¡®La ventana inolvidable¡¯, unos ojos, o¨ªdos y bocas en nuestras vidas
Menchu Guti¨¦rrez hace un viaje metaf¨®rico a trav¨¦s de las ventanas, de las celos¨ªas de confesionario y las ventanillas del coche a las pantallas de m¨®vil
Del valor simb¨®lico de las ventanas, hay abundantes testimonios en distintos periodos del arte y la literatura ¡ª?y el cine!¡ª, y ahora Menchu Guti¨¦rrez nos ofrece su personal topoan¨¢lisis de este objeto-espacio que, ¡°por constituir un agujero, expresa la idea de penetraci¨®n, de posibilidad y de lontananza¡±, seg¨²n escribe Juan Eduardo Cirlot en su Diccionario de s¨ªmbolos. Tambi¨¦n un estado de conciencia.
Todos estos valores o significados ¡ªy muchos otros¡ª afloran en la gavilla de impresiones, reflexiones, relatos, recuerdos o sue?os que Menchu Guti¨¦rrez destila en La ventana inolvidable, libro que en parte se rige por una azarosa cadena de asociaciones, generadoras de met¨¢foras. As¨ª, las que se establecen entre las ventanas y nuestros sentidos: la vista, el o¨ªdo y el olfato. Las ventanas como ojos con los que mirar y ver o que nos miran y ven; narices que captan olores, agradables o pestilentes; o¨ªdos a trav¨¦s de los cuales nos llegan sonidos, ruidos y conversaciones, o al rev¨¦s: ¡°peque?as y grandes historias que salen de las ventanas convertidas en bocas¡±.
La ubicaci¨®n, el tama?o y las formas sirven para trazar una sugerente tipolog¨ªa que va desde los ventanucos a los grandes ventanales, pasando por semiventanas interiores que comunican entre s¨ª dos cuartos separados. Todo este despliegue se enriquece al considerar algunos elementos adheridos a las ventanas como estores, l¨¢minas venecianas o contraventanas; tambi¨¦n las gotas de lluvia que empa?an los cristales o la iluminaci¨®n, provenga de un candil o de una l¨¢mpara. Un grupo especial lo constituyen las ventanas de los distintos medios de transporte: ¡°La ventanilla del avi¨®n no comunica el menor v¨¦rtigo, o quiz¨¢ solo transmita el v¨¦rtigo de la irrealidad, un aturdimiento veloz¡±; la del tren ¡°arrastra el paisaje, inclina los ¨¢rboles por la velocidad que imprime a su paso, crea viento donde no lo hab¨ªa, y lleva su telegrama urgente en el buz¨®n de la boca¡±; la del coche ¡°entra y sale de un paisaje que no se deja contemplar, y, sin embargo, se acerca m¨¢s al pie humano que traz¨® los caminos¡±.
Hoy a todos nosotros ya nos acompa?a casi permanentemente la ventana-pantalla de un tel¨¦fono m¨®vil o de un ordenador, desde la que analizamos el mundo o nos asomamos a ¨¦l
Tambi¨¦n encontramos aqu¨ª la descripci¨®n y el an¨¢lisis de algunas otras que aparecen m¨¢s espor¨¢dicamente en nuestras vidas: la del confesionario con su celos¨ªa y las teselas de luz y sombra que proyecta o las peque?as ventanas que se abren en un f¨¦retro. Hoy a todos nosotros ya nos acompa?a casi permanentemente la ventana-pantalla de un tel¨¦fono m¨®vil o de un ordenador, desde la que analizamos el mundo o nos asomamos a ¨¦l.
Recuerdos, personales o ajenos, sue?os, historias propias y extra?as, lecturas y otras referencias son parte de los materiales con que Menchu Guti¨¦rrez construye este libro, que le vali¨® el LIII Premio Internacional de Novela Ciudad de Barbastro. Mas aunque se percibe en ¨¦l un designio organizador de tan diversos contenidos ¡ªel inicio de este recordando la casa natal, y el final, que se cierra con otro recuerdo de infancia: las ventanitas del calendario de Adviento¡ª, no estamos ante una novela. Tampoco es necesario etiquetarlo as¨ª para celebrar su calidad literaria.
La ventana inolvidable?
Autora: Menchu Guti¨¦rrez.
Editorial: Galaxia Gutenberg, 2022.
Formato: tapa blanda (184 p¨¢ginas. 18 euros).
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