El mercado o la gente, ?a qui¨¦n escuchar¨¢ Milei?
El presidente argentino ha conseguido resultados en la balanza econ¨®mica del Estado que han sido bien recibidos por los mercados, pero a costa de un duro recorte que ha golpeado los ingresos de los argentinos
El Rey Lear, una de las mejores tragedias de Shakespeare, sigue la historia del monarca, quien decide dividir su reino entre sus hijas bas¨¢ndose en el amor que sienten hacia ¨¦l. Goneril y Regan, las dos hijas mayores, elogian de manera grandilocuente a su padre, expresando amor exagerado y adulador con el objetivo de obtener una porci¨®n mayor. Cordelia -la hija m¨¢s joven- detesta la hipocres¨ªa, y por eso expresa su amor de una manera honesta, pero mucho m¨¢s modesta. Esta respuesta enfurece a Lear, quien se siente dolido por la aparente falta de amor de su hija y eso lo lleva a desheredarla, repartiendo el reino entre sus otras dos hijas. Luego de un tiempo, el monarca descubre que sus hijas le mintieron para apropiarse del reino, gener¨¢ndole una angustia inmensa. La historia culmina, obviamente, con una serie de eventos tr¨¢gicos que llevan al lector a reflexionar sobre la naturaleza del poder, la traici¨®n y la dificultad para tomar buenas decisiones. Al igual que el Rey Lear, Javier Milei debe decidir a qui¨¦n escucha para determinar la viabilidad de su programa econ¨®mico, si a las adulaciones del mercado o a los reclamos de la gente.
El mercado elige creer
En la nota anterior examinamos los principales componentes del programa econ¨®mico del gobierno de Milei, concluyendo que el pilar fundamental sobre el que se apoya el programa es la meta fiscal. El gobierno anunci¨® que apuntar¨ªa a lograr para fin de a?o el equilibrio de las cuentas p¨²blicas, lo que implica un ajuste de una magnitud pocas veces vista en la historia de la Argentina (unos cinco puntos del PIB).
En la l¨®gica monetarista de Milei, la inflaci¨®n depende pura y exclusivamente de la cantidad de dinero en circulaci¨®n, motivo por el cual cree imprescindible eliminar el d¨¦ficit fiscal, uno de los principales canales a trav¨¦s del cual el Banco Central de la Rep¨²blica Argentina (BCRA) inyecta dinero en la econom¨ªa.
Para los que dicen que no hay riesgo de hiperinflacionario. Debe ser que no pueden admitir su incapacidad en el manejo de la econom¨ªa y/o ignorancia.
— Javier Milei (@JMilei) December 22, 2023
La ¨²nica forma de terminar con esto es congelando la cantidad de dinero (de ah¨ª el d¨¦ficit cero y sanear al BCRA).
LO HAREMOS !!! https://t.co/0CrQO33PS3
Los datos fiscales del mes de enero, recientemente publicados, revelan que -por lo menos para el primer mes del a?o- el gobierno cumpli¨® su objetivo. El resultado fiscal mostr¨® un super¨¢vit financiero (lo que significa que la recaudaci¨®n no solo alcanz¨® para financiar todos los gastos, sino tambi¨¦n para pagar los intereses de la deuda p¨²blica), algo que no se observaba desde hace m¨¢s de 10 a?os (la ¨²ltima vez fue en agosto del 2012).
Al examinar c¨®mo se logr¨® ese resultado, queda claro que el Gobierno aplic¨® un dr¨¢stico ajuste sobre el gasto, cuya ca¨ªda (medida en t¨¦rminos reales) fue de casi 40% respecto del mismo mes del a?o anterior, mientras que los ingresos fueron pr¨¢cticamente los mismos. Si bien todas las partidas mostraron recortes importantes, los m¨¢s significativos (por el peso que tienen en el total del gasto p¨²blico) estuvieron en las jubilaciones (-38%), los planes sociales (-23%), los subsidios al gas, luz y transporte (-64%) y el empleo p¨²blico (-28%). El otro rubro para destacar, pero m¨¢s por la cuesti¨®n pol¨ªtica de la pelea del gobierno con las provincias, fue el freno casi total de todas las transferencias hacia estas jurisdicciones.
Este duro ajuste fue muy bien recibido por el mercado. La brecha entre el tipo de cambio comercial y el financiero (lo que ser¨ªa el ¡°term¨®metro¡± del mercado cambiario), se desplom¨® hasta ubicarse en torno al 22%, el nivel m¨¢s bajo desde que se implementaron las regulaciones a la compra de d¨®lares a mediados del 2019. Las cotizaciones de los bonos de la deuda p¨²blica (el ¡°term¨®metro¡± de la capacidad de repago del gobierno) subieron en torno al 20% desde la asunci¨®n de Milei. Por ¨²ltimo, los contratos pactados sobre precios futuros del d¨®lar tambi¨¦n se redujeron de manera significativa y, si bien para marzo esperan que el BCRA acelere un poco el ritmo de depreciaci¨®n del tipo de cambio (al 4%), son valores sumamente bajos que muestran que el mercado cree que el programa econ¨®mico va a lograr bajar la inflaci¨®n sin sobresaltos importantes en el frente cambiario.
