¡®Ceniza roja¡¯, el dolor diario
Socorro Venegas publica, a?os despu¨¦s, los textos que escribi¨® cuando muri¨® su primer marido en sus brazos. Un documento sanador para aquellos que atraviesan ahora un duelo que no acaba de disiparse nunca
Socorro Venegas siempre se promete en su cabeza que ya es hora de escribir un relato sin muerte, pero no le sale f¨¢cil porque conoce bien el sonido de la guada?a. Ceniza roja, su ¨²ltima publicaci¨®n, vuelve a incumplir la promesa. Y c¨®mo. Se trata del diario que escribi¨® cuando muri¨® su primer marido, en sus brazos, pero sin despedirse, el coraz¨®n tuvo m¨¢s prisa. Muchos a?os despu¨¦s, aquel cuaderno rojo llam¨® a las puertas de la editorial P¨¢ginas de Espuma, que lo ha convertido en un hermoso volumen de pasta dura con ilustraciones de Gabriel Pacheco. El diario estuvo guardado, oculto en alguna caja de mudanza para salir a la luz en otra al pasar del tiempo. Con el ¨¢nimo serenado, la autora ley¨® ahora lo que el m¨¦dico le hab¨ªa prohibido en pleno duelo. ¡°Escriba, pero no lea¡±. Y descubri¨® que en aquellas l¨ªneas con el aliento po¨¦tico del dolor insondable estaba tambi¨¦n la aurora. La terapia hab¨ªa cumplido su fin. Como suele decirse, todos los libros son de autoayuda menos los que dicen que lo son. Este ha de servir a quienes han pasado o atraviesan ahora las sombras que no acaban de disiparse nunca. Pero tambi¨¦n a aquellos que solo esperan una lectura templada donde la tragedia es poema y antesala de la borrasca que escampa.
Cuando ¡°la vida se encoge de hombros¡± ante el sufrimiento, el escritor sale de la piel del doliente y recita su experiencia. As¨ª es el diario de Venegas, el descubrimiento de la vida a trav¨¦s de un jard¨ªn nuevo, una casa sin recuerdos, caminos sin hollar en busca de otro tiempo. El amor que se asoma sin fuerzas, con los latidos arr¨ªtmicos de un coraz¨®n exhausto. La pelea de la pluma por p¨¢ginas sin fecha va develando un libro que habla tambi¨¦n del ser y el estar, que todav¨ªa tiene pulso. Quiz¨¢ el diario no era, finalmente, literatura de ojos cerrados y cuerpos fr¨ªos, sino un cambio de piel que espera otro d¨ªa c¨¢lido. ¡°Vuelvan a m¨ª como agua confusa, como aves distra¨ªdas, como pasos de ciervo en el aire¡, vuelvan a m¨ª, vuelvan, queridas, peque?as cosas de cada d¨ªa: la taza de caf¨¦ que compartimos, el beso en la nuca, la mirada que decid¨ªa qui¨¦n abr¨ªa la puerta¡±.
La mexicana, autora de La memoria donde ard¨ªa, presenta ahora un texto sin m¨¢s artificio que el que sale espont¨¢neo de su cabeza embotada y una mano ex¨¢nime. Pero al cabo, el oficio del escribidor, que ya a sus veintipico a?os se abr¨ªa paso sin barreras. Buena lectora de poes¨ªa, el diario son los posos de ese caf¨¦. Quiere ser dolor, pero es poema; quiere ser grito, pero es literatura.
Cuando la familia y los amigos reclaman una presencia que se deshace, la escritora se guarda en la escritura. Sabe lo que pesa un muerto. ¡°Desvestirlo, vestirlo¡±. Sabe que el fr¨ªo del hielo es lo mismo que arder en las llamas. Conoce el alivio de dormir y el despertar con los mismos temblores. Material humano de primera clase para un diario perdido a prop¨®sito que hoy ve la luz en las librer¨ªas.
Ceniza roja
Autora: Socorro Venegas.
Ilustraciones: Gabriel Pacheco.
Editorial: P¨¢ginas de espuma, 2022.
Formato: tapa blanda (102 p¨¢ginas. 17 euros) y e-book (5,99 euros).
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