Abierto por vacaciones
El artista nunca descansa. A su situaci¨®n de precariedad habitual, se suma la eventualidad del mercado y el ¡®handicap¡¯ del g¨¦nero. Dos libros lo analizan
Trabajar como artista es como vivir en un tiovivo en marcha. Un momento est¨¢s arriba y otro abajo en una rueda que nunca para. No hay vacaciones, ni salario fijo, ni paga extra. Tampoco seguridad en el futuro ni certeza en el presente. Subir y bajar de un tiovivo en marcha no es f¨¢cil, aun teniendo ganas. Te coloca en una compleja tensi¨®n que demanda gran capacidad de reacci¨®n y una buena dosis de estrategia. Hay que capear una extrema exigencia y competencia del mercado. Y, aunque algunos afortunados cuentan con buenas galer¨ªas en las que delegar la parte de producci¨®n y difusi¨®n, la realidad es que la mayor¨ªa de artistas deben asumir una l¨®gica empresarial para poder vivir del arte, si es que eso es posible.
Ganar algo (de dinero) es a base de pico y pala. En ese gesto piensan Margot Norton y Jamillah James, las comisarias de la pr¨®xima Trienal del New Museum de Nueva York, que arrancar¨¢ en octubre. Es la gran cita de la escena del arte joven en el ¨¢mbito internacional, el pase de oro para descansar en el gran colch¨®n del mercado. El t¨ªtulo, Soft Water Hard Stone, est¨¢ lleno de ecos sobre esa idea de resiliencia. Viene de un proverbio conocido en Brasil, traducido como ¡°agua blanda sobre piedra dura tanto da que hace cavadura¡±. Tiene varios significados. Uno es esperanzador: si se persiste lo suficiente, puede llegar la recompensa. Otro no tanto: el tiempo puede destruir incluso aquello que parec¨ªa inmutable. La Trienal hablar¨¢ este a?o de estructuras rotas y al borde del colapso, de obras que exaltan los estados de transformaci¨®n, maleables y porosos, volcados en lo fluido y el flirteo entre lo tecnol¨®gico y lo org¨¢nico. Algo parecido a lo que pas¨® en Aragon Park hace unos d¨ªas en Madrid: un edificio abandonado y ocupado por m¨¢s de 100 artistas y propuestas solventes con casi nada.
William Deresiewicz relata en su ensayo que todav¨ªa hay mucho mito y estigma asociados en torno al binomio arte-dinero
Siempre ha sido dif¨ªcil ser artista, pero hay cosas dif¨ªciles y otras m¨¢s dif¨ªciles a¨²n. El grado de dificultad importa. Cuanto menos pueda ganar un artista con su trabajo, m¨¢s deber¨¢ depender de otras fuentes de apoyo y menos tiempo podr¨¢ dedicar a su obra. Es como un c¨ªrculo vicioso. Cuanto menos dinero haya en las artes, m¨¢s ser¨¢ un juego de ricos. Y la riqueza se correlaciona con la raza y el g¨¦nero. Es as¨ª. Otra idea perversa: eso de que ¡°la gente lo har¨¢ de todos modos¡±, alegando que si eres artista ¡°de verdad¡± se crear¨¢ arte de todos modos, solo es producto de la ingenuidad, la ignorancia o el privilegio.
Sobre ello giran dos libros. William Deresiewicz lo relata extensamente en La muerte del artista (Capit¨¢n Swing, 2021). Habla sobre c¨®mo la forma en que se paga a los artistas (y cu¨¢nto) afecta al arte que crean: arte que experimentamos, arte que marca nuestra ¨¦poca y moldea nuestra sociedad. Por lo general, el artista cobra cuando vende una obra. Si lo hace mediante una galer¨ªa, que es lo habitual, es un 50% del precio de la obra. Si hace una exposici¨®n o un proyecto, por lo general tiene un fee, aunque no siempre. Aunque, sobre todo, lo que gana es capital simb¨®lico. Una escritora puede no ganar nada publicando un libro, pero eso la ayudar¨¢ a conseguir un puesto como profesora. Un artista puede no ganar nada por exponer en un museo, pero con ello aumenta el precio que su galerista puede cobrar por su obra. La cosa no va de pedir anticipos, sino todo lo contrario, de guardar para luego distribuir. En la m¨²sica lo llaman ¡°el ciclo del ¨¢lbum¡±: escribir, grabar, publicar, ir de gira, tocar una y otra vez, descansar, repetir.
Relata Deresiewicz que todav¨ªa hay mucho mito y estigma asociados al binomio arte-dinero. No se habla de cantidades ni de contactos. Tampoco de la idea de carrera. Eso ser¨ªa osado y hasta grosero. En el colmo de la falsedad: la imagen de pureza art¨ªstica se despliega como estrategia de marketing. Pobreza significa autenticidad, y lo aut¨¦ntico lo es todo. Si te lanzas a negociar, mal. Lo que se lleva es ser comercial siendo poco comercial, es decir, expresar valores antimercado para el propio ¨¦xito de mercado. El cl¨¢sico ¡°pasar de alguien para que te haga a¨²n m¨¢s caso¡±. Aunque hagas lo que hagas siempre ser¨¢ demasiado y el mundo del arte te bombardear¨¢ con juicios y opiniones. La barrera psicol¨®gica para ganarse la vida como artista empieza ah¨ª a ser alta. Una conspiraci¨®n de piadosa fantas¨ªa en la que se acaba dando las gracias por respirar.
Urge hablar de dinero y de precariedad. La crisis financiera de 2008 ha sido un punto de inflexi¨®n en los debates y el activismo en torno a la cuesti¨®n del dinero en el mundo del arte. Y urge hablar de algo asociado a todo ello: la acuciante desigualdad de g¨¦nero en el sistema art¨ªstico. De eso trata el ensayo de Carolina Rodovalho, Sem¨ªramis Gonz¨¢lez y Marta P¨¦rez Ib¨¢?ez Desigualdad de g¨¦nero en el sistema del arte en Espa?a (M¨¦nades, 2021). A la dificultad ya comentada por ganarse la vida como artista, s¨²menle un extra de precariedad por ser mujer: mayor temporalidad, m¨¢s empleos a tiempo parcial y peor retribuidos, categor¨ªas m¨¢s bajas, segregaci¨®n seg¨²n ocupaciones y el malabar de combinar creaci¨®n con vida dom¨¦stica o familiar. Si el problema de g¨¦nero es estructural, hay que recordar que las crisis econ¨®micas siempre afectan m¨¢s a mujeres artistas, m¨¢s si cabe a racializadas, y m¨¢s a¨²n si son de clase baja. Urgen soluciones. La raz¨®n es social y pol¨ªtica. Todav¨ªa es un dilema si el Estatuto del Artista ser¨¢ una realidad o una utop¨ªa, por mucho que el actual ministro de Cultura, Miquel Iceta, acabe de reiterar su compromiso con ¨¦l. Apremien porque el tiovivo marea.
La muerte del artista
Desigualdad de g¨¦nero en el sistema del arte en Espa?a
M¨¦nades, 2021. 206 p¨¢ginas. 18 euros.
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