¡®Canci¨®n para volver a casa¡¯: teatro con humor, fantas¨ªa y un ligero desconcierto

Una caracter¨ªstica de la escritura de Denise Despeyroux que la convierte en una dramaturga muy personal es que siempre contiene alg¨²n elemento sobrenatural o disparatado. Y tambi¨¦n su habilidad para mezclar ese toque fant¨¢stico con situaciones cotidianas o incluso costumbristas, que a su vez est¨¢n entreveradas de di¨¢logos con toques existenciales o absurdos. No falta tampoco nunca el humor. Mucho humor. En el cruce de todo eso encuentran los puntos de fuga de sus obras: momentos en los que todo converge y hacen volar la imaginaci¨®n. Buenos ejemplos de ese estilo son Ternura negra, Los dram¨¢ticos or¨ªgenes de las galaxias espirales, Carne viva, Un tercer lugar, La omisi¨®n del si bemol 3. Tambi¨¦n la que se representa estos d¨ªas en Madrid en un montaje dirigido por la propia Despeyroux, Canci¨®n para volver a casa, que estren¨® en 2019 por encargo de la compa?¨ªa de actrices catalana T de Teatre. Es un espect¨¢culo que se sigue con inter¨¦s, muy bien interpretado y divertido, pero esta vez da la sensaci¨®n de que la mezcla no acaba de cuajar. Est¨¢n todos los elementos y funcionan bien por separado, pero no se acaba de ver el punto de fuga. Ni lo que quiere transmitir la autora con todo lo que ocurre. Por eso es un tanto desconcertante.

La obra est¨¢ protagonizada por tres antiguas amigas que en su juventud hicieron teatro juntas pero cuyas diferencias las llevaron a disolver su compa?¨ªa y no volverse a ver nunca m¨¢s, adem¨¢s de abandonar su vocaci¨®n para dedicarse a otras cosas. Est¨¢n interpretadas con su habitual solvencia por Mamen Duch, Marta P¨¦rez y ?gata Roca. Despu¨¦s de muchos a?os, una de ellas convence (con enga?os) a las otras dos para reencontrarse en el pueblo de la Catalu?a profunda donde ensayaron el espect¨¢culo que fue su mayor ¨¦xito. All¨ª coinciden con un estrafalario hipnotizador (encarnado por Albert Ribalta) capaz de dominar en un segundo la voluntad de cualquiera con solo una palmada, acompa?ado de su igualmente pintoresca ayudante (Carme Pla). En realidad, todos los personajes de la funci¨®n resultan exc¨¦ntricos y tambi¨¦n lo es la manera en que se conocen (las antiguas amigas, por ejemplo, confunden al hipnotizador con un afamado dramaturgo) porque eso es otra caracter¨ªstica del estilo Despeyroux: es su manera de desdoblar la realidad para mostrar sus enveses. Y eso posiblemente sea lo m¨¢s interesante de Canci¨®n para volver a casa, una pieza que la propia autora define en el programa de mano como ¡°una fantas¨ªa tragic¨®mica donde varios seres extraviados encuentran formas extra?as de estar juntos¡±.

Quiz¨¢ la funci¨®n habr¨ªa volado m¨¢s alto si la Despeyroux directora hubiera aplicado a su puesta en escena la misma combinaci¨®n de realismo y fantas¨ªa que recorre su escritura. El espect¨¢culo, no obstante, atrapa en muchos momentos por sus situaciones c¨®micas y emociona por la estupenda interpretaci¨®n de los actores. Consiguen grandes momentos de intimidad y transmiten un gran amor por sus personajes. Esos seres extra?os que anhelan (como todos anhelamos siempre) volver a casa.

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