La verbena filipina de Antoni Muntadas
Inspir¨¢ndose en la historia de la excolonia, el artista expone en Sevilla un gabinete de objetos que formaban parte del circuito comercial entre el archipi¨¦lago y Espa?a
La mejor introducci¨®n al ¨²ltimo proyecto de Antoni Muntadas se encuentra estos d¨ªas en la secci¨®n internacional de los diarios. Ferdinand Marcos Jr., alias Bong?bong, hijo del dictador cuyo r¨¦gimen cleptocr¨¢tico arruin¨® y dej¨® lisiada democr¨¢ticamente a Filipinas, ha ganado de forma aplastante las elecciones de su pa¨ªs. Su astucia ha sido no desfigurar demasiado la ficci¨®n construida sobre sus progenitores. Especialmente su madre, Imelda Marcos, que fascin¨® tanto a Andy Warhol que acab¨® coloreando aquel rostro preysleriano en sus famosos retratos. Fundamental para Bongbong fue su uso de las redes sociales, una herramienta tan s¨®lida como los tanques o la disuasi¨®n nuclear. Se trataba de traducir zapatos por clics. Naturalmente, todo es cierto en la realidad, no en la pol¨ªtica-ficci¨®n. Pero ?qui¨¦n es capaz de trazar el pespunte de su l¨ªnea divisoria? De nuevo Muntadas, el artista de las digresiones, del contexto, que es donde a fin de cuentas se encuentran las verdades, por mucho que la ex primera dama de Filipinas insistiera con su lema m¨¢s tendencioso: ¡°La percepci¨®n es real. La verdad, no¡±.
Otra contexto que define la exposici¨®n del artista barcelon¨¦s de 80 a?os ha sido la pandemia, que no precisa del mito de la memoria pero s¨ª de la simplificaci¨®n y el m¨ªnimo gesto. Muntadas: ejercicios sobre memorias pasadas y presentes se inaugur¨® en la Ateneo Art Gallery de Manila en pleno confinamiento, sin poder ser abierta al p¨²blico. No pudo prorrogarse por tener cerradas las fechas en el Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo (CAAC), en Sevilla. El hecho de su invisibilidad no la hace menos real, y real es su percepci¨®n actual, pues liga el ¨¢mbito del valor est¨¦tico del museo a la piel de los acontecimientos.
Uno de los lemas preferidos de Muntadas es ¡°la percepci¨®n requiere participaci¨®n¡±. Propone un inter¨¦s sobre el pensamiento cr¨ªtico, la memoria hist¨®rica, las estructuras de poder pol¨ªtico, las industrias culturales y el espacio expositivo, invitando al espectador a ser un int¨¦rprete de las im¨¢genes que se producen en el mundo actual. Sus tres proyectos para la Cartuja se insertan en el contexto de su larga trayectoria, como si fueran cajas chinas, y se refieren a los bienes que formaban parte del circuito comercial entre la antigua colonia (con paradas en M¨¦xico) y Espa?a, como el mant¨®n de Manila (originario de China), convertido en atuendo popular en verbenas y ferias castizas, y posteriormente en souvenir. Una segunda instalaci¨®n aborda el efecto de las plantas invasivas americanas, que aparecen ahora como ilustraciones bot¨¢nicas (algunas llamadas verbenas) en platos de cer¨¢mica. La ¨²ltima se refiere a la di¨¢spora de trabajadores filipinos, importante sustento de la econom¨ªa del pa¨ªs, cuyos rostros son acu?ados en una de las caras de nueve medallones de plata encerrados en vitrinas. Muntadas compone un sobrio gabinete con mapas (del Archivo de Indias), ¨®leos (museos provinciales), mantones customizados, monedas, abanicos y vajillas. Ense?a el arte de yuxtaponer memorias para alcanzar continuidades m¨¢s simples.
¡®Muntadas: ejercicios sobre memorias pasadas y presentes¡¯. CAAC. Sevilla. Hasta el 4 de septiembre.
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