El peronismo convierte los subsidios estatales en un arma contra la oposici¨®n

La discusi¨®n sobre hasta d¨®nde llega el Estado argentino ha tomado la conversaci¨®n a d¨ªas de las elecciones presidenciales del 22 de octubre. Los discursos del ultra Javier Milei, puntero en las encuestas y ganador de las primarias, han dejado claro que, de triunfar el domingo, buscar¨¢ una reducci¨®n draconiana de la presencia estatal en la vida de los argentinos, una figura amplia que alcanza aspectos que ni los propios habitantes terminan de entender. La prueba de esto ha sido el ¨²ltimo debate iniciado a d¨ªas de que finalice la campa?a. El Gobierno de Alberto Fern¨¢ndez anunci¨® esta semana que los usuarios del transporte p¨²blico que quieran declinar el beneficio de los subsidios estatales podr¨¢n hacerlo. Semejante decisi¨®n supondr¨¢, en el mejor de los casos, una subida de 800% en el precio del boleto. La jugada intenta visualizar las ayudas del Ejecutivo en la econom¨ªa diaria de la poblaci¨®n y acallar los discursos que critican la presencia del Estado.

¡°Todo lo que hace el Estado, lo hace mal¡±, dijo Milei hace apenas tres d¨ªas en uno de los programas televisivos m¨¢s vistos de Argentina. ¡°Lo hace mal¡±, repiti¨®. Era el ¨²ltimo comentario de una serie de mensajes que el l¨ªder del partido La Libertad Avanza ha lanzado contra el Estado. El candidato presidencial ha intentado instalar la idea de que el Estado, tal y como existe actualmente en Argentina, es demasiado grande y gasta dinero en exceso. Para eso ha arremetido infinitas veces contra los apoyos estatales, al despotricar por ejemplo contra las ayudas sociales a los m¨¢s desfavorecidos. Ha prometido incluso que eliminar¨¢ ministerios como el de Educaci¨®n y Salud.

Sus ideas han ganado popularidad entre los votantes que piensan que las ayudas que da el Gobierno son un exceso. ¡°Yo no tengo problemas de que me saquen a m¨ª los subsidios si me garantizan el transporte de otra forma¡±, dec¨ªa un usuario que se opon¨ªa abiertamente a las subvenciones al ser entrevistado este martes en televisi¨®n nacional. La frase deja ver una nueva realidad: muchos est¨¢n dispuestos a votar por el candidato que quiere eliminar el asistencialismo, sin darse cuenta de que tambi¨¦n son beneficiarios. De acuerdo al relevamiento realizado por el Observatorio Social de la Universidad Cat¨®lica Argentina en 2022, m¨¢s de la mitad de los argentinos recibe al menos un tipo de asistencia social por parte del Estado.

Para visualizar esta cifra, el ministro de Transporte, Diego Giuliano, se?al¨® en el anuncio hecho esta semana que se buscaba informar a la gente sobre qu¨¦ significa no tener el subsidio al transporte. Los medios alcanzados son los trenes, que pasar¨ªan de valer alrededor de 0,5 d¨®lares el pasaje m¨¢s caro ¡ªal cambio oficial¡ª, a tres d¨®lares. En el caso de los colectivos, saltar¨ªa de 0,2 d¨®lares a casi dos d¨®lares. La medida no est¨¢ pensada para recaudar fondos ni para afectar a los trabajadores, dado que solo lo pagar¨ªan quienes quisieran abonar la totalidad del pasaje. Es en realidad una jugada pol¨ªtica, para ense?ar a los trabajadores lo que pagar¨ªan en cada viaje de no contar con el apoyo estatal.

¡°Estamos en medio de una campa?a electoral, en donde muchos, o algunos dirigentes han planteado que los subsidios al transporte no son necesarios para los usuarios¡±, se?al¨® Giuliano en la conferencia de prensa. ¡°Esta medida tiene un sentido de sinceramiento y clarificaci¨®n con respecto a los temas que est¨¢n en debate p¨²blico¡±, insisti¨®, ¡°quienes est¨¢n de acuerdo con la pol¨ªtica de no subsidios, deber¨ªan renunciar, les damos esa oportunidad¡±.

Los seguidores de Milei han abanderado en la campa?a la idea de que el Estado es el enemigo y lo opuesto a la libertad, el valor central que promueve el candidato ultra. Los m¨¢s cr¨ªticos le reprochan al economista, un outsider de la pol¨ªtica, el desconocimiento de c¨®mo funciona ese enorme aparato estatal. Los alcances de esa presencia, que se extendi¨® mucho durante los a?os del kirchnerismo y en la pandemia del coronavirus, se juegan su futuro el pr¨®ximo domingo en las urnas.

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