Milei consigue una foto de unidad con la firma del Pacto de Mayo: ¡°Hoy iniciamos un nuevo orden¡±

Javier Milei lo hizo. El ultraderechista esper¨® casi dos meses m¨¢s de los que hubiese deseado, pero finalmente consigui¨® a la medianoche del lunes que 18 de los 24 gobernadores firmasen el Pacto de Mayo, un dec¨¢logo de objetivos de mediano y largo plazo para ¡°sacar a Argentina adelante¡±. Dio al evento un esp¨ªritu fundacional, acorde con la misi¨®n que se autoimpuso: terminar con el Estado, acabar con ¡°la casta¡± pol¨ªtica y exterminar cualquier atisbo de ¡°socialismo¡± en Argentina. Eligi¨® para ello la casa de Tucum¨¢n, el sitio donde el 9 de julio de 1816 el pa¨ªs sudamericano firm¨® la independencia de Espa?a. Milei imagina un futuro inspirado ¡°en los padres fundadores¡±, como escribi¨® en la invitaci¨®n que gir¨® a gobernadores, expresidentes, sindicalistas, jueces y empresarios. ¡°El acta de 1816 inici¨® un nuevo orden tras a?os de guerras fratricidas; en esta de 2024 anunciamos el puntapi¨¦ inicial de un nuevo orden para nuestro pa¨ªs¡±, dijo en un largo discurso de tono ¨¦pico ante decenas de invitados.

El acuerdo incluye entre sus diez puntos el equilibrio fiscal como un principio no negociable, recortes al gasto p¨²blico y la reforma del sistema laboral y de pensiones. Seg¨²n Milei, esos fueron los principios que tras la redacci¨®n de la Constituci¨®n en 1852 permitieron a Argentina ¡°emerger como un volc¨¢n hasta la altura de los cielos¡±. ¡°Nos hemos olvidado de nuestro pasado pr¨®spero. Era imposible que dirigentes se reunieran para un fin com¨²n, como los padres fundadores. Hoy nos reunimos para renovar nuestros votos patri¨®ticos¡±, dijo el presidente.

La foto en la casa de Tucum¨¢n se realiz¨® a las cero horas del 9 de julio, la fecha patria. Hubo presencias relevantes, pero tambi¨¦n ausentes de peso. Milei intent¨® juntar a todos los expresidentes, pero solo acudieron a la cita Mauricio Macri, su principal aliado en el Congreso, y Adolfo Rodr¨ªguez Sa¨¢, el fugaz mandatario que durante una semana intent¨® timonear sin ¨¦xito la crisis del corralito en la ¨²ltima semana de 2001. Faltaron a la cita Cristina Kirchner, Alberto Fern¨¢ndez y Eduardo Duhalde, todos peronistas. Los gobernadores ausentes fueron cinco, todos los que responden a Kirchner, el m¨¢s relevante de ellos Axel Kicillof, a cargo de la provincia de Buenos Aires, la m¨¢s grande, rica y poblada del pa¨ªs. Se ausentaron tambi¨¦n los sindicalistas de la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT), con el argumento de que ¡°una foto¡± no solucionar¨ªa los problemas de Argentina. Tampoco viajaron a Tucum¨¢n los cinco jueces de la Corte Suprema.

La convocatoria, con todo, fue una evidente muestra de fortaleza pol¨ªtica ante ¡°la casta¡±, como considera Milei a todos los pol¨ªticos que no le responden. Ninguno de los gobernadores presentes integran La Libertad Avanza, el partido de Gobierno, y m¨¢s de uno ni siquiera estuvo de acuerdo con muchos de los puntos del acta que firmaron. Los convenci¨®, en cualquier caso, de las carencias econ¨®micas que padecen y su dependencia del dinero del Gobierno nacional. Adem¨¢s de la necesidad de alinearse con un presidente que, pese a la crisis y las consecuencias del ajuste, mantiene a ocho meses de asumir ¨ªndices de popularidad por encima del 50%.

La est¨¦tica no pudo ser m¨¢s evidente. La casa de Tucum¨¢n mantiene parte del mobiliario original de hace 208 a?os y un aire de ¨¦poca que ha sido reconstruido con esmero. El formato del libro donde el presidente y los gobernadores estamparon sus firmas respet¨® ese esp¨ªritu. Fue obvio el intento oficial por satisfacer el deseo de Milei de emular a los pr¨®ceres de la independencia, como dej¨® claro el vocero presidencial, Manuel Adorni, con el posteo de una pintura hist¨®rica y una foto actual en sus redes sociales. Sonaron marchas militares. Los gobernadores, parados uno junto al otro, formaron un cord¨®n por donde avanz¨® Milei luciendo la banda y el bast¨®n presidencial. Cuando escuchaban su nombre, sub¨ªan a la tarima, firmaban el libro sobre la mesa donde en 1816 se acord¨® la independencia y luego posaban para la foto junto al presidente.

Milei tiene desde este martes m¨¢s claro el mapa de los apoyos con los que cuenta: hubo gobernadores que lo abrazaron con efusividad y sonrieron, otros que lo abrazaron sin sonre¨ªr y los que evidentemente inc¨®modos solo le dieron la mano. A eso deber¨¢ sumar el mensaje de repudio de los ausentes, a los que Milei evit¨® llamar ¡°ratas¡±, como en el pasado, pero acus¨® de solo pensar en la defensa de sus privilegios y de tener ¡°anteojeras ideol¨®gicas¡±.

El Pacto de Mayo se firm¨® en julio. Milei no pudo evitar la demora. Cuando lo propuso en su discurso ante el Congreso el 1 de marzo pasado, lo condicion¨® a la aprobaci¨®n de la Ley Bases y el paquete fiscal, dos proyectos de desguace del Estado y ajuste econ¨®mico que finalmente se aprobaron la semana pasada. La reticencia de los gobernadores y la llamada oposici¨®n ¡°dialoguista¡± fue mucho m¨¢s dura de la que esperaba la Casa Rosada y las negociaciones se extendieron durante meses. Cumplido el tr¨¢mite parlamentario, Milei anunci¨® que el acta se firmar¨ªa en la cero hora del d¨ªa de la independencia.

El Acta es un compromiso no vinculante para respetar algunos principios b¨¢sicos que Milei imagina imprescindibles para ¡°dejar atr¨¢s las antinomias del fracaso y abrazar ideas de la libertad¡±. En la lista esta la inviolabilidad de la propiedad privada, el equilibrio fiscal como un compromiso ¡°innegociable¡±, una dr¨¢stica reducci¨®n del gasto p¨²blico, una reforma tributaria, laboral y previsional y el compromiso de las provincia para abrirse a la explotaci¨®n de sus recursos naturales. Tambi¨¦n la apertura de Argentina ¡°al comercio internacional¡±, es decir, la eliminaci¨®n de aranceles y una pol¨ªtica de promoci¨®n de importaciones.

El listado tuvo modificaciones, obligadas por la oposici¨®n que ha decidido apoyar al presidente. El punto m¨¢s destacable fue la inclusi¨®n del compromiso por una educaci¨®n inicial, primaria y secundaria ¨²til y moderna. El Gobierno se cuid¨® muy bien de evitar la palabra ¡°gratuita¡± y ¡°p¨²blica¡±. Qued¨® fuera tambi¨¦n la propuesta de una ¡°reforma pol¨ªtica estructural, que modifique el sistema actual y vuelva a alinear los intereses de los representantes y los representados¡±, que de tan amplia y difusa gener¨® inquietud entre los gobernadores y l¨ªderes partidarios.

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