Nintendo retrasa el nuevo ¡®Zelda¡¯ y el mundo llora

Ten¨ªa que pasar y pas¨®. El pasado martes Nintendo anunci¨® el retraso de la secuela de The Legend of Zelda: Breath of the Wild hasta la primavera de 2023. Se trata de uno de los juegos m¨¢s esperados de los ¨²ltimos a?os, en parte porque los Zelda siempre lo son, en parte porque Breath of the Wild es considerado por muchos como el mejor videojuego de la historia. Razones no les faltan.

El caso es que lo de ser uno de los juegos m¨¢s esperados ¡°de los ¨²ltimos a?os¡± en este caso es m¨¢s literal de lo esperable: no es la primera vez que el juego, anunciado en 2019, se retrasa, y teniendo en cuenta que el original (que vendi¨® unos 24 millones de copias) sali¨® en el ya lejano 2017, el anuncio ha sentado mal a los millones de seguidores de la saga en todo el mundo.

Con las pel¨ªculas es algo infrecuente, y eso que acabamos de ver un caso sintom¨¢tico con la ¨²ltima pel¨ªcula de la factor¨ªa Marvel: Morbius. La pel¨ªcula vamp¨ªrica protagonizada por Jared Leto iba a salir durante los primeros compases de la pandemia, pero a los problemas creados por el covid en s¨ª sumaba el hecho de que los poderes del protagonista estaban directamente sacados de los murci¨¦lagos, y los animales causantes de la crisis de Wuhan no eran precisamente un reclamo en taquilla. Pero vampiros aparte, lo cierto es que en el cine es m¨¢s raro ver c¨®mo se cambia la fecha de estreno (o se cancela) de una pel¨ªcula cuando ya est¨¢ fijada. Sin embargo, en los videojuegos esto es el pan nuestro de cada d¨ªa.

Existen obras que languidecen durante a?os sin ser canceladas de forma oficial (Beyond Good and Evil 2), juegos que generan una gran expectaci¨®n ¡ªen el argot, hype¡ª y que luego son cancelados de la noche a la ma?ana (Scalebound, Fez II, Silent Hills) o juegos que se van posponiendo durante a?os y a?os, como Final Fantasy XV (sali¨® en 2016 tras 10 a?os de desarrollo), Diablo III (sali¨® en 2012 tras 11 a?os) o Duke Nukem Forever (que apareci¨® en 2011 tras 15 a?os). Otro ejemplo de desarrollo infinito (9 a?os) es The Last Guardian, del legendario Fumito Ueda, que fue anunciado para Play Station 3 y que finalmente sali¨® para Play Station 4 en 2016. Porque esa es otra: el prestigio acumulado por Ueda en Play Station 2 con su imprescindible Shadow of the Colossus (2005) seguro que ayud¨® a vender muchas unidades de esa consola para la que finalmente no sali¨®. Ejemplos as¨ª hay muchos y alg¨²n malpensado podr¨ªa creer que las grandes multinacionales (cotizadas en bolsa) que est¨¢n detr¨¢s de estos grandes lanzamientos avivan la llama de la ilusi¨®n (y de las ventas) siguiendo una estrategia similar a la de cierta prensa deportiva con el futbol: decenas de rumores y anuncios de fichajes que muchas veces no se llegan a concretar. En fin, la rueda debe seguir girando.

Al final, est¨¢ claro que agradeceremos el retraso. El juego saldr¨¢ mejor, m¨¢s pulido, m¨¢s s¨®lido. El desarrollo de software es impredecible y a veces surgen problemas muy dif¨ªciles de solventar. La producci¨®n de videojuegos, adem¨¢s, no es tan concreta (ni tan glamurosa) como en el cine: es un terreno mucho menos transitado, engrasado y refinado. Pero este retraso molesta especialmente por venir de la compa?¨ªa que fue capaz de hacer en poco m¨¢s de un a?o The Legend of Zelda: Majora¡¯s Mask (2000) tras el aclamad¨ªsimo The Legend of Zelda: Ocarina of Time (1998). Misma saga y mismo escenario: una secuela directa y para la misma consola, con el mismo motor gr¨¢fico y reutilizando personajes. En ese contexto, cinco (ahora seis) a?os se antojan demasiados, m¨¢xime cuando la secuela lleva cuatro a?os anunciada. Cuatro a?os de ilusiones alimentadas a base de videos y tr¨¢ilers convenientemente esparcidos en el tiempo.

?Es posible que Nintendo quiera asegurarse ser el mejor juego de 2023 y no competir este a?o con Elden Ring? ?Realmente el juego ha dado problemas que quieren resolver, o es tan ambicioso que requiere ese tiempo extra? ?Quiz¨¢ Nintendo prev¨¦ anunciar la Switch 2 y prefiere acompa?ar ese lanzamiento con un juego de fuste como el nuevo Zelda? No se sabe. Al final, la gente no sabe nada. Bueno, s¨ª, algo saben: que uno de los juegos m¨¢s esperados de 2022 lo tendr¨¢n que jugar en 2023. Si no m¨¢s tarde¡­

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