?Puede un japon¨¦s tocar bien la guitarra flamenca? ?Qui¨¦n decide qu¨¦ es un concierto?
Del paleol¨ªtico a la electr¨®nica y en medio de la pol¨¦mica sobre la m¨²sica en directo, Wade Matthews recorre la historia de los instrumentos desde un punto de vista cultural y antropol¨®gico adem¨¢s de t¨¦cnico

He aqu¨ª un ensayo que nos lleva a plantearnos infinidad de preguntas que nunca nos hab¨ªamos hecho acerca de los instrumentos musicales: ?Puede un japon¨¦s llegar a tocar bien la guitarra flamenca?, ?tiene g¨¦nero un instrumento musical? o ?por qu¨¦ un pincel no equivale a un clarinete? A todas ellas trata de dar respuesta desde distintas perspectivas el m¨²sico e investigador Wade Matthews en las p¨¢ginas de El instrumento musical. Evoluci¨®n, gestos y reflexiones (Turner).
Por la facilidad con la que despierta curiosidad en los lectores, este ensayo no ha de clasificarse como un estudio dirigido exclusivamente a los mel¨®manos, pues tambi¨¦n sabr¨¢n valorarlo aquellas personas interesadas en la antropolog¨ªa y la historia cultural. En definitiva, este es un libro para quienes se sienten atra¨ªdos por los seres humanos, sus inventos y habilidades.
El autor distingue entre los gestos operativos, necesarios para hacer sonar el instrumento, y otros tantos de distinto car¨¢cter, como los expresivos, que ayudan al p¨²blico a entender las intenciones de los int¨¦rpretes
El ensayo repasa los instrumentos musicales desde la ¨¦poca en que eran meros huesos agujereados ¨Dhace aproximadamente cuarenta mil a?os, seg¨²n los ejemplares encontrados en la cueva alemana de Hohle Fels¨D hasta hoy, cuando la electr¨®nica los ha convertido en m¨¢quinas generadoras de sonidos de toda ¨ªndole.
Pero como ya he dejado caer m¨¢s arriba, este no es solo un libro de historia de los instrumentos musicales: es, al mismo tiempo, una observaci¨®n detallada acerca del v¨ªnculo entre las personas y las herramientas con las que accedemos a la m¨²sica, verbo elegido por Matthews para condensar las funciones de estos objetos musicales, incluyendo en esta categor¨ªa la voz humana.
Matthews rastrea tanto en el origen de los instrumentos como en el de la sorprendente variedad de habilidades fisioneurol¨®gicas necesarias para hacer m¨²sica, y para ello nos hace viajar atr¨¢s en el tiempo, describiendo una escena muy pertinente: ¡°En la elaboraci¨®n de una punta de lanza de s¨ªlex, el humano neol¨ªtico ya empleaba y desarrollaba la coordinaci¨®n muscular, la escucha y, sobre todo, desde la perspectiva del m¨²sico, la coordinaci¨®n muscular guiada por la escucha. ?No ser¨¢n estas las habilidades necesarias para tocar las flautas encontradas, por ejemplo, en Hohle Fels?¡±, se pregunta el autor, si bien descarta que nuestros ancestros desarrollasen estas capacidades solo para fines musicales.

La secci¨®n del ensayo titulada ¡°Or¨ªgenes I¡± recorre adem¨¢s los mitos de los or¨ªgenes de ciertos instrumentos musicales como el arpa ga¨¦lica irlandesa, que figura hasta en el escudo del pa¨ªs, lo cual nos lleva a debates propios del campo de la etnomusicolog¨ªa y la organolog¨ªa. De hecho, Matthews dialoga ¨Cy a veces discute¨C a lo largo de su libro con dos textos que se ocupan tambi¨¦n de los objetos que empleamos para hacer m¨²sica: el fundacional estudio de Peter Schaeffer titulado Tratado de los objetos musicales (Alianza) y el escrito por Bernard S¨¨ve (El instrumento musical. Un estudio filos¨®fico, Acantilado), centrado principalmente en los instrumentos ac¨²sticos occidentales.
