La memoria sobre la conquista no es en M¨¦xico un problema con Espa?a, sino con su propio pasado y con su definici¨®n nacional. En el lado espa?ol, por su parte, el pasado colonial se mueve entre la ignorancia y el orgullo por los tiempos en que era una potencia imperial
Tras cada nuevo cataclismo, natural o humano, Ciudad de M¨¦xico es capaz de reinventarse para conservar su lugar entre las grandes metr¨®polis del arte y la cultura
La divisi¨®n izquierda-derecha encierra una visi¨®n maniquea. Plantear que los pactos de Gobierno solo son posibles entre partidos que comparten fronteras ideol¨®gicas es elevar el bipartidismo a la categor¨ªa de teolog¨ªa pol¨ªtica
La construcci¨®n de la ciudadan¨ªa no puede ni debe pasar por lo identitario. Hay que basarse en los derechos y deberes comunes de quienes comparten el mismo espacio pol¨ªtico y no en una hipot¨¦tica comunidad natural
Si llegara a fracasar, no se deber¨ªa a la organizaci¨®n del Estado ¡ªauton¨®mico, centralista, federal, confederal¡ª sino a la incapacidad de lograr que sus ciudadanos se sientan parte de una misma comunidad