Carlos Pagni: ¡°Argentina ya no es un pa¨ªs con pobres, es un pa¨ªs con pobreza¡±

M¨¢s de cinco a?os le ha llevado a Carlos Pagni (La Plata, 62 a?os), historiador, periodista y columnista de EL PA?S, desenredar eso que en Argentina se llama ¡°el conurbano¡±, un heterog¨¦neo conglomerado de 24 municipios que rodea la ciudad de Buenos Aires. Viven all¨ª 11,5 millones de personas, un cuarto de la poblaci¨®n de todo el pa¨ªs. Hijo del modelo industrialista impulsado por el peronismo en los a?os cuarenta del siglo pasado, el conurbano se convirti¨® a partir de la crisis de 2001, la del corralito, en una ¡°f¨¢brica de pobres¡± cuya administraci¨®n moldea a la pol¨ªtica argentina hasta el presente. Pagni acaba de publicar El nudo (Planeta), una obra monumental donde describe los or¨ªgenes del modelo y las claves de su agotamiento, expresado en la crisis de legitimidad que devasta al actual Gobierno peronista en su versi¨®n kirchnerista. ¡°Hoy Cristina Kirchner sostiene un orden muy precario, justamente desde el conurbano, ante un programa de ajuste econ¨®mico¡±, dice Pagni.

Pregunta: ?Por qu¨¦ mirar hacia el conurbano?

Respuesta: El conurbano se puede ver como una geograf¨ªa y lo que significa para un pa¨ªs tener zonas superpobladas, con infraestructuras colapsadas, delitos complejos y un tipo de democracia con mucho d¨¦ficit. La otra forma es verlo como manifestaci¨®n de una econom¨ªa fallida. Es decir, una urbanizaci¨®n ligada a una industrializaci¨®n acelerada que gener¨® determinada estructura sindical y que en los a?os cuarenta y cincuenta vio Per¨®n y se sirvi¨® de ella. Esa econom¨ªa creo problemas y crisis cada vez m¨¢s frecuentes, porque se fue quedando sin d¨®lares, que es el problema que tenemos hoy.

P. En El nudo habla del conurbano como ¡°f¨¢brica de pobres¡±. ?Qu¨¦ significa eso?

R. A partir de la crisis de 2001 se introduce una novedad en Argentina, que es la pobreza como problema sist¨¦mico. Ya no somos un pa¨ªs con pobres, sino con pobreza. Y con pobreza organizada en movimientos sociales que terminan siendo un actor pol¨ªtico. Todo esto en una zona de gran densidad demogr¨¢fica que hace que la pol¨ªtica empiece a hacer palanca sobre esa demograf¨ªa, conduciendo al pa¨ªs desde ese centro de gravedad y haciendo que los l¨ªderes pol¨ªticos puedan prescindir de tener una organizaci¨®n nacional. El kirchnerismo es un fen¨®meno del conurbano, ah¨ª est¨¢ Cristina [Kirchner]. Un proyecto pol¨ªtico econ¨®mico est¨¢ asentado sobre una base social de gente muy pobre que le agradece cosas muy importantes que ella hizo por ellos, requiere de una determinada econom¨ªa. Y esa econom¨ªa est¨¢ colapsando.

P. ?Por qu¨¦ colapsa?

R. Porque estamos en un proceso similar al de toda Am¨¦rica Latina, ajustando tras un momento de bonanza espectacular que va de 2003 a 2013, ligado al ciclo asi¨¢tico. En Argentina, ese ajuste es m¨¢s dram¨¢tico porque en aquella bonanza construimos un Estado como para mil a?os y el fen¨®meno dur¨® diez. La crisis hace que mucha gente empiece a dudar de la pol¨ªtica y, en el borde, de la democracia. Esto crea un fen¨®meno que vemos en Brasil y Estados Unidos, que es el surgimiento de discursos antipol¨ªticos que ponen en tela de juicio la capacidad del Estado para dar bienestar. Empieza a haber discursos con una propensi¨®n autoritaria muy marcada.

