba all¨ª de vuelta. Cuando la vicepresidenta se dispon¨ªa a saludar a sus seguidores, una mano emergi¨® tras la muchedumbre, apunt¨® a la cabeza y gatill¨® dos veces sin que saliese la bala. Sabag Montiel intent¨® escapar, pero fue atrapado por el p¨²blico.

Uliarte se encontraba esa noche frente a la casa de Kirchner y huy¨®. El intercambio de mensajes con D¨ªaz se reanud¨®. ¡°?Sabes cu¨¢nta guita [dinero] necesitas para eso? No es mando a matar y me mudo del pa¨ªs¡±, le advierte D¨ªaz a Uliarte sobre las dificultades de escapar tras el atentado fallido. La mujer se pregunta luego qu¨¦ pudo haber salido mal. ¡°?Pero, qu¨¦ onda, por qu¨¦ fall¨® el tiro? ?No practic¨® antes o le fall¨® la adrenalina del momento?¡±. Y recomienda a su amiga que se deshaga de su tel¨¦fono m¨®vil y borre todas sus cuentas en redes sociales para borrar rastros.

Del tel¨¦fono m¨®vil de Sabag Montiel se perdi¨® toda la informaci¨®n por la impericia de la Polic¨ªa Federal, que en el intento por desbloquearlo borr¨® todo su contenido. La justicia traslad¨® entonces la responsabilidad de las pericias a la Polic¨ªa de Seguridad Aeroportuaria. Lo que result¨® ser una mina de oro fue el aparato de Uliarte. All¨ª se encontraron, adem¨¢s de cientos de mensajes de WhatsApp, fotos de la pareja posando con el arma utilizada en el atentado y mensajes alentado un ataque. ¡°Tenemos que generar hechos, no protestas¡± o ¡°no hay que seguir puteando, hay que pasar a la acci¨®n. Pongamos [una bomba] molotov en la Casa Rosada¡±, son algunos de los textos que intercambiaba la pareja.

Para la Justicia, los investigadores est¨¢n ante un ¡°ataque planificado¡± para ¡°dar muerte a Cristina Kirchner¡± con un ¡°acuerdo previo entre ambos¡±. El gran misterio es si toda esta gente actu¨® por iniciativa propia o motivados por un tercero deseoso de generar una grave crisis pol¨ªtica en Argentina.

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