Milei frente a las dos caras de la victoria de Trump
El Gobierno argentino recibe el resultado de las elecciones en Estados Unidos como una convalidaci¨®n de sus pol¨ªticas. Pero las propuestas econ¨®micas de Trump podr¨ªan perjudicar los planes del mandatario sudamericano
El arrasador triunfo de Donald Trump ha provocado en el Gobierno argentino un estado de euforia sin antecedentes. Esa victoria es presentada en la escena local como una victoria propia. El coro de youtubers que acompa?a la saga de Javier Milei afirma: ¡°Lo hicimos¡±.
Ese efecto de las elecciones norteamericanas pod¨ªa preverse. La Libertad Avanza, el partido de Milei, ve en su desenlace la consagraci¨®n de varias dimensiones de su propia pol¨ªtica. Una de ellas es la orientaci¨®n general del discurso de Trump: la campa?a antipol¨ªtica. La transfiguraci¨®n del l¨ªder en un San Jorge que viene a matar al drag¨®n del establishment convencional. Lo que Milei llama, con un t¨¦rmino agradable a la izquierda espa?ola de Podemos o, mucho antes, a fascistas como Gabriele D¡¯Annunzio, ¡°la casta¡±.
Ese enfoque ratifica tambi¨¦n la eficacia de un m¨¦todo. La militancia en las redes sociales activando emociones negativas, en la convicci¨®n de que son las que mejor movilizan al electorado, las que con mayor facilidad crean esp¨ªritu de cuerpo. T¨¦cnicas de bullying. O, como definen algunos expertos en esas estrategias, ¡°miner¨ªa del odio¡±.
Trump promete convalidar algo m¨¢s que una forma de hacer proselitismo. Podr¨ªa convertirse en el espejo que legitime, en una rep¨²blica considerada mod¨¦lica, una gesti¨®n que conf¨ªa su ¨¦xito a la concentraci¨®n de poder. El presidente electo anticip¨® que durante la primera etapa de su nueva administraci¨®n establecer¨¢ una dictadura. Novedosa propuesta para la tradici¨®n anglosajona. Desde esa plataforma aplicar¨¢ correctivos o ejecutar¨¢ venganzas. Contra el FBI, contra la CIA, contra el Pent¨¢gono, contra aquellos sujetos o instituciones a los que ¨¦l considera agentes de una persecuci¨®n. Quien m¨¢s temprano caracteriz¨® esta operaci¨®n fue el brasile?o Jair Bolsonaro, al saludar a ¡°un guerrero¡± que llega para castigar al deep state, el sottogoverno del que hablaba Norberto Bobbio. Es decir, una trama de factores de poder opacos y facciosos, en la que ocupa un lugar sobresaliente la prensa profesional, que hostiga a los amigos del pueblo. Esta melod¨ªa no encuadra en las clasificaciones tradicionales. Puede ser entonada por Trump y Bolsonaro, pero tambi¨¦n por Cristina Kirchner o Rafael Correa. Y, al mismo tiempo, puede inspirar el repudio, desconcertante para muchos, de abanderados de la derecha como Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.
El liderazgo republicano puede extender desde Washington el nihil obstat para un estilo institucional autoritario cuya denominaci¨®n vulgar es populismo. Son muchos los l¨ªderes que se reflejar¨¢n en esa experiencia. Milei es uno de ellos. El regreso republicano a la Casa Blanca se convierte de este modo en la se?al ya inconfundible de un eclipse del liberalismo. O de la socialdemocracia. Como se prefiera.
En los Estados Unidos, en Brasil o en Argentina, la contrase?a para el establecimiento de esta concepci¨®n es el ataque al Poder Legislativo. Es decir, al lugar eminente de la pol¨ªtica y, sobre todo, de la deliberaci¨®n. Trump y Bolsonaro alentaron el asalto a los congresos de sus pa¨ªses. Milei define a los legisladores como ¡°ratas¡±.
El efecto de convalidaci¨®n que el proceso electoral norteamericano est¨¢ produciendo en el oficialismo argentino puede condicionar la oferta electoral para las elecciones parlamentarias del a?o pr¨®ximo. En el entorno de Milei se entiende que el ¨¦xito tan contundente de Trump es una invitaci¨®n a reafirmar la propia identidad y evitar cualquiera alianza. Si esta visi¨®n se vuelve operativa, no hay que esperar que La Libertad Avanza extienda la mano al PRO, el partido de Mauricio Macri, que expresa a una derecha m¨¢s moderada y pluralista, que se define a s¨ª misma como ¡°republicana¡±. Milei apostar¨ªa a absorber la base electoral de Macri, en un proceso de radicalizaci¨®n que se ha verificado en otras democracias. Es un dilema estrat¨¦gico porque, si esa captura no es completa, es decir, si el partido de Macri conserva un porcentaje razonable de votos, la competencia entre esas dos derechas podr¨ªa permitir un triunfo del kirchnerismo en distritos importantes. En especial en la provincia de Buenos Aires, que representa el 40% del electorado, el 40% de la riqueza y el 40% de los problemas del pa¨ªs. Quiere decir que el estado de autoexaltaci¨®n que produce la traves¨ªa de Trump en Milei puede tener consecuencias pr¨¢cticas de primera magnitud el a?o que viene, cuando se celebren los comicios.