R. Llama la atenci¨®n que en Argentina no hay estallidos sociales como en otros pa¨ªses de la regi¨®n ?A qu¨¦ se debe?

R. Porque Argentina se adelant¨® esa experiencia. El 2001 puede ser visto como el comienzo de ese tipo de movimientos. Muchos ven el 2001 como una enorme oportunidad donde para pensar el sistema de otra manera, con asambleas populares y pobres que se organizan y generan otra econom¨ªa. Eso fue reorganizado por el Estado, y el peronismo cumpli¨® por segunda o tercera vez en la historia la funci¨®n de ser un movimiento distributivo para que no se produzca la revoluci¨®n.

P. Ese fue siempre el objetivo de Per¨®n¡­

R. As¨ª es. Esa reconstrucci¨®n del orden, y por eso me interesa el conurbano, es muy defectuosa. El Estado no logra reconstituirse plenamente y deja huecos para la aparici¨®n de mafias que organizan el territorio y reemplazan a la pol¨ªtica. Recorr¨ª muchas villas, much¨ªsimas, y de lo ¨²nico que hablan es del padecimiento de la droga. De como los barrios populares, que fueron siempre barrios con enormes restricciones donde la gente vive semividas, ahora se han vuelto lugares muy inseguros por el narcotr¨¢fico.

P. ?Estamos ante la inminencia de otro 2001 en Argentina?

R. La pregunta es hasta donde est¨¢ paz social resiste. Por algo el Gobierno argentino tiene p¨¢nico de devaluar la moneda, por el efecto que esto tendr¨ªa sobre los alimentos. Eso puede ser el paso dram¨¢tico de la pobreza al hambre. Lo que est¨¢ tratando de hacer el peronismo, en un movimiento t¨ªpico de conservaci¨®n del orden, es tratar de sacar el ¨²ltimo conejo de la galera para evitar una devaluaci¨®n, porque el hambre no solo genera desorden social, sino excusas para aquellos que quieren desorden social.

P. ?Pero ese conejo existe?

R. El ¨²ltimo conejo que se le est¨¢ ocurriendo a [el ministro de Econom¨ªa, Sergio] Massa es que el Fondo Monetario Internacional le adelante los desembolsos previstos de ac¨¢ a fin de a?o. Me cuesta pensar que el Fondo vaya a hacer eso sin pedir una devaluaci¨®n. Es casi un jaque mate. Argentina tiene una inflaci¨®n superior al 100%, con niveles de informalidad del 50%. Esto es importante, porque lo que se termin¨® en los ¨²ltimos 20 a?os en Argentina es lo que dio el peronismo, que es la sociedad salarial. Media Argentina est¨¢ fuera de la sociedad salarial, sin posibilidad de negociar sus ingresos, por lo tanto la inflaci¨®n los carcome mucho m¨¢s.

P. ?Ve una salida al t¨²nel en el que est¨¢ Argentina?

R. No hay muchas recetas para este problema. Si las hubiera, el ministro no ser¨ªa Sergio Massa, porque Cristina Kirchner hubiese puesto un ministro m¨¢s acorde a sus ideas. Hoy Kirchner y el kirchnerismo de izquierda ejercen un orden muy precario, justamente desde el conurbano, a un programa de ajuste que adem¨¢s no alcanza. Hasta hace dos meses, la hip¨®tesis del Gobierno, y era veros¨ªmil, era estirar los problemas para que un nuevo Gobierno, con otra legitimidad, hiciese el plan de estabilidad que requiere la econom¨ªa. En ese trayecto nos encontramos con una novedad: una sequ¨ªa secular que hizo que los ingresos de d¨®lares disminuyan en 20.000 millones. Lo que se pensaba que tendr¨ªa que hacer el nuevo Gobierno lo tiene que hacer un presidente que acaba de renunciar a ser candidato en las elecciones de octubre pr¨®ximo. Es decir, un presidente debilitado al que los dirigentes de su propio partido le piden que se esconda.

P. ?En la oposici¨®n hay personas que puedan encontrar la salida?

R. A esta sociedad, y ese es el problema que veo para el pr¨®ximo Gobierno, hay que decirle que le vas a subir las tarifas, que le vas a licuar la jubilaci¨®n, que por un tiempo la inflaci¨®n ser¨¢ peor. La pregunta que hoy tiene que hacerse Argentina, como cualquier otro pa¨ªs en crisis de Am¨¦rica Latina, es ver qu¨¦ ofrece a cambio de ese sacrificio.

Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.