De todos modos, hay dos cuestiones relevantes a destacar. En primer lugar, los mercados no son infalibles y puede que su evaluaci¨®n del riesgo no sea la correcta, m¨¢xime cuando el discurso del presidente argentino es m¨²sica para sus o¨ªdos. Milei ha repetido hasta el hartazgo su obsesi¨®n por el libre mercado, llegando incluso a sostener, nada menos que en Davos, que las fallas de mercado no existen. Esto no solo roza el terraplanismo econ¨®mico (hay abundantes argumentos te¨®ricos y evidencia emp¨ªrica al respecto, al punto tal que George Akerlof, Michael Spence y Joseph Stiglitz fueron galardonados con el Premio Nobel de econom¨ªa por sus contribuciones al respecto) sino que tiene implicancias reales muy nocivas, como el hecho de que Milei niegue el cambio clim¨¢tico y la capacidad del Estado para mitigarlo.
Ahora bien, incluso si en este caso la evaluaci¨®n es correcta, no hay que perder de vista que el mercado no tiene coraz¨®n. Solo mira n¨²meros, pero por detr¨¢s hay personas. Y esto hace que muchas veces algo que en los n¨²meros parezca viable, en la realidad no lo termine siendo. Ac¨¢ es donde aparece el tal¨®n de Aquiles del programa econ¨®mico del gobierno.
La casta es la gente
Al momento de asumir el nuevo gobierno, la sociedad ya ven¨ªa muy golpeada. Argentina lleva 12 a?os consecutivos de estancamiento. Y si miramos los ¨²ltimos seis a?os, el poder adquisitivo de los salarios se redujo 25%, mientras que el haber m¨ªnimo (el que cobra la mayor¨ªa de las personas jubiladas), se contrajo 28%. Por eso la gente vot¨® un cambio, que Milei supo conectar muy bien con el concepto de ¡°casta¡±, asoci¨¢ndolo a toda la clase pol¨ªtica.
Y si bien es cierto que su discurso de campa?a se bas¨® en el ajuste, el ¨¦nfasis siempre estuvo puesto en que lo iba a pagar la casta. El problema, como mostramos antes, es que el ajuste no recay¨® sobre la casta, sino sobre las jubilaciones y los ingresos de toda la sociedad, que se vieron fuertemente reducidos tras el salto inflacionario provocado por el fuerte incremento del 120% en el tipo de cambio que aplic¨® el gobierno al poco tiempo de asumir. Ser¨ªa un error, entonces, creer que la sociedad argentina, que ya viene muy golpeada, va a aceptar mansamente que la sigan ajustando.
Eso se presenta como un gran dilema para Milei. Puede optar por profundizar el ajuste, buscando la aprobaci¨®n del mercado, lo que seguramente llevar¨¢ a que sigan mejorando los indicadores econ¨®micos en los pr¨®ximos meses (reducci¨®n de la inflaci¨®n y estabilidad cambiaria). Pero esto podr¨ªa terminar siendo una falsa sensaci¨®n de mejora si redunda en un mayor conflicto social y pol¨ªtico que ponga en duda la capacidad del gobierno para seguir implementando su programa econ¨®mico; porque con la misma velocidad que el mercado apoya, tambi¨¦n se retira. Y ah¨ª pasar¨ªamos a un c¨ªrculo vicioso donde, para tratar de recuperar la confianza del mercado, lo m¨¢s probable es que el gobierno recurra a un ajuste todav¨ªa mayor que no solo podr¨ªa verse bloqueado desde el plano pol¨ªtico o social, sino incluso desde lo fiscal. Esto es as¨ª porque ajuste impacta de manera negativa en la actividad, lo que lleva a una menor recaudaci¨®n y, por consiguiente, a un mayor d¨¦ficit fiscal, lo que a su vez requiere un ajuste mayor, que impactar¨ªa todav¨ªa m¨¢s en la actividad, y as¨ª sucesivamente. Una din¨¢mica similar se observ¨® en la crisis de deuda soberana que afect¨® a la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea.
Aqu¨ª reside la mayor encrucijada que enfrenta Milei: Escuchar al mercado, que le pide profundizar el ajuste, o escuchar a la sociedad, virando hacia una mayor gradualidad. ?Caer¨¢ en el mismo error que el rey Lear?
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