El legado de Borges, el culebr¨®n impensado de la literatura argentina
De la lealtad de Aurora Bern¨¢rdez con Julio Cort¨¢zar a la amante casual que se qued¨® con la obra de Adolfo Bioy Casares, las herencias de los escritores argentinos han tenido sucesiones de pel¨ªcula. La de Jorge Luis Borges se supon¨ªa cerrada hasta que salt¨® por los aires esta semana
Julio Cort¨¢zar y Aurora Bern¨¢rdez se conocieron en 1948 en Buenos Aires, se casaron en 1953, y se separaron en 1968 mientras viv¨ªan en Par¨ªs. Ambos comenzaron como traductores, atravesaron las vacas flacas de la migraci¨®n y terminaron viajando por el mundo trabajando para las Naciones Unidas. Durante esas dos d¨¦cadas Cort¨¢zar public¨® los cuentos de Bestiario, Final del Juego, o Todos los fuegos el fuego, y la novela Rayuela. Despu¨¦s se enamor¨® de las revoluciones latinoamericanas y...
Julio Cort¨¢zar y Aurora Bern¨¢rdez se conocieron en 1948 en Buenos Aires, se casaron en 1953, y se separaron en 1968 mientras viv¨ªan en Par¨ªs. Ambos comenzaron como traductores, atravesaron las vacas flacas de la migraci¨®n y terminaron viajando por el mundo trabajando para las Naciones Unidas. Durante esas dos d¨¦cadas Cort¨¢zar public¨® los cuentos de Bestiario, Final del Juego, o Todos los fuegos el fuego, y la novela Rayuela. Despu¨¦s se enamor¨® de las revoluciones latinoamericanas y de la agente Ugn¨¦ Kurvelis, y convivi¨® con la fot¨®grafa Carol Dunlop, a quien acompa?¨® hasta su muerte en 1982. Cort¨¢zar vivir¨ªa solo dos a?os m¨¢s.
En los ¨²ltimos meses de su vida, solo y enfermo, Bern¨¢rdez volvi¨® a cuidar a Cort¨¢zar. Escritora que se guard¨® en un caj¨®n para no eclipsar al hombre de su vida, traductora de autores como Gustave Flaubert, Albert Camus o Simone de Beauvoir, Aurora Bern¨¢rdez ser¨¢ para siempre la albacea generosa que orden¨® la edici¨®n de la correspondencia del escritor, sus in¨¦ditos y sus clases de literatura. Fue el ¨²ltimo acto de amor con su marido fallecido. El primero hab¨ªa sido enterrarlo en 1984 junto a Carol Dunlop en el cementerio parisino de Montparnasse.
Adolfo Bioy Casares muri¨® en 1999 a los 85 a?os. Precursor de la hoy muy nutrida ciencia ficci¨®n del R¨ªo de La Plata y alto representante de la clase alta argentina que se cri¨® con un pie en la hacienda y el otro en Europa, vivi¨® sus ¨²ltimos a?os poniendo su vida en orden. En diciembre de 1994 hab¨ªa muerto su esposa, la escritora Silvina Ocampo, y tres semanas despu¨¦s falleci¨® en un accidente de tr¨¢nsito su hija, Marta Bioy, a quien Ocampo hab¨ªa adoptado como suya. Marta no fue su ¨²nica hija extramatrimonial. En 1998, un a?o antes de morir, el autor de novelas como La invenci¨®n de Morel o El sue?o de los h¨¦roes viaj¨® a Par¨ªs para reconocer a otro.
Fabi¨¢n Ayerza Demar¨ªa hab¨ªa vivido casi toda su vida en Francia, heredero de otras familias argentinas de abolengo. El encuentro con su padre biol¨®gico fue fruct¨ªfero. Fabi¨¢n hered¨® los derechos intelectuales de la obra de Bioy y dividi¨® el resto de su herencia con los hijos de Marta Bioy y Lidia Ramona Ben¨ªtez, la enfermera que cuid¨® al escritor en sus ¨²ltimos a?os. Fue solo el principio de una herencia complicada. La historia la cuenta el editor y librero Guillermo Schavelzon en su libro de memorias: Fabi¨¢n muri¨® en 2006 y la obra de Bioy cay¨® en manos de su madre, Sara Josefina Demar¨ªa, que hab¨ªa tenido un amor¨ªo con Bioy hace d¨¦cadas y recibi¨® el legado cuando ten¨ªa 90 a?os. El litigio por la sucesi¨®n tard¨® casi 10 a?os. Este a?o, por fin, se public¨® la obra completa de Bioy Casares en la Editorial Alfaguara; pero sus diarios, incluidos los extractos sobre su amigo m¨¢s cercano, Jorge Luis Borges, que vieron la luz brevemente, siguen encajonados.
La herencia de los grandes escritores argentinos del siglo XX ha tenido historias de pel¨ªcula como est¨¢s. Hay m¨¢s. Algunos bi¨®grafos de Roberto Arlt conjeturan con que su hija y albacea, Mirta Arlt, cambi¨® algunas palabras de la obra in¨¦dita del cronista por considerarlas soeces. Nunca se sabr¨¢, Mirta Arlt muri¨® en 2014. La obra de Roberto Fontanarrosa, el escritor que uni¨® la pasi¨®n literaria del pa¨ªs con la capital con m¨¢s librer¨ªas del mundo con la ¨²nica que la supera, el f¨²tbol, tambi¨¦n tuvo un litigio de una d¨¦cada entre su hijo y su ¨²ltima esposa. El ¨²nico legado que cruz¨® mares y se ley¨® por d¨¦cadas sin sobresaltos fue el de Jorge Luis Borges. Mar¨ªa Kodama, su viuda y albacea, recibi¨® esa herencia en 1986 y la cuid¨® desde entonces hasta su muerte, el pasado 26 de marzo, a los 86 a?os.
