Cat¨¢basis en el Congo
Paul Kawczak debuta en la novela con ¡®Tiniebla¡¯, una poderosa historia de aventuras, un retrato fascinante del horror colonial
En 1890 las potencias coloniales europeas hab¨ªan terminado la carrera devoradora de territorios africanos y la lucha se centraba en el reparto final del tablero donde se iba a llevar a cabo el saqueo indiscriminado, una batalla que mostrar¨ªa el ansia destructora de los europeos antes de que tomara cuerpo, d¨¦cadas despu¨¦s, en su propio territorio. En este contexto de pesadilla y masacres se sit¨²a Tiniebla (Destino, traducci¨®n de Isabel Gonz¨¢lez-Gallarza) del franc¨¦s afincado en Canad¨¢ Paul Kawczak (Besan?on, 34 a?os). Editor en el sello La Peuplade, donde ya ha publicado el conjunto de relatos cortos Un long soir, su debut en la novela ha generado un justificado ruido en el mundo franc¨®fono.
El ge¨®metra Pierre Claes tiene que remontar el r¨ªo Congo desde Leopoldville para fijar la frontera norte del estado propiedad del rey Leopoldo II, que ans¨ªa dejar claro hasta d¨®nde llega su finca personal para explotarla a placer. Claes, cargado de odio contra s¨ª mismo y contra el mundo, va acompa?ado en su odisea de nativos reclutados a la fuerza y de un tatuador y verdugo chino, Xi Xiao, experto en despiezar cuerpos y cuyo destino se imbrica de manera irremediable y tr¨¢gica al del joven belga y su misi¨®n. Tras ¨¦l navega Vanderdorpe, m¨¦dico unido por una complicada relaci¨®n paterno filial con Claes, tipo enfermo de amor y literatura, de vida bohemia y desesperada que encuentra en ?frica, como tantos otros contempor¨¢neos, una manera de justificar su tendencia destructiva. Vanderdorpe est¨¢ obsesionado, adem¨¢s, con dar caza a ese capit¨¢n de ¡°ojos estrella polar¡± llamado Teodor Konrad Korzeniowski quien, al mando del Roi des Belges se encuentra por aquella ¨¦poca navegando por el Congo para, en sus palabras, dejar de ser un animal y convertirse en escritor. Hombres que remontan r¨ªos en pos de una verdad imposible, de un sentido final, como Stanley tras Livingstone o Marlow tras Kurtz. Conocedor de la deuda que Tiniebla tiene con El coraz¨®n de las tinieblas, Kawczak hace que Claes y Conrad se encuentren, que este vea en los ojos del joven ge¨®metra su destino aciago y le diga: ¡°LLeve a cabo su misi¨®n y regrese a Europa, Pierre¡ Este pa¨ªs no est¨¢ hecho para usted¡ Es usted demasiado novelesco¡±. No es Conrad el ¨²nico personaje real en una novela en la que aparecen con naturalidad Verlaine, Baudelaire o el explorador y gobernador del ?frica Oriental Alemana Hermann von Wissmann.
Juegos literarios aparte, el viaje de Claes, su relaci¨®n con Xi Xiao y la muerte, su visi¨®n alucinada del horror colonial se integran sin fisuras en una novela de aventuras oscura, un libro donde pululan hombres blancos ¨¢vidos de sangre, donde la violencia se retrata con detalle pero sin morbo. Hay alg¨²n exceso en las visiones alucinadas del joven Claes, enfermo de malaria y ahogado por una fiebre que no lo abandona, pero nada que lastre la narraci¨®n. El ge¨®metra no es un d¨¦spota ni un fan¨¢tico. S¨ª un asesino cuando las circunstancias lo requieren; s¨ª, a su pesar, una pieza necesaria de la barbarie colonial. ?l lo sabe y eso lo destruye, lo arrastra a un camino en el que el dolor del alma se torna en dolor f¨ªsico ¡ªde nuevo Conrad¡ª y lo deja a merced del destino para completar su particular cat¨¢basis en el Congo.
Tiniebla
Traductora: Isabel Gonz¨¢lez-Gallarza
Editorial: Destino, 2021.
Formato: r¨²stica con solapas (228 p¨¢ginas, 20,50 euros).
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