Vidas de otros: el reto de la biograf¨ªa

La biograf¨ªa hist¨®rica es un g¨¦nero narrativo que aspira a desvelar los itinerarios de la vida de un personaje real, no ficticio: una forma de escribir sobre la vida de otros seres humanos, anteriores o coet¨¢neos, pero atendiendo al imperio del Factum (dato positivo comprobable y cierto: qu¨¦, qui¨¦n, cu¨¢ndo, d¨®nde, c¨®mo y porqu¨¦) y orillando la libertad de la Fictio (relato coherente gramaticalmente y evocador sem¨¢nticamente, pero sin fundamento probatorio ni necesidad del mismo). Precisamente por eso cabe intentar y existen biograf¨ªas mejores o peores de Julio C¨¦sar o de Napole¨®n Bonaparte, pese a su inactualidad presente como figuras hist¨®ricas (ser que fue, pero ya no es), en tanto que no cabe hacer una biograf¨ªa del rey Arturo de Camelot o del magistral Ferm¨ªn de Pas de Vetusta, que son entes de ficci¨®n legendaria o literaria, no figuras hist¨®ricas positivas.

Pese a que se trata de un g¨¦nero hist¨®rico de muy larga tradici¨®n (basta pensar en las Vidas paralelas de Plutarco en el siglo I de nuestra era), lo cierto es que durante los ¨²ltimos dos siglos contempor¨¢neos no ha tenido buena prensa en la historiograf¨ªa occidental y mucho menos en la espa?ola. Algo extra?o si tenemos en cuenta que el gran libro conformativo de la identidad religiosa occidental multisecular, el Nuevo Testamento de la Biblia cristiana, no deja de ser una biograf¨ªa escrita a cuatro manos por disc¨ªpulos evang¨¦licos de un mismo profeta o mes¨ªas (seg¨²n las preferencias): Jes¨²s de Nazaret. S¨®lo si atendemos al impacto de los masivos procesos de modernizaci¨®n socioproductiva de los siglos XIX y XX (revoluciones industriales o liberales, expansi¨®n imperialista, guerras mundiales) cabe explicar ese desvalorizaci¨®n de la biograf¨ªa, que pas¨® ser considerada una hija espuria de la historiograf¨ªa sin estatuto cient¨ªfico que era tambi¨¦n una hijastra de la literatura por sus defectivas afinidades imaginativas. Eran los tiempos donde s¨®lo cab¨ªa practicar la historia social y econ¨®mica de masas y estructural, atenta a las fuerzas objetivas profundas y an¨®nimas. Friedrich Engels en persona hab¨ªa establecido el canon en 1894 con su famosa sentencia sobre la marginalidad de la figura de Napole¨®n en el curso de la Revoluci¨®n Francesa: ¡°Si el subteniente Bonaparte hubiera muerto en Tol¨®n, otro subteniente hubiera llegado a ser primer c¨®nsul¡±.

Pese a que se trata de un g¨¦nero hist¨®rico de muy larga tradici¨®n, en los dos ¨²ltimos siglos no ha tenido buena prensa

Un reciente libro editado por los profesores Mar¨ªa Jes¨²s Gonz¨¢lez y Adri¨¢n Magaldi, ambos de la Universidad de Cantabria, ofrece una espl¨¦ndida plataforma para entender los avatares y dificultades del g¨¦nero desde sus inicios cl¨¢sicos y hasta su presente inmediato a trav¨¦s de las reflexiones de casi una veintena de bi¨®grafos, espa?oles y extranjeros, que ofrecen su mirada particular y a trav¨¦s de muchos prismas. El resultado es francamente esclarecedor por la alta calidad de las contribuciones y por la complementaria diversidad de las perspectivas. Empezando por la certera introducci¨®n a cargo de los editores que son autores, adem¨¢s, de sendas semblanzas sobre Isaiah Berlin (Gonz¨¢lez) y Alfonso Osorio (Magaldi). Y siguiendo por las sugestivas y honestas ¡°reflexiones de taller¡± de Anna Caball¨¦, el repaso a los desaf¨ªos biogr¨¢ficos de Manuel Alberca (entre las biograf¨ªas y las bioficciones) o la relaci¨®n de ¡°arquetipos¡± biogr¨¢ficos de Birgitte Possing (desde las biograf¨ªas espejo a las hagiograf¨ªas, pasando por los retratos personales o las biograf¨ªas prism¨¢ticas, entre otras posibilidades). Sin olvidar otras aportaciones relevantes sobre aspectos m¨¢s concretos. A t¨ªtulo de mero ejemplo: Soledad Fox Maura sobre esas mujeres ¡°desahuciadas de la historia¡± (Constancia de la Mora, Isabel ?lvarez de Toledo y Mar¨ªa Luisa El¨ªo) o Paul Preston sobre sus trabajos biogr¨¢ficos para iluminar la historia contempor¨¢nea espa?ola (de Franco a Juan Carlos I, pasando por sus palomas de la guerra).

Sin duda alguna, el volumen permite corroborar el juicio de los dos editores: ¡°la biograf¨ªa est¨¢ (de nuevo) en alza; tanto entre el p¨²blico lector como en el ¨¢mbito acad¨¦mico¡±. Y eso tanto en Espa?a, como en el mundo hisp¨¢nico y en el ¨¢mbito angl¨®fono (donde siempre mantuvo su prestigio, por otra parte). Y lo est¨¢ gracias a su capacidad para evolucionar y ¡°sobrevivir a las modas historiogr¨¢ficas, los imperativos comerciales, las fronteras culturales y hasta a las ideolog¨ªas y censuras pol¨ªticas¡±. Acaso sencillamente porque las biograf¨ªas, ese conocimiento probado o veros¨ªmil de las vidas de otros ajenos, es ¡°el primer punto de mira de la Historia¡± (palabras de Caball¨¦). Al fin y al cabo, ?alguien puede de veras creer que Napole¨®n Bonaparte no tuvo impacto decisivo en el curso real y efectivo de la Revoluci¨®n Francesa? ?Tampoco Adolf Hitler en el desencadenamiento de la Segunda Guerra Mundial o del Holocausto? ?Y qu¨¦ decir de Stalin en la evoluci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica? No se trata de hacer escarnio de una mitolog¨ªa estructural antiindividualista a estas alturas y a toro pasado. Se trata, como en este volumen se hace, de restituir al g¨¦nero su importancia historiogr¨¢fica y su prestigio intelectual sin asomo de rubor por hipot¨¦ticas subordinaciones disciplinarias o falta de credenciales acad¨¦micas solventes. Vaya si las tienen. Y para comprobarlo, echen un vistazo a esta obra coral y polif¨®nica.

¡®Traves¨ªas biogr¨¢ficas. Un di¨¢logo interdisciplinar¡¯. Mar¨ªa Jes¨²s Gonz¨¢lez y Adri¨¢n Magaldi (editores). Ediciones Universidad de Cantabria, 2022.

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