Negra, pobre, bisexual y alcoh¨®lica: la canci¨®n triste de Bessie Smith
Se publica en espa?ol la biograf¨ªa de la malograda cantante de blues, v¨ªctima de la segregaci¨®n racial, de sus tragedias amorosas y de sus numerosas adicciones
De todos los grandes relatos en la historia de la m¨²sica popular, hay pocos tan fascinantes como el de Bessie ?Smith. Tambi¨¦n pocos tan desconocidos para el gran p¨²blico. Pionera del blues y una de las primeras estrellas del negocio musical en el sentido moderno, la cantante, nacida en una poblaci¨®n rural de ?Tennessee, fue una vanguardista en un mundo en el que ten¨ªa todo en contra: era mujer, negra, pobre, atea, bisexual y alcoh¨®lica en una sociedad, la de la primera mitad del siglo XX en Estados Unidos, en la que los hombres blancos y profundamente moralistas y religiosos mandaban en los a?os de la ley seca. Sin embargo, Smith, a la que se conoci¨® popularmente como la emperatriz del blues, era m¨¢s valiosa que ese mundo.
La editorial Alpha Decay publica en castellano ?Bessie Smith, el libro editado originalmente en ingl¨¦s en 1997 y escrito por la poeta y escritora escocesa Jackie Kay. Escrito a partir de la mezcla del ensayo, la ficci¨®n y la biograf¨ªa de la propia Kay ¡ªtambi¨¦n mujer y negra¡ª, es reconocido como una de las mejores aproximaciones a la vida de la cantante. Desde la pasi¨®n como oyente de las canciones afligidas de Smith, la autora se adentra en una existencia repleta de ¨¦xito y drama para trazar un perfil impresionante de una mujer que, como ella misma escribe, ¡°todav¨ªa est¨¢ vigente en el presente¡±. De alguna manera, as¨ª es: Smith, con esa voz met¨¢lica de varios pu?ales clav¨¢ndose, es un personaje repleto de lecturas importantes a¨²n en el siglo XXI.
Cuando el feminismo todav¨ªa no era un concepto popular, Smith cantaba para las mujeres. Bajo el aprendizaje que tuvo de Ma Rainey, la otra gran pionera del blues femenino y tan volc¨¢nica como ella, Smith desarroll¨® en los a?os veinte del siglo pasado todo un cancionero que hablaba, tal y como se?ala Kay, ¡°de las ciento y una maneras en que un hombre es capaz de decepcionarte¡±. Cierto: sus blues, muchos de ellos escritos por ella, se refer¨ªan a hombres rastreros, mentirosos, infieles o vagos. Bessie Smith sab¨ªa de lo que cantaba, y no solo porque se quedase hu¨¦rfana de ni?a y tuviese que v¨¦rselas con todo tipo de tipejos mientras buscaba ganarse unas monedas cantando en la calle. Se cas¨® con Jack Gee, un buscavidas del mont¨®n que acab¨® engatus¨¢ndola tanto que se convirti¨® en su manager. Gee, tan bebedor como su mujer, se enriqueci¨® a costa de ella mientras no dudaba en soltarle tortazos por celos o cualquier tejemaneje. Finalmente, abandon¨® a Bessie Smith por Gertrude Sanders, una actriz y cantante rival de Smith y de la que tambi¨¦n se convirti¨® en manager. El mismo hombre que exprimi¨® a Smith le rompi¨® el coraz¨®n al abandonarla y al quitarle la custodia del hijastro al que ella quer¨ªa como un hijo.
En su libro, Kay se esfuerza por entender por qu¨¦ la cantante tuvo una dependencia tan t¨®xica hacia Gee cuando ya era una estrella del blues, que vend¨ªa cientos de miles de copias de sus canciones, y presum¨ªa de independencia. A fin de cuentas, Smith se hab¨ªa hecho a s¨ª misma en los minstrels, los espect¨¢culos itinerantes que recorr¨ªan todo el sur de EE UU y en los que aprendi¨® los secretos del blues rural y los spirituals (cantos religiosos) para dar forma a una voz extraordinaria que, sin sentimentalismo y s¨ª mucho orgullo herido, relataba como una chamana las penurias de la condici¨®n humana. Tambi¨¦n se pregunta por qu¨¦ segu¨ªa con un hombre tan miserable si a ella le encantaba mont¨¢rselo cada dos por tres con otros, pero tambi¨¦n con mujeres. Durante los seis a?os que dur¨® su matrimonio, la cantante, especialista en montar fiestas privadas en cabar¨¦s clandestinos, se acost¨® con coristas, bailarinas, dise?adoras de ropa y fans, y mantuvo una relaci¨®n plat¨®nica con Ruby Walker, una chica que se enamor¨® de ella y a la que incorpor¨® como bailarina a su espect¨¢culo. El amor se esfum¨® en cuanto Smith se sinti¨® traicionada por ella, cuando acept¨® trabajar para su exmarido en otra funci¨®n.
Bessie Smith era autodestructiva y fue detenida en varias ocasiones por sus brotes de violencia. Jam¨¢s dio importancia al dinero ni al ¨¦xito tanto como a la necesidad de sentirse amada, de verdad. Tambi¨¦n respetada en una sociedad segregacionista que ella denunciaba en canciones que hablaban de la pobreza y la desigualdad, y a la que retaba cuando entraba por las puertas principales de los teatros, aunque las normas determinasen que los negros deb¨ªan entrar por las puertas de atr¨¢s. Especialmente significativo fue cuando lo hizo en 1925 en un club de Atlanta y le dijo al gerente a gritos: ¡°Si te molesta, me comes el co?o y me das mi pasta¡±.
Desde que Jack Gee y Ruby Walker se fueron de su vida, ambos en 1929, cay¨® a¨²n m¨¢s en picado en su alcoholismo y autocastigo. Sus canciones eran formidables radiograf¨ªas del paup¨¦rrimo estado de su alma. Coincidi¨® su r¨¢pido declive con la entrada de la d¨¦cada de los treinta y la Gran Depresi¨®n. La gente dej¨® de comprar discos de blues por la necesidad de comprar pan, pero adem¨¢s el estilo musical dio paso a la ¨¦poca del jazz y ella no supo adaptarse a los tiempos. Mujeres m¨¢s vers¨¢tiles y que aprendieron de ella le quitaron su trono. Billie Holiday, Ella Fitzgerald o Mildred Bailey entend¨ªan el jazz, mientras ella se pasaba las noches y los d¨ªas alcoholizada y llorando por las esquinas.
Del cielo al infierno. La primera gran estrella de la m¨²sica norteamericana, antes incluso que Louis Armstrong, gran admirador suyo, se hundi¨® en bares de mala muerte. Su vida qued¨® asociada a la leyenda, e incluso su muerte, cuando en 1937 tuvo un accidente de coche en el Estado de Misisipi y se dijo que hab¨ªa muerto desangrada porque no la dejaron entrar en un hospital por ser negra. Enterrada en un nicho, Janis Joplin, que se dedic¨® a cantar bajo su influjo, se encarg¨® de poner esta inscripci¨®n en su l¨¢pida: ¡°La m¨¢s grande cantante de blues del mundo. Jam¨¢s dejar¨¢ de cantar¡±. Arrolladora y excesiva, Bessie Smith no solo era grande, sino que fue irrepetible.
¡®Bessie Smith¡¯. Jackie Kay. Traducci¨®n de Alberto Garc¨ªa Marcos. Alpha Decay, 2022. 192 p¨¢ginas. 20,90 euros.
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