¡®Metaf¨ªsica del aperitivo¡¯, tomar distancia de todo

Este es un libro singular y fascinante; un libro inesperado, divertido y lleno de opiniones y observaciones verdaderamente agudas; un libro rebosante de una vitalidad parad¨®jica: una vitalidad procedente de un sujeto que se habla a s¨ª mismo en una situaci¨®n f¨ªsica de pr¨¢ctica inmovilidad, un sujeto que se encuentra en una terraza de Par¨ªs y monologa ante un aperitivo con el que se est¨¢ regalando. Sin duda, sus pensamientos est¨¢n animados por su formaci¨®n personal y cultural, y tambi¨¦n por el ligero est¨ªmulo del alcohol al que no es ajeno un fino sentido del humor. Y disfruta observando a sus vecinos y a los paseantes que pasan por delante de ¨¦l. He dicho vitalidad parad¨®jica, pero no es exactamente as¨ª porque en realidad es un admirable ejercicio de la vitalidad mental de un personaje culto estimulado por unos sorbos de alcohol en el tiempo de relajaci¨®n f¨ªsica que acompa?a a un aperitivo. Un aperitivo, por cierto, que ha de ser para abrir el apetito de la cena porque el autor lo sit¨²a a media tarde, al t¨¦rmino del trabajo cotidiano.

Una cita de Gombrovicz encabeza este libro: ¡°Pronto nos daremos cuenta de que lo m¨¢s importante ya no es morir por las ideas, los estilos, las tesis, los esl¨®ganes, las creencias, ni aferrarse a ellos, ni concentrarse en ellos, sino m¨¢s bien retroceder un paso y tomar distancia de todo lo que ocurre¡±. Y el libro responde a esta afirmaci¨®n del gran escritor polaco, aparentemente pasiva, pero intelectualmente activa, del autor que defendiera con ardor literario el valor de la inmadurez. Y este es el sentido de Metaf¨ªsica del aperitivo. Esa cita cumple perfectamente con el libro de L¨¦vy-Kuentz.

La verdad es que el libro avanza como la consumici¨®n de irancy en el bistr¨® parisiense de Montparnasse donde se encuentra el personaje ¨²nico de este soliloquio que nos remonta a un tiempo atr¨¢s, a sus a?os de formaci¨®n, en el Par¨ªs literario y a¨²n luminoso del ¨²ltimo tercio del siglo XX. Por el libro desfilan viandantes, vecinos de terraza, las lecturas del autor, los escritores queridos, observaciones sobre el mundo y la vida y, por encima de todo, como sobrevolando esa cabeza activa, la suma de emociones intelectuales que se manifiestan en ese trance suave que lo acompa?a progresivamente para dirigirse al momento en que el personaje ha de abandonar el lugar y regresar a su casa; un momento, por cierto, que el autor empa?a en dos l¨ªneas con un final de pel¨ªcula que no casa con el relato, como tambi¨¦n choca un tanto alg¨²n cap¨ªtulo de la ¨²ltima parte como ¡®Retrato del sediento vestido de cortesano¡¯ y ¡®Lo que permanece¡¯, que disuenan por excesivamente conceptuales.

Lo principal del libro es el clima mental en que transcurre, el paso del tiempo (muy bien medido), las referencias de sus lecturas tan bien tra¨ªdas y que se van sumando a la conciencia del personaje, que es lo que justifica toda la exhibici¨®n de su lucidez en medio de su confortable ebriedad. Los pensamientos, opiniones y observaciones agudas del monologante construyen un relato cuyo atractivo es esta especie de narraci¨®n personal, fragmentaria y literaria de una conciencia creada en el siglo XX y vertida en el XXI, y que trae consigo una ¨¦poca y una sugestiva mirada al mundo desde la inmovilidad del ocioso que contempla con cierta gratitud, no ajena a la ingesta de unas copas, la vida y la gratitud de la vida en uno de esos espacios de tiempo que, como la luz del d¨ªa que se va dirigiendo poco a poco hacia el atardecer, expone la reflexi¨®n emocional de una vida hecha.

Metaf¨ªsica del aperitivo?

Autor: St¨¦phan L¨¦vy-Kuentz.

Traducci¨®n: Laura Naranjo Guti¨¦rrez.

Editorial: Perif¨¦rica, 2022.

Formato: tapa blanda (134 p¨¢ginas, 10 euros).

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