¡®El viento es salvaje¡¯: Un Levante que quita el sentido
Las Ni?as de C¨¢diz ponen en solfa temas, personajes y lugares comunes del repertorio tr¨¢gico cl¨¢sico mediante una parodia en verso vigorosa e hilarante escrita por Ana L¨®pez Segovia
?Cu¨¢n dif¨ªcil es hacer una parodia con gracia, mordiente y conocimiento de causa, como esta que Las Ni?as de C¨¢diz han trenzado por buler¨ªas! En El viento es salvaje, que se representa en la Sala Cuarta Pared de Madrid, la compa?¨ªa que dirige Ana L¨®pez Segovia pone en solfa ciertos temas, personajes y lugares comunes del teatro griego cl¨¢sico, pero tambi¨¦n de la poes¨ªa dram¨¢tica lorquiana y del repertorio tr¨¢gico en general. A trav¨¦s de Mariola y Vero, dos mujeres hermanadas desde ni?as, la compa?¨ªa gaditana habla con vigoroso e hilarante desenfado de los vericuetos del destino y de la emergencia de un deseo prohibido, implacable y fundente.
El viento es salvaje es un reto?o lozano y desprejuiciado del frondoso teatro par¨®dico espa?ol, que ha dado t¨ªtulos tan productivos como La corte de fara¨®n, La venganza de don Mendo o Lorenz¨ªn, r¨¦plica bufa del Lohengrin wagneriano. El espect¨¢culo de L¨®pez Segovia se apoya en dos pilares. El primero son los di¨¢logos en verso, entretejidos con una variedad estr¨®fica notable: tiene su aqu¨¦l que personajes de hoy en d¨ªa expresen una pasi¨®n desenfrenada cantando por tangos flamencos, se confiesen su amor a golpe de quintillas o se enfrenten entre s¨ª lanz¨¢ndose d¨¦cimas con una honda. La musicalidad de las estrofas compuestas por la autora y directora gaditana surte un efecto triple: le imprime a cada escena un car¨¢cter diferenciado, marca la pauta de las actuaciones y refresca la atenci¨®n del p¨²blico.
El segundo pilar de la funci¨®n son sus int¨¦rpretes. Teresa Quintero encarna con gracia chispeante todos los estados del alma de la atribulada Mariola, criatura marcada por un designio fatal. Ana L¨®pez Segovia le imprime a Vero una laboriosidad y una bonhom¨ªa infatigables: es la viva imagen de la emprendedora impulsada por un viento de cola sostenido. Alejandra L¨®pez y Roc¨ªo Segovia, comodines de la compa?¨ªa, encarnan un rosario de personajes. Aquella es un corifeo diligente y mayest¨¢tico pero tambi¨¦n un pater familias con los niveles de testosterona en cuarto creciente y un m¨¦dico cuya jerga no la entender¨ªan ni siquiera sus colegas del coro de galenos de El rey que rabi¨®. Sin ani?arse, Segovia es un chavalito indolente, un contraugusto zascandil y una prima que le narra a Vero una pelea familiar estrafalaria con el mismo aliento ¨¦pico con el que una de sus amazonas le describe a Pentesilea el ¨²ltimo combate de sus compa?eras en la obra hom¨®nima de Von Kleist.
Este montaje multipremiado pone la risa en los tu¨¦tanos. Fr¨ªamente considerado, lo que les sucede a sus protagonistas es terrible, pero su manera de relatarlo levanta carcajadas: Mariola, Vero, Juandedios y Juandesito son tataranietos de los personajes de los sainetes grotescos de Ram¨®n de la Cruz y de Arniches. Respecto al coro cargado con banquetas y borriquetas que abre y cierra la funci¨®n, est¨¢ delineado con un rigor semejante al del coro de fantoches de las obras de Tadeuscz Kantor.
¡®El viento es salvaje¡¯. Texto: Ana L¨®pez Segovia. Direcci¨®n: A. L¨®pez Segovia (con la colaboraci¨®n de Jos¨¦ Troncoso). Madrid. Sala Cuarta Pared, hasta el 15 de mayo. En gira: Ciudad Real, el 12 de mayo, y Alcal¨¢ de Henares, 20 y 21 de mayo.
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