Federico Sturzenegger, el hombre que opera la motosierra de Milei
El economista argentino, al frente de un nuevo ministerio de ¡°desregulaci¨®n¡±, tiene como misi¨®n achicar el Estado y reducir su influencia en la econom¨ªa
Federico Sturzenegger (Rufino, 58 a?os), es desde esta semana el hombre a cargo de accionar la motosierra del presidente argentino, Javier Milei. Ya hab¨ªa tenido mucho que ver en diciembre con el decreto que elimin¨® de un plumazo cientos de regulaciones estatales y en la redacci¨®n de la llamada Ley Bases, cuya versi¨®n disminuida aprob¨® d¨ªas atr¨¢s el Congreso. Ahora cobrar¨¢ por ese trabajo. El ultraderechista Milei lo acaba de nombrar ministro de Desregulaci¨®n y Transformaci¨®n del Estado, una cartera hasta ahora inexistente que tendr¨¢ como misi¨®n reducir a m¨ªnimos la presencia estatal en Argentina.
Milei llevaba meses pensando c¨®mo sumar al ¡°coloso¡± Sturzenegger en la estructura de su Gabinete. Chocaba con la reticencia de su ministro de Econom¨ªa, Luis Caputo, con quien Sturzenegger se lleva muy mal desde que compartieran la gesti¨®n econ¨®mica del expresidente Mauricio Macri (2015-2019). Entonces, el primero ejerc¨ªa como ministro de Finanzas; el segundo estaba al frente del Banco Central. La aventura no termin¨® bien para Sturzenegger, que vio como Caputo ocupaba en 2018 su cargo luego de que Macri decidiese desacreditar la pol¨ªtica del banco central de controlar la subida de precios mediante metas de inflaci¨®n.
Fueron tiempos duros para la nueva estrella de Milei. La inflaci¨®n se duplic¨® hasta casi el 50% y Sturzenegger renunci¨®. ¡°Muri¨® con las botas puestas y estuvo hasta el final. Supo dar un paso al costado cuando era necesario¡±, dice su secretario privado de entonces, Joaqu¨ªn Tagle. Pese a la presi¨®n, Tagle recuerda que su jefe se manten¨ªa impasible: ¡°Fede era muy vehemente, pero tambi¨¦n muy reservado. No estaba feliz, pero lo ve¨ªa trabajar como un animal, como siempre hac¨ªa. El d¨®lar pasaba de 17 a 19 y el tipo se acordaba de c¨®mo estaban sentadas 60 personas en un evento¡±.
Tras el golpe profesional, Sturzenegger se refugi¨® entonces en la academia, su otra gran pasi¨®n, y pas¨® largas temporadas dando clases de econom¨ªa en Harvard. En su tiempo libre intent¨® reconstruir la historia del fracaso del proyecto liberal de Macri. Analiz¨® la legislaci¨®n argentina como lastre del libre mercado y la apertura econ¨®mica que defiende como un mantra. Elabor¨® una lista de cientos de leyes que a su criterio deb¨ªan ser eliminadas o reformadas y pensaba escribir un libro con el resultado de su trabajo. Sin embargo, en 2023 se cruz¨® en Estados Unidos con Patricia Bullrich, la candidata presidencial de Juntos por el Cambio, la alianza de Mauricio Macri. Acerc¨® a la aspirante su plan de desguace del Estado y se sum¨® a su equipo de asesores. Su nombre sonaba incluso como ministro de Econom¨ªa de un eventual gobierno neo-macrista. La irrupci¨®n de Milei trunc¨® todos los planes, pero Sturzenegger no se dio por vencido.
El economista encontr¨® en Milei al hombre que necesitaba, y viceversa. Fue amor a primera vista. El presidente considera al Estado como una entidad ¡°criminal¡± que debe ser ¡°exterminada¡± desde dentro; tom¨® como propio el listado elaborado por Sturzenegger y lo convirti¨® en un decreto de necesidad y urgencia, ¨ªcono del inicio de su Gobierno. Sturzenegger particip¨® tambi¨¦n en la redacci¨®n de llamada Ley Bases, ambiciosa norma de m¨¢s de 600 art¨ªculos que abr¨ªa la puerta a la privatizaci¨®n de empresas p¨²blicas, la eliminaci¨®n de organismos de control y secretar¨ªas y hasta una amplia reforma laboral, que fue resistida por los poderosos sindicatos peronistas. La norma choc¨® contra el Parlamento, donde Milei est¨¢ en minor¨ªa, y demor¨® siete meses en ser aprobada, aunque en una versi¨®n jibarizada y mucho menos ambiciosa.
Sturzenegger tiene ahora como ministro de Desregulaci¨®n del Estado una nueva oportunidad para avanzar en las ideas que cree. Para este economista educado en la universidad p¨²blica argentina ¡°las empresas del Estado son ineficientes y sujetas al riesgo de corrupci¨®n¡±; los trabajadores deber¨ªan discutir sus salarios ¡°por empresas¡± y no por sindicato; que las importaciones no son una amenaza a la industria nacional y ¡°obligan a mejorarnos¡±; o que el equilibrio financiero ¡°es fundamental¡±. Solo discrepa con Milei en la necesidad de la dolarizaci¨®n: ¡°Si la macro[econom¨ªa] es estable y hay poca inflaci¨®n, el peso podr¨¢ sobrevivir¡±, defiende.
La primera medida del nuevo ministro ser¨¢ enviar al Congreso la Ley Hojarascas, con la que pretende eliminar un centenar de normas que considera obsoletas y perniciosas para el crecimiento econ¨®mico. Los que lo conocen de cerca conf¨ªan en que esta vez pueda cumplir sus objetivos.
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