La econom¨ªa de Milei un a?o despu¨¦s: baja inflaci¨®n, d¨¦ficit cero y ca¨ªda del salario real
Para lograr que en 2025 repunten la actividad y los ingresos, Argentina debe conseguir d¨®lares, ya sea con la ayida del FMI o de inversiones extranjeras
El 10 de diciembre el gobierno de Javier Milei cumpli¨® su primer a?o. ?Qu¨¦ podemos decir sobre su gesti¨®n econ¨®mica? ?Cu¨¢les fueron los principales aspectos positivos y negativos? ?Qu¨¦ desaf¨ªos enfrenta en 2025? Para evaluar los resultados de esta gesti¨®n es imprescindible arrancar describiendo la grave situaci¨®n macroecon¨®mica que dej¨® el gobierno de Alberto Fern¨¢ndez, porque sin eso no se puede comprender el programa econ¨®mico que aplic¨® Milei.
La inflaci¨®n era del 13% mensual, a lo que hab¨ªa que sumarle un importante atraso en los distintos precios regulados por el Gobierno (tarifas de agua, gas, luz, el transporte p¨²blico, la nafta, entre otras). La brecha entre el tipo de cambio oficial y el financiero era superior al 150% y las reservas internacionales del Banco Central eran negativas por m¨¢s de 11.000 millones de d¨®lares. Esto significa que los activos en moneda extranjera con los que contaba la autoridad monetaria no eran suficientes para afrontar los pasivos de corto plazo en dicha moneda. Y a eso, adem¨¢s, hab¨ªa que sumarle una deuda con las empresas importadoras por m¨¢s de 25.000 millones de d¨®lares. Por ¨²ltimo, un d¨¦ficit fiscal de casi 5 puntos del PIB y una deuda acumulada del BCRA, las famosas Lelics, equivalente a 10 puntos del PIB. Literalmente un campo minado en donde sobraban pesos y faltaban d¨®lares.
Frente a esta situaci¨®n, el ministro de Econom¨ªa, Luis Caputo, anunci¨® un programa de estabilizaci¨®n bastante tradicional. En primer lugar, aplic¨® una dr¨¢stica devaluaci¨®n, que llev¨® a que el tipo de cambio oficial se incrementara m¨¢s del 120%. Eso permiti¨® que se redujera de manera significativa la brecha cambiaria y que el BCRA acumulara reservas, pero a costa de que se disparara la inflaci¨®n, que super¨® el 25% en diciembre.
Para contenerla, luego de la devaluaci¨®n el Banco Central fue anunci¨® un crawling peg: congel¨® la variaci¨®n mensual del tipo de cambio en 2%, con el objetivo de que funcionase como un ancla nominal arrastrando a la baja los precios.
Esto lo combin¨® con dos medidas apuntadas a frenar la creaci¨®n de dinero. Por un lado, una baja agresiva de las tasas de inter¨¦s, enfocada sobre todo en reducir la cantidad de dinero emitida por los intereses en las cuentas remuneradas (plazos fijos, billeteras virtuales o fondos comunes de inversi¨®n). Por otro, un severo ajuste del gasto p¨²blico que le permiti¨® al Gobierno ya en el primer mes de gesti¨®n eliminar el d¨¦ficit fiscal, que hasta entonces era financiado en su mayor¨ªa a trav¨¦s de la emisi¨®n de dinero por parte de la autoridad monetaria.
?Cu¨¢les fueron los resultados del programa?
Sin dudas, el principal logro fue la reducci¨®n de la inflaci¨®n, que adem¨¢s fue mucho m¨¢s r¨¢pida que lo que proyectaban las consultoras privadas. Como referencia, el promedio de las proyecciones esperaba que reci¨¦n en junio la inflaci¨®n fuera de un d¨ªgito, con un 9,1%, mientras que la inflaci¨®n para ese mes termin¨® siendo la mitad, 4,6%.
El segundo gran logro, que en parte explica el anterior, fue la remarcable estabilidad cambiaria. A pesar de las dudas iniciales por parte del mercado y las consultoras, m¨¢s que nada asociadas a la vertiginosa apreciaci¨®n del tipo de cambio real (ver m¨¢s adelante), el Banco Central logr¨® mantener el crawling peg a lo largo de todo el a?o. Sumado a eso, si bien en los ¨²ltimos d¨ªas se observ¨® un repunte del tipo de cambio financiero, la brecha cambiaria se ubica en niveles sumamente bajos, en torno al 12%.
Sin embargo, para el Gobierno el logro m¨¢s importante fue haber hecho ¡°el ajuste m¨¢s grande de la historia¡±, que le permiti¨® mantener el equilibrio fiscal durante todo el a?o. Desde su ¨®ptica, eso ¡ªsumado a la pol¨ªtica monetaria que llev¨® a cabo el Banco Central¡ª fue lo que explic¨® la reducci¨®n de la inflaci¨®n y la estabilidad cambiaria, gracias al freno en la emisi¨®n de dinero.
El asunto es que un ajuste de esa magnitud obviamente tiene costos. La actividad econ¨®mica hoy se encuentra por debajo de los niveles del a?o pasado, en buena medida explicado por la ca¨ªda del empleo y los ingresos de la poblaci¨®n. En la actualidad la jubilaci¨®n m¨ªnima ¡ªteniendo en cuenta incluso un bono de apoyo extra¡ª es un 13% menor a la del a?o pasado; el salario del sector p¨²blico es un 20% menor, el de los informales 23% (aunque por cuestiones de su medici¨®n todav¨ªa no contamos con los datos m¨¢s recientes) y el del sector privado 4%.
Sin dudas ac¨¢ estuvieron las principales consecuencias negativas del programa econ¨®mico, las cuales el Gobierno espera revertir para el a?o pr¨®ximo, pensando tambi¨¦n en las elecciones legislativas.
Para eso, es clave que logre mantener la estabilidad cambiaria y la reducci¨®n de la inflaci¨®n. Esto se presenta como el principal desaf¨ªo, dado que en la actualidad el precio del d¨®lar se ubica en un nivel hist¨®ricamente bajo, ya que a lo largo de todo el a?o aument¨® menos que la inflaci¨®n.
El problema que tiene un d¨®lar barato es que estimula la demanda externa, tanto de bienes de consumo, insumos importados o el turismo en el extranjero. Todo esto lleva a una mayor demanda de d¨®lares, a la que hay que sumar los pagos de la deuda externa que, si no son compensados por una cantidad similar en materia de generaci¨®n de divisas, pueden desestabilizar el mercado cambiario.
Adem¨¢s, hay que tener en cuenta que, en la actualidad, el Banco Central no cuenta con las reservas internacionales suficientes como para hacer frente a una situaci¨®n de este estilo, dado que las mismas siguen en terreno negativo, por unos 6.000 millones de d¨®lares. Es por ello que el Gobierno decidi¨® mantener las principales regulaciones cambiarias, a pesar de que la quita del cepo hab¨ªa sido una de sus primeras promesas de campa?a.
Con lo cual, de cara al a?o pr¨®ximo, para lograr que la inflaci¨®n siga bajando y que tanto los ingresos como la actividad repunten, el principal desaf¨ªo va a estar en conseguir esos d¨®lares. El Gobierno ya insinu¨® varias opciones: renegociar nuevamente con el FMI para conseguir m¨¢s financiamiento, apostar al ingreso de inversiones extranjeras a trav¨¦s del RIGI o incluso volver a colocar deuda en los mercados. Ah¨ª va a estar la principal batalla del 2025.
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