El cap¨ªtulo dedicado al gesto musical contiene refinadas observaciones acerca de todo tipo de int¨¦rpretes: los de jazz, los de rock y los de cl¨¢sica, cuya gestualidad a la hora de abordar el instrumento es caracter¨ªstica de lo acotado de su repertorio. El autor distingue entre los gestos operativos, necesarios para hacer sonar el instrumento, y otros tantos de distinto car¨¢cter, como los expresivos, que ayudan al p¨²blico a entender las intenciones de los int¨¦rpretes.
Con el nacimiento de la m¨²sica electroac¨²stica la idea de instrumento se va haciendo cada vez m¨¢s difusa
En esta completa secci¨®n solamente se echa de menos un an¨¢lisis de la figura del director de orquesta, cuyos gestos son particularmente llamativos en su interpretaci¨®n m¨²sical. Quiz¨¢ porque no es posible considerar instrumentistas a quienes dirigen orquestas o coros, estos no figuran en este ensayo, si bien para profundizar en sus movimientos y ademanes esc¨¦nicos tenemos el libro de Mark Wigglesworth titulado El m¨²sico silencioso. Por qu¨¦ hay que dirigir a la orquesta (Alianza). Wigglesworth, que tambi¨¦n es director, considera que los gestos son para los directores solo un medio de lograr un fin, igual que los dedos lo son para un instrumentista: ¡°(¡) Aunque a veces resulte tentador desear que un m¨²sico responda musicalmente igual al mismo gesto, la variedad, siempre cambiante, de toda la gente involucrada en ellos siempre ser¨¢ m¨¢s interesante que cualquier m¨¢quina musical.¡±
Matthews dedica la segunda mitad de su ensayo a los instrumentos digitales. Como ya hizo en la primera parte, no se limita a examinarlos, sino que explora ¡°la evoluci¨®n de las tecnolog¨ªas y los conceptos que desembocar¨ªan en ellos¡±. Comenzando por el Telharmonium, un instrumento de doscientas toneladas patentado por Thaddeus Cahill en 1897, y siguiendo con los primeros sintetizadores como el RCA Mark II, Matthews va trazando una historia de los instrumentos electr¨®nicos en paralelo a la de su hardware, su software y el contexto sociocultural en el que se desarrollaron.
La evoluci¨®n de la notaci¨®n musical en sinton¨ªa con la de los instrumentos musicales tambi¨¦n tiene su espacio en este libro, especialmente su adaptaci¨®n al nacimiento de la m¨²sica electroac¨²stica, donde la idea de instrumento se va haciendo cada vez m¨¢s difusa. De hecho, en las p¨¢ginas finales del libro Matthews llega a preguntarse, en sinton¨ªa con el m¨²sico Atau Tanaka, si hoy en d¨ªa, el concepto de instrumento musical no ser¨¢ m¨¢s bien ¡°una met¨¢fora ¨²til que define contextos creativos para la tecnolog¨ªa, delimita exigentes escenarios de uso y vincula la innovaci¨®n con la tradici¨®n art¨ªstica.¡±
Cierra el ensayo la figura del DJ, ese instrumentista contempor¨¢neo que, con sus gestos y tecnolog¨ªa anal¨®gicos, controla una serie de sonidos de origen digital, pero que, en cualquier caso, consigue que los pies se nos vayan al comp¨¢s de la m¨²sica igual que lo har¨ªan los instrumentistas de la banda de una verbena de pueblo.
Obras mencionadas
Wade Matthews: El instrumento musical. Evoluci¨®n, gestos y reflexiones. Turner, 2022
Bernard S¨¨ve: El instrumento musical. Un estudio filos¨®fico. Acantilado, 2018.
Pierre Schaeffer: Tratado de los objetos musicales. Alianza, 2003.
Mark Wigglesworth: El m¨²sico silencioso. Por qu¨¦ hay que dirigir a la orquesta. Alianza, 2021
Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.