Una novela contra el des¨¢nimo

En tiempos de desaz¨®n no hay mejor b¨¢lsamo que una buena novela con una medida dosis de humor, empat¨ªa y sabidur¨ªa para ocupar los descorazonadores tiempos muertos, y esta de Reginald Arkell (1872-1959) es de lo m¨¢s adecuada. Cuenta la historia de un ni?o de modesta extracci¨®n social, solitario y apasionado por las flores, que un d¨ªa tuvo la oportunidad de participar en un concurso floral provincial en el que obtuvo el primer premio al presentar un singular conjunto de flores silvestres donde la mayor¨ªa de los otros concursantes hab¨ªan puesto su af¨¢n en las flores cultivadas tradicionales. La presidenta del jurado lo apreci¨® hasta el punto de ofrecerle un puesto de ayudante de jardinero en su jard¨ªn, a las ¨®rdenes del se?or Adiss, el severo y victoriano jardinero jefe de la se?ora Charteris. La novela comienza con las meditaciones de ese ni?o, Herbert Pinnegar, ya retirado en su casa adyacente al jard¨ªn, en el que lleg¨® a ser jardinero jefe y uno de los expertos m¨¢s apreciados del pa¨ªs.

Esta es una novela tradicional, de sentimientos tradicionales, que transcurre en l¨ªnea recta sin otra pretensi¨®n que entretener al lector y hacerle reflexionar sobre un mundo fijado en la naturaleza en el que el esfuerzo, la constancia y el amor por una vocaci¨®n cristaliza en un espacio ¨ªntimo, lejos del mundanal ruido, donde la belleza y la sabidur¨ªa se abrazan en la experiencia de un hombre entregado a la creaci¨®n y conservaci¨®n de un mundo tan inestable, estacional, agradecido y exigente como un jard¨ªn cerrado.

Pinnegar no es s¨®lo un personaje entra?able; es un hombre t¨ªmido, retra¨ªdo y orgulloso de su oficio. Un tipo para el que Reginald Arkell, periodista, escritor, humorista, autor de libretos de comedias musicales y apasionado de la jardiner¨ªa, parece haberse inspirado en el mundo de Dickens, pero situado en la ¨¦poca eduardiana y despu¨¦s en la posguerra mundial. Es una ¨¦poca en la que el uso de la tierra cambia y pasa del tiempo final de la ¨¦poca de la gentry que vive de las rentas de las tierras al definitivo asentamiento de la riqueza basada en la industrializaci¨®n y las nuevas clases enriquecidas. Y es tambi¨¦n una novela escrita tras la situaci¨®n de devastaci¨®n y dolor que sigui¨® a la Segunda Guerra Mundial, producto de unos a?os que se debaten entre el desconcierto y la angustia y que dan lugar al existencialismo y la nostalgia de los viejos buenos tiempos en los que las cosas eran como deb¨ªan de ser.

La evoluci¨®n de Herbert Pinnegar est¨¢ admirablemente construida. La sencillez y naturalidad de esa vida se compadece muy bien con una escritura tambi¨¦n sencilla, pero no simple, cuajada de escenas bien concebidas e im¨¢genes literarias excelentes, como cuando dice de un acontecimiento en la vida de Pinnegar: ¡°Tras aquello se cerrar¨ªa como una vieja navaja oxidada¡±, cuando dice de ¨¦l, ya anciano, que ¡°pod¨ªa patinarle la memoria como los dientes gastados de un engranaje deteriorado¡±. Es una novela que ha de emocionar a los amantes de los jardines, pero tambi¨¦n a todos aquellos lectores que sean capaces de apreciar c¨®mo se construye la vida y el mundo de un personaje honesto, digno y entra?able. Es tambi¨¦n una novela ideal para contrarrestar los des¨¢nimos propios de una pandemia.

Recuerdos de un jardinero ingl¨¦s

Autor: Reginald Arkell. Traducci¨®n de ?ngeles de los Santos.

Editorial: Editorial Perif¨¦rica, 2020.

Formato: 224 p¨¢ginas. 17,90 euros.