Kodama pele¨® incansable contra cualquier menci¨®n a su marido que considerara una afrenta ¨Cincluso critic¨® a Bioy Casares, ya fallecido entonces, por la publicaci¨®n del retrato ¨ªntimo de su amigo en 2006¨C, pero tambi¨¦n se encarg¨® de que el escritor sea la referencia universal que es hoy. Lo resumi¨® Mart¨ªn Hadis, gran bi¨®grafo de Borges, en una entrevista radial un d¨ªa despu¨¦s de su muerte: ¡°Borges te deslumbra por s¨ª mismo, pero para que te deslumbre ten¨¦s que llegar a ¨¦l, leerlo. Y si est¨¢s en Mongolia, la India o China y no te lo hacen conocer, es muy dif¨ªcil que te enteres¡±.
El celo y el vigor con el que Kodama se encarg¨® de la obra de su difunto marido encendieron alarmas cuando, el lunes pasado, su representante legal durante casi 20 a?os afirm¨® que no hab¨ªa dejado un testamento. Ocho d¨ªas despu¨¦s de la muerte de Kodama, el abogado Fernando Soto anunci¨® que hab¨ªa pedido a la justicia argentina que se declare un juicio por herencia vacante. Le legitimaban honorarios pendientes por un juicio en el que hab¨ªa representado a Kodama contra un escritor al que acus¨® de plagiar un cuento de Borges. Soto cont¨® a los periodistas que hab¨ªa buscado a posibles herederos, pero consideraba que la noticia era p¨²blica y que hab¨ªa pasado el tiempo suficiente para buscar un administrador de la herencia. Al d¨ªa siguiente, cinco sobrinos de Mar¨ªa Kodama se presentaron ante la justicia para resolver la sucesi¨®n.
Mar¨ªa Kodama hab¨ªa declarado en algunas entrevistas en los ¨²ltimos a?os que no confiaba en las instituciones argentinas, que ten¨ªa pensado dejar el legado a las universidades extranjeras donde se estudiaba la obra de su marido y donde ¨¦l hab¨ªa dado clases, y que ya ten¨ªa en mente a una posible albacea que ser¨ªa incluso m¨¢s rigurosa que ella. El giro en la sucesi¨®n del escritor m¨¢s importante del pa¨ªs gener¨® la pregunta de la semana en el circuito cultural argentino: ?C¨®mo es posible que una albacea que se dedic¨® casi 30 a?os al cuidado de ese legado no haya dejado testamento?
El abogado Soto afirma que ¡°Mar¨ªa era muy cuidadosa de su intimidad y no le gustaba hablar de su enfermedades¡±. ¡°No hablaba de su futura muerte¡±, dijo el lunes en su despacho a un grupo de periodistas. El abogado, amigo de Kodama e integrante de la fundaci¨®n que cre¨® la viuda en honor a Borges, afirm¨® que hab¨ªa buscado posibles sucesores, entre ellos un hermano, Jorge Kodama, muerto en 2017, pero no le quedaba claro que este tuviera descendencia. Tampoco que hubiera tenido una relaci¨®n cercana con su hermana. Los sobrinos de Mar¨ªa Kodama, representados legalmente por la mayor de ellos, Victoria Kodama, han dicho que no hablar¨¢n con la prensa hasta que el tema avance en tribunales. La herencia en juego incluye tres propiedades en Buenos Aires, el archivo de condecoraciones, primeras ediciones y manuscritos de la pareja, y la obra de Borges, que les implicar¨¢ trabajo si se confirma la sucesi¨®n: no pasar¨¢ al dominio p¨²blico hasta 2056.
El anuncio de Soto, en el an¨¢lisis del doctor Marcos C¨®rdoba, catedr¨¢tico de Derecho de Familia y Sucesiones de la Universidad de Buenos Aires, fue ¡°temporalmente inoportuno¡±. C¨®rdoba explica que no se hab¨ªan cumplido plazos que establece la ley argentina. ¡°Aqu¨ª rige una norma llamada el ¡®novenario de llanto y luto¡¯, es decir, los primeros nueve d¨ªas posteriores a la muerte de una persona no puede requer¨ªrsele nada a los herederos¡±, explica C¨®rdoba a EL PA?S. ¡°?l se presenta como acreedor de la sucesi¨®n. Pero los acreedores, para intimar a los herederos, deben dejar pasar cuatro meses desde la muerte para poder intimar a los herederos a que inicien la sucesi¨®n. Este letrado no intim¨® a los herederos porque afirmaba desconocerlos, y se present¨® en un tiempo inoportuno como acreedor¡±.
Queda por ver qu¨¦ pasar¨¢ con el legado del autor de El Aleph, Las ruinas circulares e Historia Universal de la Infamia. Mar¨ªa Kodama fue criticada durante d¨¦cadas por su f¨¦rreo control sobre la obra de su marido, pero Borges respira en todas las librer¨ªas del pa¨ªs.Su primer poemario, Fervor de Buenos Aires, cumple su centenario este a?o y ser¨¢ uno de los platos fuertes de la Feria del Libro de Buenos Aires, que comienza a fin de mes, mientras el futuro de toda su obra se define en los tribunales.
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