Hay un costado de la victoria republicana mucho m¨¢s parad¨®jico, que no se advierte demasiado. Tiene que ver con la econom¨ªa. Trump, a diferencia de Milei o de Bolsonaro, cultiva una visi¨®n antiliberal de la vida material. Sobre todo en materia de comercio. El eje principal de su campa?a ha sido una defensa apasionada del proteccionismo. Prometi¨® aplicar aranceles del 60% a los productos que ingresen a su pa¨ªs desde China. Y 10% a los que lo hagan desde cualquier otro pa¨ªs. Tambi¨¦n habr¨¢ barreras para las manufacturas mexicanas, en especial si incluyen componentes chinos.
Este cerco imaginado para garantizar el empleo a los estadounidenses, que se combina con una pol¨ªtica migratoria mucho m¨¢s represiva, tendr¨¢ un inevitable efecto inflacionario. Los economistas del banco JP Morgan calculan que, si el plan se ejecuta, los precios aumentar¨¢n un 2,5% anual. En este escenario, va a ser inevitable que la Reserva Federal suspenda la tendencia que viene imprimiendo sobre la tasa de inter¨¦s. Ya no la bajar¨¢ con el mismo ritmo. Y, tal vez, la suba. Una decisi¨®n de esa naturaleza tendr¨ªa un efecto muy negativo sobre las econom¨ªas emergentes.
Cada vez que el banco central norteamericano corrige hacia arriba la tasa de inter¨¦s, provoca un flujo de inversiones hacia los bonos estadounidenses. Por lo tanto, provoca una fuga hacia el d¨®lar, que se fortalece. O, dicho al rev¨¦s, las dem¨¢s monedas se deprecian. El d¨®lar empieza a escasear. Y los principales operadores financieros globales intentan identificar cu¨¢les son los pa¨ªses m¨¢s necesitados de d¨®lares para huir de ellos. La Argentina es uno de esos pa¨ªses. Como consecuencia de un desaguisado econ¨®mico que lleva m¨¢s de una d¨¦cada, Milei hered¨® un Banco Central carente de reservas monetarias. Y ¨¦l todav¨ªa no logr¨® despejar esa gran fragilidad. Quiere decir que si el amigo Donald cumple con lo que prometi¨® a su electorado, Milei podr¨ªa estar expuesto a alguna turbulencia.
Hay una segunda consecuencia negativa del triunfo que el gobierno argentino celebra con tanta algarab¨ªa. Se verifica en el campo de la energ¨ªa. Con Trump regresa a la Casa Blanca un defensor de la industria de los hidrocarburos. Sobre todo de los no convencionales, que han convertido a los Estados Unidos en el principal productor de petr¨®leo y gas del planeta. Es un cambio de rumbo muy dram¨¢tico para la gesti¨®n que encarna Joe Biden, un gran defensor de las energ¨ªas renovables.
De Trump se esperan varias medidas asociadas a esta concepci¨®n. Entre ellas, autorizaciones m¨¢s generosas para las exportaciones de gas natural licuado (GNL). Una buena noticia para Europa, que ver¨¢ c¨®mo se reduce el precio de ese combustible, que se convirti¨® en estrat¨¦gico despu¨¦s de las sanciones aplicadas contra Rusia por la invasi¨®n a Ucrania.
Milei no va a festejar estas novedades. Una de las fuentes principales de divisas para la Argentina son las exportaciones de hidrocarburos. Y se espera que esta ventaja se agigante: varias petroleras est¨¢n comprometidas en la instalaci¨®n de plantas de licuefacci¨®n que ampl¨ªen la capacidad productiva de la formaci¨®n Vaca Muerta, uno de los reservorios de petr¨®leo y gas no convencionales m¨¢s voluminosos del planeta. Trump pone una gota de ¨¢cido en este programa: con el habr¨¢ m¨¢s oferta de GNL y, por lo tanto, menos precio.
El jueves pr¨®ximo Milei viajar¨¢ a Palm Beach a abrazar a su amigo y protector. Celebrar¨¢n la victoria de una concepci¨®n muy controvertida de la pol¨ªtica. Es muy probable que Milei recuerde al presidente electo que la Argentina necesita de su apoyo en el Fondo Monetario Internacional para aprobar un programa que le provea m¨¢s recursos al Banco Central. Como ya se dijo: faltan d¨®lares. En el clima de jocosa camarader¨ªa que prevalecer¨¢ en Mar-a-lago no habr¨¢ lugar para prevenciones. Aunque la historia suela introducir desfasajes entre los medios y los fines. Y, de ese modo, el triunfo de Trump cobije consecuencias no queridas para su principal aliado sudamericano.
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